Es el segundo año que la blogosfera venezolana se reúne en un lugar apartado y lejos de la capital para celebrar dos días seguidos cargados de bandas musicales y alcohol. El Blogstock es «la» fiesta. No hay charlas ni simposios para definir el mundo digital, tampoco una concertación para los usos ciudadanos de la red. Se trata de una celebración del encuentro, de la camaradería digital, fue una rumba a todo dar.

El Blogstock, en su segundo año consecutivo, pudo reunir a decenas de blogueros, twitteros, flickeros y demás formas de infociudadanía (infocitizen le diría yo) para una noche de conciertos, bebidas y comida a la manera venezolana.

El evento pudo ser transmitido por Streaming para los que se quedaron en casa y cuenta con su etiqueta en
Flickr para la historia. «No estás preparado para tanto», fue el slogan que reunió a tanta gente por iniciativa de Los Guaros (los «desorganizadores»), que hacen un resumen del evento en videos. El evento contó incluso con un meme previo para postear el kit de cosas que se llevarían al evento, para
evitar contingencias.

El fotógrafo David Luna
comentó que terminó como:

«una noche bastante divertida, entretenida, llena de muchas anécdotas, de compartir con personas que solo leemos de vez en cuando y ponerle rostro a la mayoría de los nicks que abundan en la blogosfera»

.

¿Pero esto ocurre en Venezuela? Se pueden preguntar quienes siguen los acontecimientos políticos del país. Pues la respuesta la apunta Inti de Esquizopedia.com:

«Mientras el mundo exterior piensa que Venezuela va hacia el socialismo más «extraño» y «extremo» jamas visto, mucha gente aquí no se toma las cosas muy en serio. La mejor virtud del venezolano (a su vez el peor defecto) es que aquí la gente es feliz. Pocos habitantes del planeta tierra viven tan contentos, como los nacidos en la patria de Simón Bolívar. Quizás el petróleo, la (fuera de toda regla y estadística) cantidad alucinante de mujeres bellas, la cerveza o el ron, ayudan en definitiva a que la vida acá sea increíblemente más «relajada» que en el resto de los países. Y hasta en la pasión vertiginosa política que nos tiene atrapados actualmente, buscamos la manera de seguir viviendo, riendo, disfrutando y rumbeando. Y como en todos lados, hay gente más y menos responsable con sus actos. Algo tiene este desenfadado país, que es difícil de copiar, y más explicar».

Así las cosas, la blogosfera venezolana sigue su curso con necesarios rituales a la alegría y preocupaciones dosificadas, por el bien de la tranquilidad personal. Esperemos por el 2008, o por la próxima navidad.