Aguas desbordadas del huracán Hanna – Foto cortesía de haitianchildrenshome.org; usada con permiso. Visita su galería de fotos de Flickr.
Haití no necesitaba otra tormenta tropical, mucho menos otro huracán. Pero la temporada de huracanes del Atlántico puede ser muy cruel; las tormentas golpean el Tercer Mundo igual que lo hacen con el Primer Mundo, pero para los países en desarrollo el proceso de recuperación parece ser mucho más lento y más desafiante.
A medida que Hanna descendía sobre la isla, trajo con ella más lluvias, más inundaciones y más muerte.
Friends for Heath dijo que “como con la mayoría de cosas en Haití”, estaban a merced de las fuerzas de la naturaleza:
Tuvimos otras 24 horas de fuertes vientos y lluvias torrenciales a medida que Haití sentía los efectos de la cercana tormenta tropical Hannah. La lluvia empezó alrededor de la medianoche del lunes y cuando nos despertamos ayer por la mañana, nuestro techo tenía varios centímetros de lluvia, el depósito de almacenamiento estaba inundado y había varias ramas de árboles en el patio. Llovió por ratos todo el día, con pesados vientos intermitentes, pero no sufrimos daños posteriores. Hablamos con amigos en Puerto Príncipe, que dijeron que varias áreas allá se habían vuelto a inundar. El área más afectada fue Gonaives y St. Marc, con extensas inundaciones que dejaron a miles sin hogar.
Konbit Pou Ayiti coincidió en que «a veces puede ser difícil de creer que la Madre Naturaleza no es cruel”, y publica fotos que llevan el tema a casa:
Haití es el país en esta región menos capaz de capear un temporal de cualquier tamaño. Incluso una fuerte lluvia puede resultar en muerte y destrucción. Durante la semana pasada, dos grandes tormentas asolaron Haití. El huracán Gustav fue un huracán de categoría 2 cuando llegó a tierra en Jacmel, con vientos en el área de 145 kilómetros por hora y lluvia torrencial. A comienzos de esta semana, el huracán Hanna asestó un segundo golpe a la isla, y dejó a los pueblos de Gonaives y Les Cayes debajo del agua.
Los restos de una casa luego del huracán Hanna – Foto cortesía de haitianchildrenshome.org; usada con permiso.
Varios bloggers, desanimados por el desalentador prospecto de enfrentar aún más pérdidas y daños de lo que tuvieron con Gustav, se volcaron a la oración. RHFH Rescue Center fue práctico al respecto:
Haití no puede soportar un huracán de categoría 3. No podemos. ¡Por favor recen!
The Haiti Lady esperaba que sus oraciones ayudarían a las miles de familias afectadas por la tormenta, y anotó que “la mortalidad de Haití por Hanna duplica a 137″ y “unas 250,000 personas están afectadas en los alrededores de la cuarta ciudad más grande del país.”
Prayerforce.Org entró en la acción blogger de oración justo en el momento en que Hanna asolaba en las Bahamas:
Ha matado a más de 90 personas en Haití debido a inundaciones y deslizamentos de tierra, además de los 75 haitianos que murieron a causa del huracán Gustav.
Haití, un país emprobrecido de nueve millones de almas. Ya estaba al borde de morir de hambre antes de estas dos tormentas. La mayoría de haitianos vive con menos de $2 al día y el meteórico aumento del precio del petróleo, junto con la manipulación de los mercados globales por los fondos de inversión, ya habían causado escasez de comida.
árbol arrancado – Foto cortesía de haitianchildrenshome.org; usada con permiso.
Haiti Reborn publicó enlaces con varias historias de los medios de comunicación acerca de los daños, y dijo:
Decenas de miles de haitianos están atrapados en la inundada ciudad de Gonaives en una espantosa repetición de lo que pasó con el huracán Jeanne en el 2004.
The blog, junto con Dying in Haiti, publicó también e-mails de la gente que dio relatos de primera mano de los daños:
En Gros Morne casi no tuvimos una gota de Gustav pero no dejó a Hanna seguir después que Hanna nos golpeó fuerte. Está peor que el huracán Jeanne acá.
Mucha pérdida de propiedad y de jardines. Cinco casas en la ciudad fueron arrastradas al río Mancelle.
No tenemos muchos reportes porque los caminos están dañados y los teléfonos no funcionan en muchos lugares. Gonaives está espantoso debido a Hanna, y Ike y Josephine están en camino.
A noroeste de Haití, en las Bahamas, Nicolette Bethel estaba dando un enfoque de esperar y ver:
Estoy acá sentada, una tormenta tropical se ve activa para el área, mientras que tres tormentas se alinean y apuntan hacia nosotros.
De ellas, la que me preocupa más es Ike — un decente huracán categoría cuatro que en este momento se dirige derecho a Nassau.
Hoy, publicó esta actualización:
Hanna ha pasado sin incidentes, como se esperaba. Ike se debilitó y ha volteado un poquito, así que el ojo ya no se dirige a New Providence sino más al sur. No sabemos qué va a pasar, pero ahí está.
Tenemos los ojos puestos en la tormenta.
Tener los ojos puestos en la tormenta es realmente todo lo que un caribeño puede hacer hasta que la temporada de huracanes de este año termine.