Badri Patarkatsishvili, magnate georgiano exiliado, político de oposición y viejo amigo y socio comercial de Boris Berezovsky, murió inesperadamente el 12 de febrero en Inglaterra.
Los medios de todo el mundo están brindando extensa cobertura sobre la investigación en curso sobre la muerte de Patarkatsishvili, y también la blogósfera rusa ofrece muchos comentarios,
Acá lo que el periodista Sergei Dorenko, quien encabezó el servicio noticioso del canal ORT de Berezovsky al mando de Patarkatsishvili, ha escrito sobre su ex jefe y las personas que lo rodeaban:
Llamé a Boris [Berezovsky], y le pregunté si era en serio.
Apenas podía hablar. Muy difícil para él. Pero lo confirmó, sí, Badri [Patarkatsishvili] se ha ido.
Exrtaño y difícil de creer.
Después hablé con un amigo que estaba haciendo algunos negocios con Badri, y tuvieron una conversación telefónica ayer a las 7pm, hora de Londres. Badri estaba lleno de energía durante la conversación, bromeó y se le oía muy bien.
Murió a las 11 pm, hora de Londres.
Yo también pasé casi dos semanas con Badri, del 14 al 26 de diciembre. Lo vi por muchas horas diariamente – de la mañana a la noche. Una persona muy fuerte. Con mucha energía. No recuerdo que se haya quejado de estar cansado, ni una sola vez, no recuerdo que se haya sentido mal, ni que estuviera tomando remedios o visitando doctores.
Como estaba de candidato a la presidencia de Georgia, había mucho trabajo que hacer. Pero lo manejaba bien. Estaba lidiando con la presión mejor de que lo que yo soy capaz – porque no puedo soportar la falta de sueño.
Tenía 52 años. Hubiera cumplido 53 a fines de octubre.
Todos me están preguntando sobre él, pero no sé qué decir, salvo por lo que he dicho arriba.
Es amigo de Berezovsky. Más que un amigo. Más que un hermano.
Era buen amigo de Kostya Ernst [director general de ORT]. Hasta que Putin invitó a Kostya a unírsele. Habían llegado a un acuerdo. Kostya llamó a Badri después de la reunión con Putin y le dijo muy alto y claramente: “Badri, soy un trozo de basura.» Y después colgó inmediatamente. Creo que esto dice mucho sobre Ernst. Sobre todo, lo caracteriza como un ser humano. Pudo haberse abstenido de llamar, pero llamó. Significa mucho. Y así es como Badri pensó al respecto. Y ahora Kostya podría haber dicho mucho sobre su amigo.
[Andrei Lugovoi, ex espía de la KGB, actualmente diputado de la Duma Estatal, acusado de haber asesinado a Aleksandr Litvinenko] estuvo trabajando bajo su mando por mucho tiempo. Lugovoi tiene mucho que decir, creo.
Me encontraba con Lugovoi en el área de la recepción de Badri. En cuanto a Kostya Ernst, lo veía en el estudio de Patarkatsishvili. Aunque no era muy usual que yo pasara por esa recepción hacia el estudio. Badri se encargaba de las finanzas del [canal ORT], mientras yo estaba en las noticias. Los nuevos somos una casta especial, la élite […]. No necesitamos dinero, nos importa un rábano el dinero – eso es, no contamos el dinero ni lo contaremos, y quién consigue el dinero y de dónde no es nuestro problema. Bueno, de alguna manera Badri conseguía el dinero, y nunca nos molestamos en preguntarle si le era fácil o no…
Asi que si, valdría la pena hacerle algunas preguntas a Kostya. Y a Lugovoi.
Y yo, ¿qué puedo recordar?
Trataba ser parecer respetable. ¿Imitaba un poco a Stalin? Cómo actuaba, cómo hablaba…
Una vez, en la fiesta de cumpleaños de Berezovsky en 1997, Badri se me acercó y me palmeó el hombro diciendo: «¡Vamos, vamos!» Después movió la mano de una manera que yo interpreté como un intento de darme unas palmadita en la mejilla con superioridad. No estoy seguro, porque me di la vuelta y evadí su palmadita, y salí indignado.
Caminé por el salón. Caminé por el vestíbulo. Bajé las escaleras del edificio de recepciones [LogoVAZ]. Salí y caminé hacia mi Pajero. Me puse tras el timón. pero no pude cerrar la puerta – porque Boris había caminado detrás mío todo ese tiempo. Sostuvo la puerta de la Pajero y pidió: «No te vayas, es mi cumpleaños, perdónalo, así es como él es, así es como era, es georgiano. En Georgia está bien que la gente se toque, no se considera ofensivo.» Respondí furiosamente y con insultos, dije cosas feas sobre el hábito caucásico de pararse a 20 cm de distancia, gritando a la boca del otro tipo, palmeándole el hombro, etc. Boris me dijo que de verdad quería que yo aceptara a Badri del modo en que era, porque Badri era su amigo, el único amigo VERDADERO. Borus estaba parado en una calle del helado Moscú el 23 de enero, sin su abrigo. En un momento, le dije que estaba congelándose, parado como estaba, con la puerta de la Pajero en la mano. Admitió lo absurdo de la escena- guardaespaldas a cinco metros de distancia, en las vías del tren, yo dentro del auto, él a mi costado. Bueno, era algo tonto. Encima, era su cumpleaños. Y entonces regresé.
