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Angola: ¡Se va, se va, se fue!

Categorías: África Subsahariana, Angola, Desarrollo, Economía y negocios, Historia

La Plaza Kinaxixe en 1969 con el Mercado Kinaxixi en el fondo. Foto de Victor Santos [1]. Ver su galería de fotos Luanda en los años 70 [2].

Similar a lo que pasó con el bello palacio Doña Ana Joaquina, el histórico Mercado Kinaxixi fue demolido tras una larga espera, tiempo en el que las propuestas abarcaron desde la restauración hasta la demolición. Muchos, como Diuska [3] [pt], todavía no creen haber visto la destrucción del mercado:

Este simbólico lugar en Luanda del que mi abuela recuerda y nos cuenta acerca de los olores y colores que venían. Donde iba a comprar fruta, antes de regresar a casa en Largo Ferreira do Amaral, justo al lado [del mercado], está cayéndose de una manera tan cruel. Una manera impuesta, una manera que se supone que no debe ser. ¡Kinaxixi tiene el inalienable derecho de caerse solo! Nunca pensé que vería a dioses y hombres juntos en una sola misión: derrumbar Kinaxixi. No sé quién tramó esto, no sé quién estuvo detrás de esta decisión, pero por supuesto no olvidaré las caras de estupefacción de los peatones que veían el polvo levantándose por el aire.

Foto exclusiva tomada el día que derrumbaron el Mercado Kinaxixi, gentilmente concedida por José Manuel Lima da Silva, usuario de Flickr Kool2bBop [4]

Hasta el 2003, este sitio histórico albergó al mayor mercado de verduras de Luanda, pero las cosas empezaron a cambiar después del retiro y transferencia de comerciantes locales a otros mercados. En ese momento, se habló de renovación y eso era lo que los comerciantes y la población esperaban que pasara, pero dos años más tarde el mercado fue condenado al abandono. Fue entonces que se difundió la noticia de la venta a una compañía privada.

Esto fue seguido por el primer proyecto desarrollado por una empresa con socios portugueses, que planificaron la destrucción parcial del mercado. Por las razones que fueran, desconocidas para el público en general, el proyecto original condujo al plan de construir un centro comercial [5] en sociedad con el grupo Macon – una empresa de transporte público. La inversión para el centro comercial fue presupuestada en alrededor de 30 millones de dólares para un alquiler de 20 años.

Según Anabela Quelhas [6] [pt], que ha estado haciendo campaña para la renovación de Kinaxixi desde el 2006, el proceso de demolición es casi siempre el mismo, y refleja la devaluación de la herencia frente al poder económico. No solamente en Angola ocurre de la siguiente manera:

Falta de mantenimiento
No está conforme con las nuevas regulaciones.
Conflictos deliberados con el tráfico de los alrededores
Fuerte competencia con los centros comerciales
Exagerada vigilancia
Aceleración de la degradación
Acumulación de basura
Hacer que los medios hablen sobre alternativas y manipular a la opinión pública
Dar visibilidad a la degradación del espacio físico
Olvidar lo que muchos intelectuales dicen
Dar el edificio para publicidad y graffiti
Permitir la ocupación ilegal, preferiblemente por sinvergüenzas
Demolición o incendio

Las opiniones están divididas. El descontento de los habitantes de Luanda se refleja en este texto, del blog de Mankakoso [7] [pt]:

No sé cómo quieren tener [parámetros del] primer mundo para negocios, los mejores dispositivos tecnológicos cuando ni siquiera pueden resolver problemas medievales como servicios sanitarios básicos. Me lo imagino. De noche, todo el centro comercial estará iluminado y los edificios que lo rodean estarán en oscuridad, y apestosos. De día, los peatones serán como un ejambre de moscas bullendo alrededor del centro mientras que los balcones cúbicos (de las casas) tienen líneas llenas de lino mugriento y agujereado. Zungueiras (vendedores ambulantes) vendiendo bolsas de plástico, bikinis, sandwiches de atún, chorizo, y niños en la calle lavando los autos en el estacionamiento del Centro Comercial Kinaxixi. Las tiendas del centro comercial no tendrán teléfonos para que se pueda enviar faxes o emails a los proveedores en el extranjero y más allá. Las tiendas en el centro comercial sin agua, etc… Amigos, sin duda necesitamos un centro comercial. Pero primero tenemos que tener agua de caño, electricidad todos los días y comunicación. Necesitamos caminos pavimentados en vez de los que tienen tremendos huecos para permitir un mayor flujo de tráfico, para que camiones con mercadería para el centro comercial no se queden atrapados en los denominados atascos de tránsito rutinarios en esta ciudad. He oído varios comentarios acerca de la construcción del centro comercial de Kinaxixi y los millones de dólares que van a gastar y concluyo: son en vano. ¿Cuál es la importanca de este centro comercial para los angoleños que no tienen colegios, hospitales, electricidad y están sin agua potable?

