Con ocasión de celebrar el Día Internacional de la Mujer, Kathryn Ward becaria de Rising Voices y fundadora de Nari Jibon, tuvo la idea de una competencia amistosa de poesía entre los bloggers de Rising Voices. A los participantes de los diez proyectos de alcance para medios de comunicación ciudadanos se les concedió una semana para escribir y enviar sus poemas relacionados con el tema «las mujeres sostienen la mitad del cielo.”
Diez poemas de Colombia, Bangladesh, y Madagascar fueron enviados. De esos diez, la doctora Ward y su amigo poeta seleccionaron los tres poemas siguientes, para ser presentados en conmemoración de las mujeres de todo el mundo.
Prioridad
por Sufia-734 of Nari Jibon
(original escrito en bengalí – traducción al inglés de Kazi Rafiqul Islam)
El momento ha llegado
de defender lo que necesitamos
No igualdad, sino prioridad.
Lo justo
Queremos abrir nuestro corazón
Expresar nuestra mente
A lo que necesitamos
No igualdad, sino prioridad.
Los padres pueden ser crueles
Las madres no.
Las madres pueden sacrificarse
Los padres no.
Eso es lo que las mujeres somos
Podemos hacerlo todo.
Combatiendo con dolor
Ganar la felicidad.
No debemos tolerar más la injusticia
No debemos permanecer más dentro de cuatro paredes.
El tiempo ha llegado de abrir ojos y oídos
De protestar contra injustas hazañas.
Por lo que necesitamos
No igualdad, sino prioridad.
Equipo femenino de reparadoras de caminos, Kathryn Ward, Dacca, 2004.
por Poupoune de FOKO desde Toamasina, Madagascar.
Las mujeres son rocas de construcción
sin ellas solamente hay vacío
Ellas dan el corazón y el alma
y con ellas las cosas buenas están al alcance
Son la fuerza del hogar
Ofrecemos a las mujeres gloria y alabanza
Sus logros perdurarán por siempre
No como las rosas marchitas que pisamos
Riqueza y dinero no podemos ver
Lejos de ellas los suspiros me tragan
Violadas son y sus derechos les son atropellados
Pero ellas se quejan debajo
De flores que florecen y brillan en las noches.Que podamos ser soles brillantes
Trayendo alegría y felicidad
A aquellas que amamos y atesoramos.
EL SER MUJER
Poema de: Camila Urrea Morales (Colombia)
Traducido al inglés por: Carolina Vélez López de HiperBarrio.
EL SER MUJER
En un principio, aún incierto, apareció la mujer, un ser creado fibra a fibra de azúcar, adornado con tanto hilos dorados como sentimientos, un ser que se derrite con cada palabra que infunde fuego en ella, y que se enfría, levantando la pared más fuerte, con aquellas que llegan como témpano ante ella. Luego, aparece aquella cubierta que es más que piel, una cubierta conductora de emociones, de latidos, de vibraciones. Y apareció la mujer, y con ella la dulzura de las cosas hechas con la delicadeza que nada más se encuentra en ese ser.
Finalmente, en una clase suya, el coordinador del proyecto FOKO en Madagascar, que prefiere usar el seudónimo SipakV, envió este poema en malgache e inglés.
“¿Qué hombre se quedaría?”
- No, es el que se fue
- No se iría él
Eres una mujer abandonada
Que nos avergüenza
Avergüenza a nuestra familia
Mira tu pelo
Mira tu cara
Mira cómo cocinas
Mira tu casa desordenada
¿Qué hombre se quedaría?
- Hice lo mejor que pude
Me corté el pelo, lo ordené
Puse crema perfumada en mi cara
Probé mi mejor cocina todos los días
Arreglé la casa
pero Ikoto e Ikala
Querían amor y cuidado
Él ni siquiera se dio cuenta
Llegaba a casa tarde cada noche
Ebrio de mujeres y alcohol
Mudo de rabia
Porque nuestra vida es horrible
Nuestros hijos se portan mal
Su esposa es fea
Y quiere darle una paliza a su pérdida
Borrarla en mi cara y cuerpo
Borrarla cada noche sin suerte
La última vez el comité del vecindario vino
Y me aconsejaron
Eres mujer
Resígnate
Aguanta hasta que llegue el final
Cuando el cielo venga a estrellarse contra ti
Y el Reverendo Padre llegue
Recuerda a Victoire Rasoamanarivo que dijo
Pero no busco felicidad en el otro mundo
Sino paz para Ikoto e Ikala es lo que busco
Viniste ayer madre y dijiste
él es mi todo
La violencia mi destino
La prisión mi sino
porque a dónde puedo ir
Mujer desempleada
Así que madre permíteme…
- Mira tu pelo
Mira tu cara
Mira cómo cocinas
Mira tu casa desordenada
¿Qué hombre se quedaría?