Wanderley Filho compara, irónicamente, los éxitos políticos brasileros de vivir en Second Life: un mundo paralelo. «La programación electoral en televisión es un bálsamo para consolar a aquellos ciudadanos que imaginaron que sus anteriores gobiernos no habían hecho nada en los últimos cuatro años. En pocos minutos, el error se aclara y, con sorpresa, descubrimos que hemos hecho una interpretación errónea y que las cosas suceden a un alucinante ritmo (…) con una pequeña ayuda de los gráficos de la computadora es posible crear una administración paralela.”