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Serbia: Los bloggers discuten las manifestaciones y disturbios en Belgrado

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El 21 de febrero en Belgrado se llevó a cabo la manifestación Kosovo es Serbia. Según fuentes oficiosas, entre 150,000 y 200,000 personas asistieron para protestar contra la proclamación unilateral de independencia de Kosovo. La manifestación se llevó a cabo pacíficamente, pero estuvo seguida de disturbios. Los edificios de las embajadas norteamericana, croata y turca fueron incendiadas. Hubo muchos heridos, y al menos una persona muerta.

Debajo hay algunas reacciones de los bloggers serbios que bloguean en el portal de blogs B92 [1] (todos menos unos están traducidos del serbio).

Milan Lukic publicó este breve resumen [2]:

Resumamos de nuevo: la manifestación de hoy en Belgrado fue partidariamente organizada, no fue una manifestación del pueblo. […]

[…] No permitamos que los perdedores de las últimas elecciones presidenciales anulen por la fuerza la voluntad del pueblo. No permitamos que la protesta pacífica de hoy, como falsamente se le llamó, anule la voluntad democrática de la mayoría. No permitamos que las ratas nos hundan en el agua, en el barro. En su falso país.

Dejan Stankovic brindó esta vívida descripción [3] de los eventos de ayer en Belgrado:

1. El primer ministro, acompañado por sus amigos y personas de ideas similares, parecía alguien que tenía asco de todo cuando se dirigió al pueblo. Hace doscientos años, su discurso se hubiera considerado moderno. Hoy día, es una parodia. […]
2. El presidente-que-no-fue-del-país [Tomislav Nikolic] y los amigos del primer ministro amenazan con entrar en Kosovo. Immediatamente recordé los años 90 y eso me preocupa.
3. Después, la ingenuidad de los atletas fue maltratada. Públicamente, para que el mundo entero lo viera. En ese momento, estaba más triste de lo que estaba avergonzado.
4. Entonces apareció un converso disfrazado como Rasputín [el cineasta Emir Kusturica]. En ese momento sentí náuseas.
5. Padres de jóvenes serbios aplaudieron. Sentí más náuseas.
6. Y sus hijos, el futuro de Serbia, se volvieron locos. Después de la manifestación, destruyeron, rompieron, quemaron, saquearon por todo Belgrado. […] Entonces estuve triste y, al mismo tiempo, estuve molesto. […]

Para terminar, la impresión de la noche:
Una imagen de Belgrado demolida, víctima del terror serbio.
Escenas apocalípticas, caos y fuego, y en medio del desorden, jóvenes vándalos serbios caminan indiferentes por la calle. Crecieron en el caos y en el caos viven mejor.
Pero, en medio del desorden, un grupo de Roma estaba limpiando diligentemente las calles de Belgrado…
Entonces recordé las palabra de un hombre que me dijo cuando era niño que la Roma era la mayor vergüenza de Serbia. […]

Ivan Marovic escribió esto en inglés [4], en un post titulado “El fin del nacionalismo”:

Desde que Kosovo declaró su independencia Belgrado se ha convertido en una zona de guerra. Los radicales queman y saquean, y la gente común está confundida – hace cinco días estaban preocupados por Kosovo, hoy están preocupados por la posibilidad de que gamberros borrachos puedan romperles la cabeza con piedras. Kosovo está lejos, los radicales están a la vuelta de la esquina, rompiendo ventanas e incendiando edificios.

Los disturbios de Belgrado son un síntoma de un movimiento político fracasado. El nacionalismo no tiene nada que ofrecer, ninguna estrategia, ningún plan, ninguna visión política. A diferencia de Gazimestán en 1989, donde Milosevic enfrentó a una muchedumbre más grande, la muchedumbre consistía de personas que estaba tranquilas y decididas, hoy Kostunica enfrentó a la gente sin la menor idea. A diferencia de Milosevic, que prometió guerra y venganza, Kostunica no tiene nada que prometer, nada que ofrecer. Solamente puede quejarse.

Puedes distinguir el día por el alba. El nacionalismo está acabado en Serbia, el nacionalismo no tiene nada que ofrecer excepto autodestrucción. Solamente debemos esperar que la turba se canse de hacer disturbios, que salga y siga la protesta pacífica que empezó hace dos semanas, protestada liderada por estudiantes de Belgrado, protesta con un claro objetivo de integración europea.

Boris Tadic estaba en Rumania, mientras Kostunica daba un discurso al lado de Nikolic. Esto debe haber sido un duro golpe para Kostunica. El mensaje es más que claro: los intereses de Serbia se sirven mejor con diplomacia que con discursos seguidos de saqueo. El contraste entre Tadic y Kostunica es claro y minará la base de apoyo de Kostunica en los meses por venir. […]

Nebojsa Milenkovic envió una carta abierta [5] al presidente Tadic. Le advirtió sobre el vandalismo en las calles de las ciudades serbias y las posibles consecuencias.

Señor Presidente Tadic,

Recurro a usted en nombre de los ciudadanos que, a pesar de todo, todavía creen en el legado democrático y que desean fervientemente que Serbia sea parte de la sociedad civilizada, desarrollada y democrática. Le pido a usted, una persona con enorme confianza de los ciudadanos en la última votación, que se dirija al público y proteja a todas las personas que están expuestas al peligro y la violencia de muchos gamberros en las calles de Belgrado en el momento en que nuestro país se enfrenta a una de sus mayores derrotas y humillaciones históricas.

[…]

Usted no debe quedarse callado hasta que la masiva histeria y ceguera política de esas personas […] se vuelva salvaje en las calles de las ciudades serbias en los últimos días. La situación actual en el país no debe servir como justificación para suspender la libertad de expresión ni la liquidación física de cada alternativa política, ¡y usted debe reaccionar a este hecho! Por el contrario, si no detienen esta locura, la pérdida de Kosovo y Metohja será seguida por la pérdida permanente de la más elemental perspectiva europea y democrática para esta sociedad y regresarían las destructivas fuerzas políticas al escenario de Serbia. Usted los venció en las últimas elecciones gracias a los votos de esos ciudadanos que expusieron violencia en Serbia hoy. […]

Jelena Milic citó [6] las afirmaciones de dos ministros serbios que justificaron la violencia; debajo está una de estas citas:

“Democracia también significa destrozar las ventanas de las embajadas.”

Velimir Ilic, Ministro de la Infraestructura de Serbia.