Brasil: Orgullo Negro y el debate sobre racismo

Desde 1550 hasta 1888, al menos 3 millones de africanos fueron brutalmente embarcados a Brasil por el comercio de esclavos, aproximadamente la mitad de todos los esclavos traídos a América del Sur. Muchos de ellos provenían de Angola y Mozambique, en ese entonces colonias portuguesas en África, y fueron sometidos a labores forzadas en las plantaciones del nordeste.

A lo largo de los años de esclavitud, miles lograron escapar y establecieron comunidades liberadas conocidas como quilombos. El más famoso de ellos fue el Quilombos dos Palmares, en Alagoas, dirigido por un esclavo fugitivo llamado Zumbi, quien se convirtió en un símbolo de resistencia por defenderlo de los ataques de las fuerzas coloniales. Zumbi fue asesinado en 1695 y en el aniversario de su muerte, el 20 de noviembre, el país renueva su lucha actual contra la discriminación.

(Foto de Iberê Thenório)

Los bloggers reflejan la exclusión social, racismo y orgullo

La influencia de la cultura africana persiste fuertemente en Brasil, un país en el que descendientes de africanos conforman casi la mitad de los 180 millones de habitantes. Aún así, la discriminación económica, social y de otras formas permanece como el principal legado de las masas de migración forzada a causa del comercio de esclavos. Según el último censo, en el 2000, los brasileños descendientes de africanos constituyen el 63% del sector social más pobre, aún cuando solamente 5% de ese grupo se declara como «de origen negro». Roice, Leandro y Milena, estudiantes de secundaria del colegio estatal Jair Toledo Xavier, echan un vistazo a los números y reflexionan en las causas de la discriminación:

La ley prohíbe el racismo, pero mantiene los mecanismos sociales y económicos que lo nutren. Puede impedir que la gente viole los derechos de los demás, pero no puede hacer que blancos y negros se amen los unos a los otros, y esto aleja las esperanzas de que la gente se sienta bien dentro de su propia piel y con su identidad cultural. En Brasil, los números oficiales muestran que las desigualdades sociales son más profundas puesto que la gente pobre no solamente es empobrecida, sino negra.

(Foto de Iberê Thenório)

¿Acaso funciona la ley? Aldo Cerqueira Santos publica una colección de relatos de personas que han sido discriminadas y se hace algunas preguntas a manera de reflexión. La última de ellas es:

Estos relatos ocurrieron hace 10 años. ¿Por qué existen todavía prejuicios raciales?

¿Pero existe realmente racismo en un país de tanta mixtura étnica como Brasil? Este sigue siendo un asunto muy debatido y altamente controversial. Edu acumula más de 50 comentarios en sus tres posts en el tema. En uno de ellos escribe:

El único tipo de prejuicio que existe en Brasil es prejuicio SOCIAL relacionado con condiciones financieras personales y despliegue de símbolos de status. En este país, uno no juzga a los otros por su color -uno ve lo que hay en el bolsillo de las personas. O en sus muñecas. O cómo se visten. Una persona blanca rica es más respetada y mejor tratada que una persona pobre y blanca -como si fueran mejores personas por el hecho de tener plata.

Zélio Luz, cuenta que todavía enfrenta al racismo después de establecerse como ingeniero, y es de los que no está de acuerdo con este post, e invita al autor a que se ponga en los zapatos de personas negras por un día, y enumera algunas situaciones por las que ha pasado en un Brasil racista:

Muchas personas, tal como el que escribe este post, dicen que tenemos delirio de persecución… Imagine que usted asiste a uno de esos cursos [de preparación para los exámenes de universidad] luego de trabajar a tiempo completo para pagar por dicho curso. Va al baño y se da con este mensaje: «LÁRGATE NEGRO, ESTE NO ES UN LUGAR PARA TI», ¿qué haría? Imagine que está caminando por un barrio elegante, todo «vestido» para ir a trabajar, alguien lo ve acercársele y notando su «negritud» cruza al otro lado de la calle, mientras desesperadamente agarra su cartera con firmeza. ¿Qué haría? Ahora, imagine que usted está yendo por la Villa Olímpica, de nuevo vestido elegantemente, y alguien le entrega las llaves de su carro y le pide que encuentre un lugar para estacionar su carro, ¿qué haría usted?

