Colombia: se confirma la muerte de “Tirofijo”, líder de las FARC

Los colombianos se despertaron la mañana de hace dos sábados con las novedades de una gran historia. En una entrevista con la periodista de Semana María Isabel Rueda, el Ministro de Defensa Juan Manuel Santos declaró (o más bien, le dijo a Rueda como si fuera un “chisme”) que Pedro Antonio Marín, también conocido como Manuel Marulanda Vélez o “Tirofijo”, “debe estar en el infierno”. La entrevista se publicó en el sitio web de Semana’, un día antes de que la edición impresa llegara a las tiendas. Sin embargo, hubo cierto escepticismo inicial, porque la muerte de Tirofijo había sido anunciada varias veces desde los años sesenta.

La mañana del domingo, teleSUR difundió un video enviado por las FARC donde Rodrigo Londoño Echeverri, también conocido como “Timoleón Jiménez” o “Timochenko”, en un discurso de 12 minutos, celebraba el cuadragésimo cuarto aniversario de las FARC y confirmaba la muerte de Tirofijo el 26 de marzo “de un ataque al corazón, en brazos de sus compañeros.” Hay varias dudas acerca de dónde se grabó este video, con tres cámaras y facilidades de edición. Algunos alegan, debido a la vegetación [es] y al uniforme que Londoño usaba, que se grabó en Venezuela.

Boz brinda algo de contexto al contarnos quién es quién en la secretaría de las FARC, Adam Isacson de Plan Colombia and Beyond ve tres posibles «escenarios» post Marulanda:

1. Desintegración (25% de probabilidades). Llamen a esto el escenario de «Sendero Luminoso»: después que el grupo pierde a su fundador, se desintegra. Disciplina, comando y dirección ideológica desaparecen en gran parte con el máximo líder.
(…)
2. Mayor cohesión y aumento de acciones militares (35% de probabilidades). Para las FARC, los últimos años de Marulanda se han parecido a Cuba durante los últimos años de Fidel Castro en el cargo, o China esperando la muerte de Mao a mediados de los años setenta. Mientras una nueva generación esperaba su turno para mandar, el anciano fundador seguía manteniendo el poder de la toma final de decisiones, negándose a cambiar el curso – y quizá perdiendo contacto con la realidad – mientras su creación se estancaba. Si es que el sucesor elegido por Marulanda, Alfonso Cano, es realmente capaz de comandar a los restantes líderes principales de las FARC – un gran “si es que” – la FARC podrían volverse más peligrosas.
(…)
3. Fragmentación parcial (40% de probabilidades). Sin Marulanda, podría comenzar una lucha de poder dentro del próximo escalón del liderazgo de las FARC. Puede haber muchas purgas y cismas en la medida en que los moderados y los de la línea dura compitan por el control del grupo. (…) Como los bandidos y los cárteles de la droga que llegaron antes, este bache podría ser para los militares de Colombia más fácil de vencer en el término de los próximos cinco a diez años..

Isacson después publicó un post sobre las preguntas que surgieron a partir de la noticia de la muerte de Marulanda, teniendo en cuenta las aspiraciones presidenciales del ministro Juan Manuel Santos, la moral de la tropa de las FARC y  el supuesto “ascenso” de la facción “política” de las FARC.

Ricardo Buitrago Consuegra parece estar de acuerdo con Isacson en el tercer “escenario”:

[El] haber mantenido en secreto la muerte de su máximo comandante confirma el temor sobre las reacciones de militantes rasos y mandos medios al conocer la noticia. El anciano militante era el factor de cohesión y aglutinamiento en las filas subversivas, por lo que se prevén deserciones, pugnas y divisiones al interior del organismo delictivo. Las FARC, están en su peor momento y virtualmente derrotadas. Muy seguramente, como en el paramilitarismo, quedarán reductos de narcotraficantes disfrazados de militantes subversivos.

El blogger italiano Doppiafila [it] piensa que el ministro Santos ha “lanzado” su campaña presidencial para el 2010:

El anuncio (y la manera en que fue anunciado) marca el lanzamiento “oficioso” de la candidatura de Juan Manuel Santos a la presidencia en el 2010. Falta ver si todo ocurrió de acuerdo con Uribe o a sus espaldas. De ser cierto, el Ministro de Defensa le viene bien a EEUU: antichavista, político y oligarca tradicional, el hecho de que ahora venga asociado a la “derrota de las FARC” no puede ser mas adecuado.

