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Michelle Bachelet ha tenido un tiempo duro desde que llegó a la presidencia. Escándalos de corrupción de la coalición de izquierda de la que ella es miembro, protestas de estudiantes por la disconformidad del sistema educacional y ahora el colapso del nuevo sistema de trasporte de la capital. Este gran proyecto comenzó en el periodo de presidencia de Ricardo Lagos, ese periodo presidencial está marcado por la inversión en obras viales.
Desde que Transantiago está funcionando, se le han realizado varios ajustes. Plataforma Urbana [2] escribió una crítica acerca del el último anuncio de gobierno para una mejor operación del Transantiago, además resume las emociones de los ciudadanos al respecto:
A nadie le sorprendieron las medidas anunciadas para corregir el caótico estado en que se encuentra operando, pero muchos echamos de menos el cómo se arreglaran los problemas a largo plazo, sobre todo en lo que concierne a la operación del plan a través de los años.
A casi 2 meses de su implementación, qué es lo que nos deparará Transantiago y qué tanto hay que esperar de las medidas anunciadas.
Habiéndose nivelado el servicio en general -la gente ya está acostumbrada al nuevo sistema- es ahora donde aparecen los problemas estructurales dentro del sistema, aquellos que no se solucionan con más buses ni con renegociación de contratos.
Si bien el aumento de buses permitirá contar con una mayor capacidad -y por ende, poder subirse a los buses repletos-, el gran problema es cómo controlar las frecuencias y ajustar los recorridos y micros a la demanda real de pasajeros. Esto porque obviamente el diseño debe ser ajustado en función de la variación dinámica de la demanda conforme a la ciudad crece y genera nuevos viajes.”
Una de las medidas para resolver este problema, anunciado por el gobierno, es que los gastos para reparar la operación son de US 34 millones. Un diario local publicó que el gobierno gastó US12 en estudios para medir el impacto del proyecto, antes de que este se ejecutara. ¿Qué pasó con los estudios? ¿Están bien hechos? ¿Por qué ahora crear un presupuesto para reparar el sistema?
Todos estos temas son de preocupación de la capital, Santiago, donde el sistema opera, pero ¿ què pasa con el resto del país? En Chile.com [3] publica un artículo que cuenta las reacciones de las regiones sobre el apoyo económico:
La parlamentaria por la Sexta Región agregó que «cuando Santiago tiene problemas el ministro no los tiene para abrir las manos, pero cuando es en regiones no vemos lo mismo. Necesitamos recursos para agua potable, caminos, educación, defensas fluviales; no podemos permitir que se saquen de los que ya están asignados para solucionar los problemas del Transantiago.
Ayer, estudiantes fueron a las calles de la capital a protestar por el Transantiago. Duna [4], publicó que se detuvieron 228 personas y que casi el 71% eran menores de 18 años. Uno de los blog [5] de las universidades, de la Federacion de Estudiantes de la Universidad de Chile [6], posteó que más de 1500 personas participaron. También escribieron que ellos no estaban seguros a donde ir cuando se reunieron, que calles usar o que dirección tomar. Esto revela que ellos organizaron una protesta sin ningún sentido real sobre lo que estaban haciendo.
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Foto de kurotashio
Estudiantes están acostumbrándose a protestar y los ciudadanos también, kurotashio [8] comparte la situación de ayer:
Era posible también ver el descontento de muchos comerciantes, los cuales echaban más de algún improperio a los estudiantes por causar un estado de desalojo de muchas personas, las cuales acostumbradas a sus puestos laborales deben ser corridas para que no tengan problemas por abc motivos… A pesar de ello, por la avenida principal (Alameda) circulaban buses como si nada pasara, la gente caminando, aunque temerosa, pero como si la lluvia que emanaba del carro policial fuera lo más común del mundo.
Los Chilenos tenemos historia de protesta, pero desde que Michelle Bachelet llegó a la presidencia todos los temas mas duros correspondientes de decisiones tomadas en los periodos presidenciales previos, han colapsado durante el de ella.
Los temas con los estudiantes comenzaron el pasado año, y desde ahí cada vez que tienen la posibilidad- como la semana pasada- ellos van a protestar. El gobierno está trabajando duro en el tema de la educación. A propósito de esto, Bachelet creo en Junio del año pasado el Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación [9], que busca una mejor educación para Chile. Uno de los cerebros del sistema educacional de Chile, José Joaquín Brunner [10], tiene varios documentos en su blog [11] que explican la visión y las áreas en que se está trabajando.