Ucrania: Holodomor


La conmemoración del Holomodor del año pasado en la Plaza Sofiyivska en Kiev (25 de noviembre del 2006) – de Veronica Khokhlova

Este año, el 24 de noviembre fue el día donde se recordó a las víctimas de la hambruna de 1932-33 en Ucrania – Holodomor – a continuación una selección de publicaciones de bloggers ucranianos.

El Usuario LJ diana-ledi (ucr):

¿[…] Debería contarles sobre mi abuelo, el primero en el pueblo en unirse al (Komsomol) – y el primer líder de la primera [granja colectiva]? Cuando estaba claro que la hambruna era inevitable, ¡esto fue lo que hizo! Una noche se encerró con el agrónomo y pasaron largo tiempo haciendo cálculos. Descubrieron que sembrar granos en invierno de manera poco profunda podría ser la salida. Nadie lo notaría, y el grano que quedó ayudaría a las personas a sobrevivir al invierno. Y eso fue lo que hicieron. Pero ellos no distribuyeron entre los hogares lo que quedó de la forma en que las personas esperaban. Ya que mi abuelo sabía que no toda madre compartiría un pedazo de pan para dárselo a sus hijos. Algunas (madres) incluso ocultarían (el pan) de sus hijos – mi sabio abuelo sabía esto. 

Se le ocurrió abrir una sala comedor, donde cada aldeano pudiera tener un plato de esa (sopa) al día, con unas cuantas gotas de aceite flotando en ella y, por momentos, unos pequeños trozos de manteca de cerdo frita. Y un pedazo de pan hecho de cubiertas de semillas y pequeños trozos de raíces u hojas que habían sido separadas de las semillas – pan negro del año del hambre. Pero gracias a esa sala comedor ni una sola persona en el pueblo murió ese invierno. Piensen en eso, ¡ni una sola persona! Mientras montones de pueblos morían alrededor, ¡nadie murió en el nuestro! Estaban hinchados de hambre, sí, pero no estaban muriéndose. Y cada día, mi abuelo recorría el pueblo […], visitaba cada casa, revisando que estuvieran vivos, ya sea que fueran lo suficientemente fuertes para sobrevivir – o quizás necesitaban ser rescatados para entonces. A los más débiles se les dio una pequeña bolsa con «concesión alimenticia adicional.” Otros decían: “Vamos, Anriyovych. Estamos aguantando.” Cuando escuchaba sus historias, no podía creer que las personas dijeran eso. “Ellos lo decían,” respondía mi abuela. “Porque sabían que la familia del líder (de la granja colectiva) era la más hambrienta de todas en aquel tiempo. Mis hijos y yo eramos los más hinchados.”

Y cuando llegó la primavera, algunos de los pobladores rescatados denunciaron a mi abuelo (al régimen) – por los delgados cultivos de invierno. Así es como mi abuelo terminó en Siberia por primera vez. ¿Si sabía como terminaría todo esto? Claro que sí. 

O, quizás, ¿debería contarles de mi otro abuelo? Él fue un [kulak], el rico. Escapó milagrosamente a las purgas, entregando su riqueza (granja colectiva) a tiempo y uniéndose sin demora a las filas del Partido Comunista. Y cuando comenzó el más terrible invierno de los años 30, abandonó a su familia y fue con sus parientes a las adineradas haciendas. Mi abuela, rodeada por una multitud de niños hambrientos, fue sentenciada «por una espiga de trigo,», como decán. Por algunos granos que ella recogió del camino. Cinco niños fueron abandonados. Uno tenía 14, el mayor – 16. Las tías no los abandonaron, vinieron y se llevaron con ellas … a los dos mayores. Ya que ellos estaban crecidos y podrían trabajar en la casa. Pregunté horrorizada, «¿y los más pequeños?». «Los más jóvenes fueron abandonados – porque las tías ya tenían hijos pequeños,» me explicaron calmadamente. […]