Según algunos medios de comunicación, el presidente Álvaro Uribe estuvo algo molesto porque probablemente él mismo iba a anunciar la muerte de Tirofijo más tarde ese mismo día a “todos los medios, no solamente a uno”.
El periodista Jaime Restrepo, de Atrabilioso, critica las declaraciones del asesor presidencial José Obdulio Gaviria sobre la muerte del líder de las FARC, que alegó que“ya no existen”:

Que ‘Tirofijo’ esté muerto no significa que las FARC hayan descendido con él al sepulcro, pues las estructuras terroristas, aunque deterioradas, siguen vivas y con capacidad de cometer crímenes contra los colombianos: además de las estructuras en el exterior (sorprendente la parafernalia que armó Telesur en menos de 24 horas para difundir la noticia del mediocre terrorista muerto) las milicias urbanas continúan activas y dos o tres terroristas pueden detonar carros-bomba, comprar secuestrados o seguir practicando el plan pistola (sicarios que disparan contra miembros de las fuerzas de seguridad).

Los comentarios de Marsares de equinoXio sobre la “última muerte de Tirofijo” [es]:

Gracias a Marulanda y su degradada organización, la mayoría del pueblo colombiano cerró filas en torno a uno de los gobiernos más corruptos de la historia, comprador de conciencias, protector de paramilitares, cuidador de las grandes fortunas. Gracias a las FARC la izquierda democrática es satanizada y nos preparamos para la segunda reelección de un régimen excluyente que a cada paso destruye la legitimidad del Estado. Dicen que Marulanda murió de un infarto. También debió ayudar la soledad y la derrota. Su castillo de 44 años derrumbado, su enemigo más fuerte que nunca, con millones en las calles gritando “no más FARC”, con sus hombres robándose la plata, matándose para cobrar recompensas, entregándose o simplemente soñando con dinosaurios. ¿Estará en el infierno, como lo desea el ministro Santos? No lo creo. El infierno lo dejó aquí. Y como siempre, Marulanda volvió a escaparse.

El blog Colombia Hoy analiza las implicancias de la muerte de Marulanda en la sucesión del comando de la guerrilla y una negociación política con el gobierno:

Sin la muerte de Reyes, la transición del mando se hubiera producido de una manera natural, pero en las actuales circunstancias no parece muy viable que Cano consiga mantener la unidad de unos frentes cada vez más debilitados, aislados y asediados.
(…)
¿Aprovechará el gobierno la coyuntura para ofrecerle a las FARC una salida política que no puedan rechazar? ¿Entenderá el gobierno que es preferible ofrecer una salida negociada a unas FARC débiles y ad portas de una posible implosión, que buscar su destrucción definitiva al costo de su atomización en grupos aislados y la prolongación indefinida del conflicto armado? Es posible que el triunfalismo dentro del gobierno y el odio contra las FARC sea un obstáculo para encontrar salidas que sean menos costosas en términos de vidas humanas e inclusive económicos.

Álvaro Ramírez Ospina, además de desconfiar de la confirmación de las FARC sobre la muerte de Tirofijo, recuerda cómo ha cambiado con el tiempo [es] la manera de referirse al líder de la guerrilla:

Tirofijo es tan viejo como la guerra de guerrillas en Colombia. Fue campesino, y por efecto de su incorporación a la política y las armas, pasó a ser bandolero (en la época de la llamada “Violencia”, años 50 y 60); luego se convirtió en guerrillero, bandido, criminal y recientemente alcanzó la “diploma” de terrorista, por obra y gracia de la clasificación establecida por el gobierno de Bush.

El cronista utópico Daniel Ramos se refiere al apasionado discurso de Timochenko:

[C]uando escuchaba a Timochenko diciendo que la humanidad no conocía a otro líder de la magnitud de Tirofijo, primero pensé en los grandes líderes (Jesucristo, Buda, Gandhi, Lincoln, Bolívar, etc.) y luego en que Timo estaba hablando evidentemente en otro contexto, estaba lanzando un nuevo tag a la nube de las FARC. La crónica utópica de las FARC es triste, dolorosa, de reseñar. Creo que la declaración de Timo es una clave para comprender por qué salió tan mal: la pérdida total de las proporciones. Imaginémonos una guerrilla de 10.000 hombres que se quiere tomar el poder en un país donde 12 millones de habitantes salen a manifestarse para decirles “No más”. Ningún presidente colombiano ha obtenido tal cantidad de votos. La maquinaria del Estado, los medios de comunicación, la publicidad desbordada de las campañas electorales nunca han sido capaces de convocar a tantos colombianos alrededor de un mismo propósito. Un genio político como Marulanda –al decir de Timo— jamás debió desestimar este indicador de legitimidad.

Foto miniatura de Bastian y usada bajo licencia de CC.

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