Siria: Historia, Cultura e Identidad

En nuestro resumen semanal, pasaremos por alto de nuevo la política para hablar más acerca de la gente.

Abu Fares en este sensacional post, lamenta la simplicidad del viejo estilo de vida Levantino Mediterráneo. Uno que ha sido atrincherado y barrido por una nueva ola de “neocons”, como él los describe, bien sean los Judeo-Cristianos Neoconservadores o los Neoislamitas, son dos caras de una misma moneda:

Tartus, el pueblito de ensueño junto al mar ya no lo es más. Ha mutado físicamente en las últimas tres décadas a una patética jungla de concreto. Además, en los niveles cultural y social, los cambios han sido más colosales. Por mucho, ya no somos los mediterráneos alegres, laicos y abiertos, metropolitanos de provincia y descubridores que se adaptan a las coloridas formas de vida. Éramos un grupo único y distinto, trascendiendo líneas socioeconómicas, enfrentando el misterioso mar y siempre buscando las delicias exóticas de más allá. Crecimos en un ambiente Joie de Vivre sin problemas de clases, libres de culpa política y despreocupación por el adoctrinamiento religioso masivo. Oíamos a los políticos y predicadores como todos los demás, pero nunca los escuchabamos.

Y mientras Abu Fares se lamenta, Omar de Deconstructed Life escribe acerca de la forma en que la gente es empujada hacia los patrones de sociedad, dando como ejemplo una simple historia, que sucedería en cualquier hogar de Siria:

Ella me esperó para ir a comprar café (la amiga de mi mamá) y le susurró a mi esposa: ¿entonces, ya estás embarazada?
[…]
Sin embargo, a diferencia mía, ella (mi esposa) es una persona agradable y sabe cómo responder educadamente (mi respuesta por defecto hubiera sido: ese no es su problema). Así que ella comenzó a explicarle que hemos estado casados por menos de 2 meses y que queremos disfrutar de tiempo juntos y viajar un poco, que es algo que hemos estado planeando hacer desde hace mucho tiempo.

Así que la señora mira a Souha, mi esposa, y dice: ¿Qué quieres decir con disfrutar tu tiempo? ¿De verdad crees que eres joven? (mi esposa tiene 29 años por cierto).

Wassim, reflexiona sobre el concepto de Identidad, en un post muy instructivo…

¿Qué es eso? No soy yo mismo sirio? sí… y no. Siria es llamada República Árabe Siria pero ya no me considero un nacionalista sirio, sólo un árabe nacionalista. ¿Significa eso que ya no soy sirio, o árabe? Como Maxime Rodinson lo discute en su libro llamado, obviamente, “Los Árabes”: ¿Qué es un árabe? ¿Es algo racial? ¿Lingüístico? ¿Cultural? ¿Religioso? Cada uno de estos conceptos falla al enfrentarse al escrutinio, derribado por inconsistencias inherentes. Aún así, me refiero a mí mismo como árabe. Soy sirio por decisión conciente y voluntaria, en un mundo que te define basado en algo llamado ‘pasaporte’. Si naciera en Colombia habría sido colombiano, ¿eso significa que mi identidad como árabe y como sirio es construida? Yo creo que si, pero eso no niega su importancia o poder. Por el contrario, una decisión conciente e informada para recibir esta identidad es saludable y necesaria, sólo por la ilusión de confort y estabilidad, nada más.

Y finalmente, un cálido post de Abu Kareem, que nos deja como a él, en un estado de paz interior

La mañana del domingo pasado, llamé a mi padre en Beirut para desearle un feliz cumpleaños número 80. Intercambiamos algunas palabras; él nunca ha sido muy bueno en conectarse emocionalmente con sus hijos, pero podríamos hablar por horas de política. Mientras me agradecía por la llamada y se despedía antes de pasarme a mi madre, su voz se quebró un poquito; diría que estaba feliz.

Escrito por Yazan Badran.

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