Los arquitectos angoleños y portugueses están horrorizados con esta masacre histórica y aunque han protestado en contra de la demolición y han organizado una petición [8] [pt], sus voces no han sido escuchadas y no pudieron hacer nada para salvar el mercado. Manuel Correia Fernandes, arquitecto portugués, dijo al periódico portugués Público que “únicamente podemos llorar lágrimas de todos los tamaños ante este acto barbárico. Era una pieza de arquitectura con enorme cantidad de calidad, una bella copia del modernismo de Corbusian, pero con gran autonomía.”

Foto exclusiva tomada el día en que demolían el Mercado Kinaxixi, gentilmente concedida por José Manuel Lima da Silva, usuario de Flickr Kool2bBop [4]

El Mercado Kinaxixi fue construido en los años 50, bajo la batuta de Vasco Vieira da Costa, arquitecto portugués educado en la Escuela de Artes Finas de Oporto, Portugal. Viajó a París y trabajó ahí durante un tiempo con el arquitecto francés Le Corbusier. El Mercado de la Ciudad de Luanda fue su primer trabajo en la capital angoleña. Kianda [9] [pt], que creció yendo al mercado con su padre los sábados en la mañana, recuerda:

Es un edificio enumerado en los libros de arquitectura como una referencia universal conceptual y constructiva, el edificio refleja los elementos básicos de pensamiento de arquitectura tropical, es decir, ventilación a lo largo, el uso de techos grandes y altos, control de luminosidad, protecciones desde el sendero oeste de incidencia solar, una relación espacio/ventilación, comodidad humedad/térmica.

Como dije en las líneas de introducción de este texto, el gobierno angoleño hizo algo similar hace unos diez años con el Palacio Ana Joaquina, que había sido construido durante el siglo XVIII y clasificado como “propiedad de interés público” en 1951, y fue sujeto de tasación técnica por parte de los expertos de la UNESCO algunos años antes debido a su gran importancia. A pesar de las protestas, desde historiadores y especialistas en arquitectura y técnicos, el gobierno llevó a cabo la destrucción del palacio solamente para construir una réplica poco después, donde todavía aloja la Corte Provincial de Luanda.

Opiniones divididas

Algunos creen que estos son signos de los tiempos modernos, como OTB [10] [pt], uno de los más de 60 comentaristas al post de Kianda [9] mencionado líneas arriba:

Acerca de Kinaxixe. Abajo con él. Los países necesitan modernizarse. Detengamos el derretimiento y el hundimiento de las antigüedades. El mundo es dinámico, la vida es dinámica. Abajo con él y construyan algo que sea útil para los angoleños. Ana Joaquina fue el comienzo, Kinaxixe sigue y a otros los demolerán para que algo útil ocurra en la Moderna Angola y sin recuerdos de un pasado condescendiente y servil.

De otro lado, Wilson Dadá [11] [pt] dice que una cosa no quita la otra, y con la demolición fue la desenfrenada especulación inmobiliaria quien ganó la situación:

Para los que como yo crecieron yendo todos los domingos a ese mercado de camino a la clase de la Iglesia Metodista, no es fácil aceptar un ataque enorme al legado de nuestra ciudad.
Por supuesto, no nos oponemos a que surjan centros comerciales o rascacielos, pero no podemos aceptar que los construyan destruyendo toda la historia y la memoria de esta ciudad, en un país donde hay tanto sitio para nuevos proyectos, para la construcción de nuevas ciudades.

Foto exclusiva tomada el día en que demolían el Mercado Kinaxixi, gentilmente concedida por José Manuel Lima da Silva, usuario de Flickr Kool2bBop [4]