(Foto de Iberê Thenório)

Uno de los temas más destacados del debate referido líneas arriba fue una medida legal aprobada en mayo del 2004, que permitió a las uinversidades federales usar un sistema de cuotas, según el color de la piel y la clase social, con la finalidad de mejorar el acceso a la educación superior a descendientes de africanos. A eso se le conoce como «racismo leve» y es la peor forma de discriminación, según La realidad está allá afuera:

Me refiero a esas personas que creen que, sin duda, las personas negras son inferiores y necesitan ser tratadas diferente por las personas blancas, o sino nunca llegarán a ningún sitio. Aquellos que no creen que, bajo condiciones iguales, una persona negra es capaz de competir en el mercado laboral de igual a igual, o incluso con ventaja sobre una persona blanca.

A decir verdad, en Brasil el término «racismo» se usa sobre todo con respecto a discriminación de personas según el color de su piel. Sérgio Mendes recuerda a sus lectores que la palabra racismo no debe tener únicamente esta connotación:

En tanto el tema del racismo suele estar dirigido contra personas negras, uno podría, razonablemente, reconocer que la idea inversa es también racismo. La palabra racismo no tiene ningún componente «negro» en su significado. El racismo es un prejuicio que una determinada raza o grupo étnico tiene contra otros, independientemente que sea blanco contra negro, negro contra blanco, portugueses contra españoles, personas de São Paulo contra personas del noreste o serbios contra croatas, sin importar qué lado empieza.

(Foto de Iberê Thenório)

Eduardo Peret va más allá, y reflexiona sobre discriminación de todo tipo, contra homosexuales, mujeres y razas y concluye:

Entonces, eduquémonos todos para la perfección real, alcancemos las virtudes de la tolerancia y la mutua aceptación. Luego, ciertamente, los días del orgullo, los días internacionales y conmemoraciones de orgullo y toma de conciencia serían innecesarios. Porque todos seríamos realmente iguales, tal como hemos nacido.

(Foto de Iberê Thenório)

Jaqueline Lira, maestra y blogger, tiene la última palabra en este debate cuando dice que está orgullosa de su origen:

Estoy orgullosa de ser negra. No soy marrón. ni iridiscente, ni camaleón. Soy negra.

Si usted lee portugués, Valeu Zumbi es un nuevo blog que se ha creado para difundir información sobre las celebraciones del Orgullo Negro a lo largo de todo Brasil.

Todlas las fotos que ilustran este artículo han sido generosamente proporcionadas por Iberé Tenório. Vea su coleción completa del Orgullo Negro del año pasado, en la Avenida Paulista, São Paulo.

Escrito por Paula Góes.

6 comentarios

  • EDWIN

    todos somos humanos, el racismo murio y todos somos iguales, el problema que por falta de apoyo, diciplina, puntualidad y honestidad, no nos desarrollamos iguales.
    viva LATINOAMERICA. CHAU

  • micke

    Una persona racista no se puede considerar superior pues su grado de comprensión es bajo. No mas racismo.

  • david

    Desgraciadamente el racismo economico Siempre existira gracias a los capitalistas extremistas.Solo cuando estos desaparescan de nuestras vidas, y solo quedemos los que nos gusta la buena competencia cientifica y tecnologica entonces viviremos aquel sueño.

  • ana cristina rezende

    as pessoas devem ser orgulharem do que elas são indepedentes de ser negras ou brancas mas simplesmente pelo fato delas existirem a vida passa tão depressa que as vezes deixamos de viver e ficamos estagnados no nosso proprio preconceito.

  • Muito bom! essa é minha pesquisar de español!!

  • Emmanuel

    ¡Viva Brasil! ¡carajo! ¡que viva Sudamérica! saludos desde Argentina.

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