Afrochilenos dan un paso más en la lucha por «contar para existir»

Campaña por la inclusión de los afro-chilenos en las estadísticas, organizada por la ONG Luganda con apoyo de la Fundación Ford. Captura de pantalla del video en Youtube.

Campaña por la inclusión de los afrochilenos en las estadísticas, organizada por la ONG Luganda con apoyo de la Fundación Ford. Captura de pantalla del video en Youtube.

Con los preparativos del Censo en Chile, que se llevará a cabo en 2017, la comunidad afrochilena abre un capítulo más en su lucha por la visibilización. De modo específico, la pugna que se da hoy es con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que respondió de manera negativa a la petición de la comunidad afrochilena para incluir la categoría “afrodescendiente/negro(a)” en la pregunta referida a pueblos indígenas y tribales. 

El censo en Chile incluye categorías que permiten determinar de modo específico a las distintas comunidades aborígenes y tribales reconocidas por la ley chilena, pero éstas no contemplan a la población afrodescendiente. De acuerdo con un estudio hecho por el mismo INE, no obstante, más de 8500 afrochilenos viven en Arica, ciudad portuaria ubicada en la frontera septentrional de Chile. Este estudio representó un primer paso para las organizaciones que trabajan por la visibilidad de los afrochilenos y sienta un precedente en el conteo de la población afrodescendiente. El objetivo de las comunidades, una vez logrado este estudio, era el de figurar en las mediciones del censo 2017, pero el INE rechazó la propuesta.

Como respuesta, las “Asociaciones de Afrodescendientes de Azapa Territorio Ancestral”, presentaron recientemente un recurso de protección en contra del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de Chile. De acuerdo con los representantes de la comunidad afrochilena, el recurso de protección sostiene que «la arbitrariedad e ilegalidad de la acción del INE, vulnera los numerales 2º y 14 del artículo 19 de la Constitución Política de la República […] Esto es, la igualdad ante la Ley y el derecho de presentar peticiones a la autoridad”. 

Se esperaba que esta contabilización pudiera abrir el camino a intervenciones que puedan contribuir a la disminución de las brechas de desigualdad. Del mismo modo, se busca que puedan plantearse acciones puntuales que puedan incluir a varios sectores y que den apoyo a estas poblaciones en situación de pobreza. 

De acuerdo con Rodrigo Ruiz en el medio alternativo El Desconcierto, la de los afrochilenos es una pelea compleja contra la desaparición de su comunidad de las estadísticas y, en consecuencia, de las políticas públicas:

La suya ha sido una lucha contra la invisibilización radical, pues a ellos se les ha negado lo más básico: la elemental existencia en la cuenta censal. Como ha dicho el investigador de la CEPAL Martin Hoppenhayn “existe un círculo vicioso con el tema afrodescendiente en Chile, que consiste en que mientras no [haya] datos de algún tipo de encuesta de condición socioeconómica, entonces no existe la evidencia cuantitativa que sirva de base y mientras no se cuente con esa evidencia tampoco habrá conciencia y, al no haber conciencia no hay urgencia y mientras no haya urgencia no se incluye.

Una lucha de larga data

Los esfuerzos por la visibilización de los afrochilenos han sido el resultado de un largo trabajo en conjunto con la comunidad afrolatinoamericana y caribeña.  En octubre del año 2000, y precisamente en Santiago de Chile, se realizó el «Seminario regional contra el racismo» en el que se contó con expertos para América Latina y el Caribe sobre medidas económicas, sociales y jurídicas para luchar contra el racismo, con referencia especial a los grupos vulnerables.

Dos meses después, las redes de organizaciones sociales se dieron cita en la misma ciudad para celebrar, conjuntamente con delegaciones oficiales de los Estados, la «Conferencia preparatoria de las Américas contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia«. Sin embargo, como puede verse en el blog Afrochilenos, todavía en 2011 las negociaciones seguían sin dar frutos palpables por «causas técnicas»:

Ya han pasado casi de 2 años de negociación con el actual gobierno para poder incluir una pregunta sobre el auto reconocimiento de los y las afrodescendientes en territorio chileno. Han sido un sinfín de reuniones con diversos organismos ministeriales […] cuando te sientas a conversar con representantes del INE te das cuenta que no manejan mucha información al respecto y solamente responden negativamente argumentando temas técnicos para la inclusión de la pregunta.

Cristian Báez, de la ONG Lumbanga, explica en esta entrevista el proceso de negociaciones con el INE y la importancia de la presencia de los afro-descendientes en el censo. De acuerdo con Báez los censos son importantes «para poder direccionar claramente las políticas públicas» y tener una visión clara de la presencia y las necesidades de las comunidades afro en todo el país, y no solamente en Arica, que es la región de más concentración. Del mismo modo, la entrevista ayuda a comprender el fenómeno de la desaparición de los chilenos afro-descendientes de los registros oficiales y también de la imagen que busca hacerse de Chile como país:

Esa parte de blanquear a este Chile tiene que ver con [la celebración del] centenario de la República. Antes de cumplir los 100 años, cuenta la historia que el presidente manda a hacer un estudio de autobiografía: ¿Quiénes somos los chilenos? 100 años después de habernos independizado del yugo español. Y en esa autobiografía […] ese Chile es un país de blancos. Yo creo que esa parte fue trascendental en el blanqueamiento de [nuestra historia] y es un blanqueamiento que va más allá de lo fenotípico, es un blanqueamiento cultural también 

Báez apunta también la importancia de reconocer en los números a los afrodescendientes venidos de la migración intra-americana:

Hoy día tenemos que reconocer ya que la presencia [afro] está presente [también] con una nueva diáspora […] la de la afromigración. Los afrocolombianos, los afrodominicanos. Nosotros queremos demostrar que este Chile cambió. Y este censo de 2017 era una oportunidad tremenda para [demostrarlo].

La presencia histórica de los afrodescendientes en Chile remonta a la época de la Conquista, como en el resto de la región. Un resumen con referencias, documentales y críticas es presentado por el medio El Desconcierto en su artículo Afrochilenos, los invisibles de la nación

Contar es existir: La lucha por la visibilidad se va a la red

Otra respuesta a la negativa del INE fue la campaña encabezada por Lumbanga y las Asociaciones de Afrodescendientes de Azapa Territorio Ancestral. La campaña se basa en un video compartido en redes sociales y alojado en Youtube:

El único pueblo tribal que no reconoce el INE somos los afrodescendientes […] Somos afrochilenos, y queremos inclusión.

La campaña se dirige a las redes, pero no se queda ahí. Los espacios populares, como los estadios deportivos y manifestaciones culturales, han sido también parte del escenario. Sin embargo, el movimiento no se ha visto libre de resistencias. En febrero, un grupo de aficionados fue sacado del estadio por presentar una pancarta de menos de dos metros de diámetro con la leyenda  “Inclusión a los afrochilenos – Censo 2017”. De acuerdo con Roberto Corvacho, uno de quienes portaban la pancarta, su objetivo era “ser reconocidos como etnia, al igual que los hermanos mapuches y aymaras.” 

En el video que hace la base de la campaña pueden verse algunos testimonios de discriminación y de exclusión. Sin embargo, cada participante reivindica la identidad afrodescendiente y la señala no solamente como parte la visión propia, sino también la país y de su gran diversidad.

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