Rory Williams del blog Carbon Copy [1] apunta los efectos negativos del acuerdo sostenido entre China y Ghana, donde China se prepara para construir un embalse hidroeléctrico de 400MW y Ghana proveerá a China de cacao –deforestación masiva. Rory también incluye algunos hechos patéticos acerca del ‘amargo’ final del acuerdo:
…originalmente los bosques cubrían un 36% del territorio de Ghana, pero para el año 2000 esto había disminuido al 10%. La deforestación en Ghana también es resultado de la urbanización descontrolada, la exportación de madera y el uso de madera como combustible doméstico. A pesar que se plantan 10.000 hectáreas de bosque al año, la tala está tomando lugar en un estimado de 5 veces el nivel que debería ser sostenible.
El concepto de Green GDP [3], un índice del crecimiento económico con las consecuencias ambientales de ese crecimiento incluidas, es mencionado en el post ‘¿Qué puede aprender China de Francia?’ [2] por Jianqiang Liu del blog China Dialogue. (Para algunos antecedentes sobre la idea de Green GDP y la necesidad de su adopción en China, lean este post [4] por Ma Jun de China Dialogue) Jianqiang Liu hace una compilación acerca de la necesidad de China de tomar lecciones de las leyes de Francia con respecto a la protección ambiental, lo que marca un precedente para lidiar con numerosos problemas ambientales:
La importancia de los estatutos es que ninguna otra ley puede contradecirla. Por contraste, las leyes ambientales de China son numerosas y de poco uso. No hay consecuencias para las compañías o gobiernos locales que las ignoren, lo que continúan haciendo. Consagrando los principios de protección ambiental y el desarrollo sostenible en la constitución china les daría un estatus legal sin precedentes, así como un poder simbólico.
Por último y no menos importante, también de China Dialogue hay un post sobre la tercera liberación de India –una economía que beneficia a los pobres y protege el ambiente. La manera en que esto puede ser logrado es planteada por John Elkington. [5] Además, él se pregunta si India puede unirse a China en un nuevo ‘eje de sustentabilidad’.
Escrito por Juliana Rotich [6].