El 19 de Agosto, la periodista ucraniana Tanya Kremen realizó una visita al refugio animal localizado cerca de Hostomel, un pequeño poblado a las afueras de Kiev. A continuación están sus impresiones y opiniones (RUS), que ha publicado en su blog Korrespondent.net:

Ayer, estuve en el refugio animal cerca de Hostomel. No fue realmente un accidente lo que me llevó allá: la razón es que yo había leído en el foro de doggy.kiev.ua que los gatos allí ya no tenían comida y ya que yo adoro los gatos, mi amigo y yo decidimos llevarles algo de comida.

Pasamos largo rato buscando el refugio –porque no había señalización en la vía que indicara dónde cruzar para llegar […].

En el refugio hay: unos cientos de perros, más o menos cien gatos y una mujer, Asya Vilgelmovna, quien está haciendo un increíble trabajo y mucho más. Hay carencias de todo: tiempo, dinero, comida, gente dispuesta a ayudar. Ella tiene planes, grandes y buenos: paso a paso, gradualmente, convertir el refugio en un centro de atención para animales, donde serían tratados y remitidos a una nueva vida. Pero por ahora, ella mantiene a todas estas criaturas en su propia pensión y con donaciones –y los animales, debo decir, lucen bien, aunque realmente extrañan la interacción con la gente, especialmente los gatos. Un veterinario de la universidad de agronomía visita el refugio: él castra a los animales y provee tratamiento a los que lo necesiten, mientras les enseña a sus estudiantes.

Sin embargo, el problema principal es que es muy difícil conseguir que los animales sean adoptados –no nos gusta obtener mestizos, no nos gustan los refugios de animales, […], desafortunadamente. Y aunque todos los gatos son hermosos y cariñosos, y maravillosos, también hay criaturas más dulces entre los perros.

En cuanto a la señalización [perdida] en la vía, Asya Vilgelmovna tuvo que quitarla, en un intento por detener el flujo de personas deseando dejarle a ella animales que tenían enfermos: varias veces, traían pastores alemanes muy viejos, porque eran muy débiles para cuidar una casa y por eso debían ser sacrificados; cachorros y otras criaturas eran dejadas anónimamente y, recientemente, alguien lanzó un saco con 17 gatitos justo sobre su cerca.

Sigo pensando en cómo ayudar al refugio y no tengo idea –porque incluso si alguna organización/partido/persona decidiera ser un patrocinante permanente, eso no resolverá el problema: necesitamos buscarle hogares a los animales y alguien que quiera llevárselos, lo que significa que ese alguien debería estar dispuesto a adoptar simplemente a un buen perro, no necesariamente uno educado y costoso, y lo que tiene que hacer el que esté dispuesto a ello, pues no lo sé…

He aquí algunos comentarios:

are:

Nuestra gente muere como perros, los niños son abandonados en orfanatos… ¿Están los compasivos amantes de los animales pensando en esto?

Tanya Kremen:

Ajá, soy de las que opina que estos problemas tienen el mismo origen.

Off-the-Record:

[…] Sí, esto tendría que hablarse una y otra vez, así se irá apegando gradualmente a la conciencia común. Pero nuestra gente es bárbara; miren lo que está sucediendo en todo el bosque alrededor de Kiev (unos 50 km. alrededor, porque se ve “más limpio” más allá). Los bastardos adinerados están construyendo palacios y luego llevan su basura de construcción (así como sus restos de comida) al bosque, lanzándola a unos doscientos metros lejos de sus “mansiones”. Eso es, están construyendo sus mansiones a propósito en este mismo bosque –que están destruyendo. Si alguno tiene dudas, puedo llevarlos a un paseo y mostrarles. Basuras de construcción, latas que solían contener químicos, chasis de autos… Hace veinte años, en Irpen (a 30 km. de Kiev), hongos y fresas salvajes solían crecer en la ciudad (donde aún había algo de bosque, de hecho había un resort allí, para gente con TB, etc.)… Yo mismo vi ciervos varias veces, justo en los límites de la ciudad (hace unos 15 años). Ahora, da miedo adentrarse en el bosque –los nuevos dueños han eliminado los árboles de roble y abeto de la ciudad, intocables en el pasado, y han ensuciado el bosque por siglos con la basura dejada luego de la construcción de sus pretenciosas mansiones. Por favor, créanme, no son las viejitas de las casitas de un piso quienes lo han hecho… […]

Escrito por Veronica Khokhlova.