Mi padre (con 12 años) pasó todo su invierno alimentando a sus pequeños hermanos (de 4 y 6 años). ¿Qué les daba a ellos? Aquí la lista: vegetales congelados que encontraba milagrosamente en los jardines de otras personas; gatos que se veían tan confiados a primera vista que saltarían a tus brazos; cortezas de pan que ganaba o pedía a las personas. Y a medida que se acercaba la primavera y no había más «comida» restante, descubrió un lugar oculto dentro de la casa. Mi abuelo era alocado y despiadado – pero por amor a la agronomía, guardó algunos (granos de alta calidad). Lo cocinaban y los comían – y sobrevivieron gracias a eso. Cuando ya casí acababan con eso, mi abuelo se presentó en la casa. Golpeó a los niños casi hasta su muerte, especialmente al mayor, mi padre. Golpeado, mi padre corrió a la estación de trenes, saltó al tren de mercancías – y partió a Taskent […]

[…]

En 500 días (desde abril 1932 a noviembre 1933) casi 10 millones de personas murieron de hambruna en Ucrania. En la primavera de 1933, 17 personas morían cada minuto y 25,000 morían cada día…

… Las regiones más golpeadas fueron lo que ahora son Poltava, Sumy, Kharkiv, Cherkasy, Zhytomyr and Kiev. Aquí, los índices de muerte eran de 8 a 9 veces el promedio… […]

El usuario LJ otets-lisiy (ucr):

¿Qué sé del Holodomor? Yo soy de la región de Cherkasy, y fueron mis abuelos quienes me contaron de este horroroso episodio.

Mi abuela me contó cómo de su familia de nueve niños, sólo cinco sobrevivieron. Me contó que comían [ocheretcaña] y papas podridas. Cómo los comunistas se llevaron todo el trigo y los animales de granja, y cómo en las noches juntaban las espigas de trigo del campo, algunos de ellos sobrevivieron gracias a eso. Me contó de los caníbales del pueblo y una persona que se comió a su propio hijo. También del hombre que perdió la razón y los perseguía con un hacha, y cómo ella se las arregló para escapar…

Es una fecha triste hoy. Conmemoración eterna…

La usuario LJ  alenka14 (rus):

Hoy hablé con mi abuela sobre el Holodomor. Ella tenía 7 años en 1932-33. Ella recuerda muchas cosas de aquel tiempo. Incluso 75 años después no puede pensar en eso sin dejar de llorar. Cuando era pequeño y me rehusaba a obedecer, no quería comer, ella me contaba historias de ese tiempo, cuando no había alimento y se le llamaba ‘holodomor’. Pensé que sus historias eran una especie de cuentos de hadas en aquel entonces. Mi abuela también sobrevivió a la guerra, fue capturada, pero no puede hablar del Holodomor sin derramar algunas lágrimas. […]

El usuario LJ  fantasma_ (ucr):

Mi bisabuela llamaba a la hambruna de 1933 «holodovka» (hambruna, huelga de hambre), cuando yo aún tenía 4 ó 5 años. Sólo recuerdo momentos de esas historias, ya que no entendía realmente lo que ella me decía… “el hombre que yacía en la pista estaba muerto” … “la holodovka posguerra no fue tan terrible como la de los años 1930.” Sólo entendí lo que ella quiso decir con eso cuando accidentalmente recordé esos momentos de historias en el onceavo grado cuando estudiábamos el siglo XX… […]

La usuario LJ essy-aka-tigra (rus):

Yo he escrito anteriormente sobre el Holodomor, más de una vez. Me siento bien de tener opiniones opuestas sobre la política con (las personas que conozco en línea y fuera de ella) – no es algo que me impida estar en contacto con ellos. Pero nunca puedo estar tranquila cuando pienso en el Holodomor. 

Existe algo parecido a las expediciones etnográficas. Cosa extraordinaria para los estudiantes de historia. Un grupo de estudiantes llega a un pueblo y camina alrededor de las casas con grabadoras de audio.

Ancianos y ancianas hablan calmadamente sobre (raskulachivaniye – persecusión de los kulaks, colectivización) la guerra, sobre la construcción de DneproGES (Estación Hidroeléctrica Dnipro). No es gran cosa, decían, fue duro, pero fue hace mucho tiempo, y las lágrimas y el dolor tienden a borrarse de la memoria.

Pero tan pronto se les preguntó sobre el Holodomor de 1932 -33, estos ancianos, que habían visto cosas horrorosas, empezaron a llorar. Sólo llorar. Algunos se rehusaban a hablar – no tenían fuerza para contar nada de aquello.

Lo he visto. Crecí en un pueblo, mis ancestros son gente de pueblo también. He leído y escuchado sobre eso desde mi niñez. No me importan las leyes y resoluciones. Sólo sé cuál es la verdad. […].

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