Esta semana fue el debut del nuevo sistema de transporte público, llamado Transantiago [1]. El gobierno y algunos privados han invertido [2] alrededor de US 292,5 millones. Cambiar el sistema de transporte es un gran tema, porque también se debe cambiar la forma en que las personas estaban acostumbradas a usar el transporte. No más monedas, no más tiempos de espera. No mas jornadas largas. Este sistema se esta implementando en la capital, que tiene mas de 5 millones de habitantes. En su primer día, cientos de criticas llenaron la blogósfera Chilena. Todo cambio social en el comportamiento toma un tiempo en ajustarse. Este nuevo sistema solo comenzó el pasado 10 de febrero. Necesitamos un tiempo para acostumbrarnos.
Luis Alarcón [3] tiene su propia visión del transantiago pero además nos da una idea de cómo era el sistema de trasporte antes y la dimension del cambio:
Imagina lo siguiente: “Te vas al trabajo y subes a un moderno bus que pasa a un horario indicado, para pagar no necesitas monedas solo pasas una tarjeta por un lector y se te descuenta de tu saldo, tiene rampla para discapacitados y marcas para invidentes, además los choferes son amables y educados también es posible que tengas que hacer algunas combinaciones para llegar a tu destino, no importa, puedes bajarte del bus y tomar otro sin tener mayor recargo en tu tarjeta o bien puedes conectar tu viaje trasladándote en una de las tantas líneas de metro que recorren la ciudad”. La imagen podría decirse que ocurre en alguna ciudad europea o ciudad muy desarrollada, pero no, está ocurriendo en Santiago de Chile en plena Sudamérica, se llama “Transantiago” y es la apuesta más ambiciosa del presente gobierno por ordenar un tremendo parque de autobuses, elevar la calidad de vida de los ciudadanos de cara al bicentenario y sobre todo hacer un completo cambio al transporte urbano.
Sobre la experiencia de los ultimos días y las reacciones de la gente, Cristián Muñoz [4] escribio:
Luego de 3 días de semi colapso de la ciudad, de pequeñas muestras de caos urbano, de mostrar la peor cara, la de una desorganización de Santiago, las cosas finalmente funcionan, las partes básicas de este mecanismo funcionan, engranó, se afiató, cuajó. El Transantiago está en marcha.
Ok, podrían decirme que estoy loco, que cómo tan positivo, etc, etc. Pero no es así, soy bastante crítico con el sistema, pero no hay que desconocer que por lo menos ahora las cosas andan mejor. La frecuencia de los buses ha mejorado, en los paraderos no se juntan cantidades sorprendentes de personas, ya no. Ahora está todo un poco más organizado. Incluso ya comenzaron a aparecer soluciones inteligentes y otras que son más de criterio. Hoy se vieron filas en los paraderos, algo que NUNCA se había visto en Santiago. La gente se dió cuenta que esto ya no tiene vuelta atrás y que debe ordenarse, al final, el sistema nos sirve a todos. Y lo otro, el directorio del Metro sentó cabeza (o se la hicieron sentar) y ampliará, desde el 1 de Marzo, el horario de funcionamiento del tren metropolitano. Ahora abrirá a las 6 de la mañana, media hora antes de lo actual.
Para mañana, el comité de usuarios del Transantiago está organizando una manifestación [5]. Las personas que están en este comité son los que normalmente cantaban en los buses y vendían productos, también algunos de las juntas vecinales. Todas estas personas estaban acostumbradas a ganar su salario en los buses. Esta es una de las cosas con las que el gobierno esta lidiando. También, muchos chilenos, estaban acostumbrados a dormir en el bus, mientras iban al trabajo o de vuelta de el. Algunas veces pasaban hasta una hora y media en el bus. Ahora, ellos pueden llegar más rápido, cambiando buses o con el metro, pero no más “ cultura de siestas en el transporte”