De lo que ofrece actualmente, decidí elegir un curioso análisis comparativo de las posturas políticas de los recién elegidos presidentes de Francia, Nicolás Sarkozy y de Mozambique, Armando Guebuza. Presentado en cuatro partes, el análisis comienza con una pregunta directa: «¿Hay alguna afinidad en los programas políticas de los presidentes Sarkozy y Guebuza?». Para responderla están las tres partes que van a continuación. Y dicen así :
Sarkozy and Guebuza
Sarkozy and Guebuza son presidentes de países diferentes, de continentes diferentes, con historias diferentes, con problemas, por supuesto; diferentes uno del otro, o al menos, de diferentes coeficientes de extensión e intensidad. Aún así, ambos viven en la misma era, una era que puede enlazar historias diferentes con un hilo político común, con un magma semántico de la misma intensidad. Cuando estuve en París recientemente, intenté estudiar el programa electoral del presidente Sarkozy. Traté incluso de ir un poco atrás, cuando era Ministro de Asuntos Internos en el gobierno de Chirac. Entonces, me encontré descubriendo en los temas políticos de Sarcozy un eco de los de Guebuza. Como sí, imaginen, Sarkozy fuese el Guebuza francés. Y si quieren que lo diga con el dulce humor de nuestro país, ambos están en una lucha contra un cierto deixa-andar (laissez-faire, laissez-passer) (dejar hacer, dejar pasar). Presidentes con un capital simbólico fuerte, aura carismática, una marca populista inmediata, ambos indentificándose en temas como el trabajo, la familia, la unidad nacional, el orden y la seguridad.
Sarkozy e Guebuza (2)Un hombre de derechas, durante la campaña electoral para la presidencia de Francia, Sarkozy no dudó sin embargo en sorprender a sus adversarios señalando al comunista italiano Antonio Gramsci como su guía político. «Es con ideas que se gana el poder» – dijo. No estoy seguro de que esa frase sea ‘gramsciana’ (y si lo es, no representa la columna vertebral del pensamiento político de Gramsci). Sin embargo, lo importante es que Sarkozy ha citado al hombre cuyo cerebro (recuerden, enérgicamente) era necesario para «ahorrarse cualquier pensamiento de aquí a veinte años», de acuerdo con el fascismo italiano de 1926. Y lo hizo dentro de una estrategia plural, en la que la lucha contra lo que llamaba el inmovilismo y la inerciade sus antecesores (el deixa-andar de Guebuza) debe ser tomada en múltiples frentes. Es Estado es fundamental, por supuesto, pero hay límites a lo que el Estado puede hacer. Los franceses deben tener claro que la Francia que se levanta temprano y trabaja duro no debe tolerar más a la Francia que se levanta tarde o que ni se levanta ni hace nada. Sería imperativo que todos trabajaran, que todos abandonaran el fatalismo y la mano que mendiga, que todos creyeran en sí mismos (recuerden la autoestima de la agenda ideológica Guebuziana). En nuestro país, durante una ‘presidencia abierta’ (que es siempre un vaticinador electoral) ¿no fue Guebuza quien fustigó la ‘pereza mozambiqueña’ haciéndola responsable de la pobreza y el hambre que afectan a muchos de nosotros?
Sarkozy e Guebuza (3)Así tenemos a un Sarkozy en contra de una Francia perezosa, en contra del ‘asistencialismo’ tal cual como lo está Guebuza contra un Mozambique perezoso que espera un Estado paternalista. En la búsqueda de la gloriosa Francia Sarkoziana, Guebuza se anticipó a sí mismo con la Madre patria amada y con la Perla del Índico. A la familia francesa unida de Sarkozy, Guebuza preaunció la familia honesta mozambiqueña… Y en muchos otros frentes es posible encontrar identidades entre estos dos presidentes. Por ejemplo, en el campo de las alianzas políticas. Si Sarkozy ha incluido ministros socialistas en su gobierno, Guebuza ha visitado al Presidente del partido de oposición más importante mientras estaba en el hospital luego de un accidente de tránsito y acaba de recibir a los generales Renamo descontentos acerca de su situación profesional. Ambos presidentes hicieron sus discursos desprovistos de cualquier referencia seria o sistemática a las divisiones y asimetrías sociales. Si hicieron, o hacen alguna referencia a la divisón, la ubicaron o la ubican en contextos inocuos. (divergencias de visión, perspectivas psicológicas, globalización, etc.) Ambos son buenos líderes populistas en el sentido del sincretismo político, indeterminación y minimalismo en sus orientaciones pragmáticas. Ambos oscilan entre una tendencia autoritaria y una derivación híper-democrática*. Y así termino estas breves notas, a las cuales doy sello inmediato y de las cuales eliminé deliberadamente cualquier análisis exhaustivo.
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See Taguieff, Pierre-André, L´Illusion populiste, Essais sur les démagogues de l´âge démocratique. Paris. Champs/Flammarion, 2007.
Sarkozy e Guebuza (fim)
Escrito por koluki.