Después, en noviembre de 1998, Badri decidió en un momento que la ORT podía dejar de existir en cualquier momento. Y dio una fiesta en el edificio de recepciones de LogoVAZ's. Shabdurasulov, Pozner, Yakubovich, Lyubimov todos estaban ahí. Había unas diez personas, incluyendo a Berezovsky. Estaban sirviendo cochinillo de un restaurante georgiano. Badri dijo que habíamos hecho un buen trabajo, y que probablemente ya no trabajaría más, si es que no se aparecía un préstamo. Entonces alguien dijo un brindis. Entonces me paré y malogré la velada. Dije que yo dirigía 500 personas – el servicio de noticias. Que a esas personas no se les había pagado sus sueldos desde agosto[después de la crisis financiera de 1998]. Que esas personas habían perdido sus [ahorros bancarios]. Que mis colegas estaban yendo a trabajar con bolsas de plástico con comidas de trigo negro – no podían pagar comer en la cafetería, era muy caro para ellos. Y que yo consideraba esa fiesta [immoral] – con esos lechones y caras] bien alimentadas. Y no pude quedarme con esta multitud. Así que me fui. Y esta vez nadie trató de hacerme regresar. Además porque mi renuncia fue intercambiada con un préstamo de 100 millones a la orden de [Yevgeniy Primakov]. Y gracias a Dios por eso. Esas palabras sonaron muy apropiada y bellamente después de todo: «Quieres que tu personal tenga sus sueldos, ¿no? Entonces sal y no te pares en el camino – ésta es la condición de [Primakov]”
A la larga, nos perdonamos. Badri y yo. Cuando caí en desgracia y él se fue al exilio. Empezamos a relacionarnos, poco a poco, con cuidado, esperando cada minuto encontrar una razón para pelear. Y no encontramos ninguna razón para pelear.
Y ahora no la tendremos de ninguna manera.
Aunque acá hay una: esta muerte suya es tan repentina e inexplicable – ¿qué clase de broma es ésta?
De verdad, de verdad lo siento. Es duro para mí pensar que nuestro Badri está muerto. Y estoy contento de haberlo conocido y de haber trabajado con él.
Y temo por Boris – Litvinenko era un vendaval, y Badri es un vendaval que muchas veces tiene la misma fuerza.
Una pregunta: ¿se [fue] solo o alguien lo ayudó? Me gustaría tener una respuesta a esta pregunta.
Marina Litvinovich, asistente de Garry Kasparov y usuaria de Live Journal abstract2001 publicó un link al relato de Dorenko en su blog y escribió:
Las vidas de otros.
Dorenko escribe en LiveJournal sobre Badri, Berezovsky, Ernst, sobre su partida de ORT (a cambio de un préstamo de Primakov – la guerra de clanes ya había empezado ahí, y terminó con la llegada de Putin).
Detalles agradables, inútiles – y los significativos están mostrándose.
2 comentarios
Estimado Sergei Dorenko
Hace 21 años atras, tuve el privilegio y el honor de conocer Moscu bajo tu guía, en tu calidad de anfitrion.
Mi nombre es Miriam Saavedra soy periodista de Bolivia y viaje a Moscu para participar de Un Festival en Astanquina, desde esa oportunidad trate de comunicarme contigo , pero me fue imposible, en Alemania un colega tuyo me dijo que trabajabas en la televisión. Ayer se me ocurrió poner tu nombre en Google y descubri que eres el periodista mas famoso del mundo.
Rápidamente lei todas tus proezas periodisticas y humanas y no sabes cuán orgullo senti de haberte conocido, Recibe mis respetos por tu concencuencia, valentia, agallas para hacer de este mundo un espacio mas justo.
No se si te llegará este email, pero recibe desde La Paz Bolivia un abrazo fuerte y la bendición de Dios
Querido Serguei, estuvimos juntos en la Universidad, juntos con Aida huimos de una mamá osa en un antiguo convento en los alrededores de Moscú, aprendí a dormir en el campo nevado en pleno invierno y a pescar y cocinar lucios en verano, supe lo que era celebrar como ruso en comiendo pan y sal, trabajar en las brigadas estudiantiles en verano y hasta compartir e intercambiar novias. Hoy Vasilii me informó de tu partida, recuerdo todo leer tus notas, escuchar tus programas, recordar el bolso de cuero que te «heredé» cuando terminé la universidas, lñas peleas por nuestra opiniones no siempre convergente por lo que ocurrió al final de la URSS y los años siguientes, lo que nunca olvido tampoco es que no importaban kilometros ni años, fuimos, somos amigos. José