Los videos y fotos de pruebas de supervivencia que fueron descubiertos hace un par de semanas cuando 3 emisarios del grupo terrorista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron capturados, contienen imágenes impactantes de varios de los secuestrados que las FARC tiene en su poder. Estos videos estaban supuestamente dirigidos al Presidente Venezolano Hugo Chávez, como parte de las condiciones para que se pudieran hacer las negociaciones para el intercambio humanitario, proceso que se detuvo a finales de noviembre.
Hay algunas imágenes, y hay videos de los secuestrados quienes hablan sobre las condiciones en las que viven, la sensación de campo de concentración de sus prisiones, y algunos otros secuestrados únicamente se toman el tiempo para enviar su amor y cariño a sus familias e hijos. Uno de los videos más comentados ha sido el que muestra a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada en febrero del 2002, quien nada más se sienta muy quieta mirando hacia el frente, sus ojos parpadeando son la única prueba que este es un video y no una fotografía. Ella no dice una palabra, pero su cara triste y avejentada al igual que sus brazos flacos y absoluto silencio expresaron volúmenes para muchos.
Ingrid Betancourt no habló en los 55 segundos que dura el video, pero escribió una larga carta a su familia, y el contenido de esa carta se filtró y fue publicado en el periódico El Tiempo y en el blog costarricense Por la Boca Vive el Pez [es] se puede leer una edición y transcripción del texto. La familia de Ingrid está indignada. En esta larga carta, Ingrid intentó incluir años de su vida en torturante cautiverio y a la vez enviándole su amor a sus hijos, ex marido y madre.
Durante mucho tiempo hemos sido como los leprosos que afean el baile, los secuestrados no somos un tema “políticamente correcto”, suena mejor decir que hay que ser fuertes frente a la guerrilla aún sin sacrificar algunas vidas humanas. Ante eso, el silencio. Solo el tiempo puede abrir las conciencias y elevar los espíritus.
Otro tipo de silencio del que se está hablando es el de todos los otros secuestrados que están allá en los campos de concentración de las FARC, aquellos que no se les considera lo suficientemente importantes como para ameritar el envío de videos y cartas, y cuyas familias todavía siguen esperando por señales de vida, aguardando a ver si tienen alguna esperanza en verlos regresar a casa.
Blogueros tales como Bluelephant critican las reacciones que algunos políticos tales como Piedad Córdoba quienes no han desperdiciado la oportunidad para usar la situación y promover sus propios planes políticos.
Esas caras descompuestas, granulosas, que miramos desde la distancia con total impotencia mientras los políticos de todos los pelambres -empezando por Uribe y Chávez- los capitalizan electoralmente (qué vergüenza Piedad Córdoba acreditándose su existencia, jugando a la política con esas cartas (y con sus lágrimas) …
Otros como Octav en Crítica destructiva condenan la situación y la manera en que estas personas están siendo utilizadas como mercancía para ser intercambiada.
Maldito tiene que ser un pueblo que permite que se utilice la vida y la libertad de las personas como mercancía y no exige…y obliga a los responsables a liberarlos y por el contrario, le sirve y le da beneficios inclusive por encima de los representantes que éste mismo eligió.
Alejandro en Diario de un programador desconocido se pregunta por qué estos videos no se enviaron antes como pruebas de buena voluntad:
…lo que no puedo tolerar es que sean tan brutos como para decir que esos tipos iban para donde Chavez como mensajeros,,, ¿Es que acaso no existen los mails? Para qué carajos tienen una puta página web donde montan sus fechorías y sus maldades, no podrían hacer algún tipo de upload en Youtube de cualquier video de los secuestrados y enviarlos periódicamente?
El video, que incluye ciudadanos estadounidenses, secuestrados Colombianos y a la ciudadana Franco-colombiana y excandidata a la presidencia Ingrid Betancourt, pueden ser vistos en el sitio web del periódico El Tiempo, junto con otros materiales audiovisuales.