Dibujo de Ben Heine (dale click en el enlace para ver la versión en tamaño completo)
Cada cierto tiempo, escuchamos alguna historia que hace que nos detengamos. Una que se sale de lo común, en donde parece que la figura central ha nacido en el lugar o tiempo equivocado.
Ayman Safieh es un musulmán palestino de 16 años, que espera hacerlo en grande en el mundo del ballet clásico. Su profesora es Yehudith Arnon, judía israelí de 81 años, sobreviviente del Holocausto, conocida como una de las mejores instructoras de danza de Israel.
A Safieh le encanta bailar desde que empezó a caminar, nos cuenta su madre. Hace cinco años, cuando tenía 11, Safieh vio la película Billy Elliot, sobre un chico que desafía los tradicionales roles de género en su pequeño pueblo minero inglés y que insiste en bailar ballet. «Tengo que bailar ballet,» le dijo Safieh a su madre. «Sueño con ser como él.»
El reto, entonces, fue darle la noticia a su padre. Cuando lo vio bailar por primera vez, el padre dice, «Lloré. No tenía idea de que mi hijo tuviera tanto talento. Sabe, yo sé algo de deportes y arte, pero cuando vi a mi hijo bailar, me impresioné. Ése era mi hijo. Eran su cuerpo, sus piernas, sus músculos y hombros. Simplemente deseé poder verlo más a menudo en un escenario más grande».
Safieh cuenta, «La gente me dice que no está bien que los hombres sean tan románticos. Eso es tan femenino. Yo digo, ¿por qué los hombres no pueden ser románticos y apasionados? ¿Por qué es solamente para mujeres?»
A Safieh lo descubrió Raba Murkus, una instructora de danza árabe israelí, cuyo estudio estaba en su ciudad natal de Kfar Yasif. Murkus invitó a Safieh a unirse a su compañía de danza infantil, pero rápidamente se dio cuenta que él estaba hecho para cosas más grandes. «Era simplemente asombroso», dice, «En los ensayos, era grandioso, pero en el escenario, de repente vi, vi al bailarín en su corazón y su alma, y me sorprendió. Y dije, ‘OK, tenemos un bailarín aquí y tenemos que cuidarlo'»
Murkus le presentó a Safieh a su propio profesor, Yehudith Arnon. La danza encarna a la pasión y Arnon tiene su propia historia que contar.
Arnon es una sobreviviente de Auschwitz-Birkenau, el campo de concentración nazi más grande del Holocausto. Arnon era una reconocida bailarina, a quien los nazis ordenaron que danzara en su celebración navideña. Ella se negó, sabiendo que probablemente la matarían. Pero ése no fue su castigo. En lugar de eso, los nazis la obligaron a estar durante horas parada bajo la nieve, descalza en ese helado día de diciembre, vestida con su delgado uniforme del campo. «Si sobrevivo a esto, me dedicaré a la danza por el resto de mis días,» se dijo.
Safieh ha estado preparándose con Arnon durante un año. Este año, tuvo su primera gran actuación con el Ballet Nacional Ruso en la interpretación navideña de Cascanueces.
A pesar del perfil hecho por la CNN, de donde surgió esta historia y del video (de visión recomendada), todavía no ha logrado captar la atención de la blogósfera. Los comentaristas en el blog Dentro del Medio Oriente de la CNN tienen esto que decir.
Un lector identificado como “Vida espiritual” comenta:
“Éste es un artículo increíble sin política ni religión. De veras quiero ver más reportajes como éste. A donde llegue Ayman, buena suerte con todas tus ambiciones. Si fuera una persona rica, le daría una beca de por vida en cualquier escuela de danza del mundo. Amo la ambición, y él la tiene en abundancia. Que tengas más fuerza, muchacho.”
La señora Ramey, una instructora de ballet instructor de South Gate, California, dice:
“¡Bravo, Ayman Safieh! Voy a poner este artículo sobre ti en el tablero de novedades de nuestro estudio. Estoy segura que inspirará a los estudiantes hombres en mi clase de danza del bloque dos. Éste es el primer año de clases de danza en la secundaria South East. También la he pasado mal haciendo que los estudiantes hombres acepten la danza con una visión positiva. Espero verte algún día bailar en tour de ballet internacional.
En el blog Desert Peace, que citó la historia de CNN, las respuesta de los lectores fueron igualmente positivas.
Lenny Bruce, autor del blog Through Other Eyes (a través de otros ojos) y auto proclamado norteamericano israelí holandés, comentó:
“Un historia que levanta mucho el ánimo. La reacción de su padre y sus amigos fue tan genial de verse.”
La comentarista Julia Deming dice:
“Este muchacho se mueve hermosamente, y le deseo todo el éxito.”
Y un lector que se llama a sí mismo El Maestro agrega:
“¡¡Es BUENO para contradecir la percepción que casi todos tienen en Occidente de que TODOS los palestinos son terroristas!!”
Mi propio agradecimiento al blogger y artista profesional Ben Heine, cuya ilustración de Safieh bailando (ver arriba) me inspiró a escribir esta historia.
¿Y qué piensan ustedes? ¿Tiene Safieh un futuro en el campo de la danza? ¿Qué podemos aprender de su historia? ¿Inspirará a generaciones de jóvenes bailarines de Palestina que seguirán sus gráciles pasos?