- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Palestina: Fatah y Hamás llevan su lucha a los colegios

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Palestina, Educación, Guerra y conflicto, Juventud, Política, Protesta, Religión

El 24 de agosto debieron haber comenzado las clases para los alumnos en los colegios del gobierno de Gaza, pero en cambio fue el comienzo de una huelga de una semana convocada por el sindicato de profesores dirigido por Fatah [1], en protesta por la interferencia de Hamás [2] en la educación. En este post, un blogger, él mismo un escolar, nos da una perspectiva de cómo la lucha política interviene en su educación.

En la Franja de Gaza controlada por Hamás, el Sindicato Palestino de Profesores es uno de los pocos baluartes que le quedan a Fatah, y tiene el apoyo de la Autoridad Nacional Palestina [3] (PA, por sus siglas en inglés) de Mahmoud Abbas [4] Palestinian Authority [5] (PA) en Ramala. Convocó a una huelga durante la primera semana del año escolar para protestar por la transferencia de docenas de profesores, transferencias que adujeron fueron hechas para que Hamás pudiera instalar a sus partidarios en puestos clave [6]. Los profesores se vieron en el medio del conflicto entre Hamás, que controla la administración de Gaza, y la PA en Ramala, que les paga sus sueldos. Fueron amenazados con recortes de salarios o con despidos si rompían la huelga, o si aceptaban un ascenso (indicando lealtad a Hamás); pero si iban a la huelga entonces se arriesgaban a que Hamás los sacara del trabajo [7]. En tanto que Hamás negó que estuvieran reemplazando al personal, tan pronto como la huelga comenzó, trajo a cientos de nuevos profesores. El Ministro de Educación de Hamás estimó que 2,000 de los 9,000 profesores de colegio del gobierno habían sido reemplazados [6].

Mutasharrid  (‘persona sin hogar’ o ‘vagabundo’) es estudiante de Khan Yunis [8], al sur de la Franja de Gaza Strip, y explica qué pasó durante la primera semana del año escolar [9]:

‘¿Así que mañana vas al colegio?’
‘No, la primera semana hay una huelga de profesores.’
‘¿De verdad? ¿Quien dice? ¿De qué se trata la huelga?’
‘El sindicato de profesores ha decidido hacer huelga debido a lo que Hamás está haciéndole a la educación.’
‘Ajá…¿Y qué está haciéndole Hamás a la educación?’
‘Están sacando profesores jefes de secundaria y los están poniendo en primaria, y designando profesores jefes entre los suyos, y despidiendo personas y arrestándolas, y …’

Estado: sin comunicación.

En verdad estoy totalmente confudido; ¿dónde puedo empezar, cuando a la vez no sé dónde voy a terminar? Es un tema que definitivamente no tiene límites claros. … Soy un alumno tawjihi [10] [alumno del último año de secundaria], y como otros alumnos, el primer día del año académico (24 de agosto) el colegio fue una alquibia [11] [la dirección en la que rezan los musulmanes] para nosotros, y lo digo con toda seriedad. Nada me sostenía además del anhelo por mi colegio al que amaba, y por los profesores y otros trabajadores por los que siento cariño y donde he estado por años. Están acostumbrados a nosotros, y nosotros nos hemos acostumbrado a ellos, como si fuéramos ‘una familia’. Tal vez este término esté muy usado en los medios y repetido mucho…pero lo digo en serio.

Me sorprendió la situación real cuando llegué al colegio. Parecía que la huelga era real, y exitosa a gran escala, lo que deduje por la presencia de solamente cinco profesores en un colegio con un personal docente de más de 20 personas. Miré a izquierda y derecha…El colegio estaba vacío salvo por una cantidad de alumnos y algunos ‘extraños’. Al comienzo pensé que había nuevos profesores, y en verdad no presté mucha atención. Caminé de regreso a casa, y no regresé hasta una semana después – esto es, después del periodo oficial de la huelga como fue decretado por el Sindicato de Profesores (¡rama de Ramala!).

Mientras tanto, averiguamos que la policía del gobierno depuesto [de Fatah] arrestó al profesor jefe de nuestro colegio y lo despidió, y le impidió trabajar en el sector educación. Hasta ayer estaba en el Hospital Nasir en Khan Yunis, y no exagero cuando digo que estaba en un estado parecido a un colapso nervioso cuando algunos amigos y yo lo visitamos. Su estado mental estaba peor de lo que yo estaba preparado para ver. Era el profesor jefe con cuya sabiduría al dirigir nuestro colegio por más de seis años nadie había nunca estado en desacuerdo. A lo largo de los años previos el nivel de nuestro colegio había sido de los más altos en Khan Yunis, tanto en temas académicos como en otras áreas como deportes.

Oficialmente regresamos al colegio el 1 de setiembre, a pesar de las sorpresas que nos habían sorprendido diariamente desde ese momento. Por ejemplo, el profesor jefe del colegio porta un revólver, y un funcionario de la Fuerza Interna de Seguridad [dirigida por Hamás] se pasea por los corredores de nuestro colegio de rato en rato, mirándonos a los ojos de manera experta. Después llegaron profesores nuevos, ¡la mayoría de los cuales son graduados de la universidad de ley Islámica! Uno de ellos aparece en nuestra clase como profesor de matemáticas, ¡y nos pidió preparar las primeras 20 páginas de nuestro libro el primer día! Las sorpresas fueron mayores de lo que podíamos captar tan rapido; ¿de verdad tenemos que enfrentar con el tema como hecho, y empezar a coexistir con esto? No sabemos… Especialmente en la sombra de la ruinosa lucha entre el sindicato de Ramala y el gobierno de Gaza… La duración de la huelga de un día a otro, y la amenaza de los recortes salariales, simplemente aumenta el insulto, y perfecciona los brazos cruzados, y no hay más que desarrollo de los métodos de herir y difamar a otros. ¿Y nosotros? Atrapados entre el martillo de Ramala y el roble de Gaza, rezamos para que Dios preste un poquito de atención a nuestro problema.

Este es el momento en el que debíamos haber hecho grandes progresos en nuestro sustancial curriculum; en cambio, les daré un esbozo de lo que hemos estudiado y aprendido en los últimos días, hasta este momento:
-hemos aprendido cómo las lecciones podían terminar a la misma hora en que empezaron cada mañana
-aprendimos muy bien cómo sentarnos en una clase, perfectamente callados, sin la presencia de un profesor por una cantidad de horas de clase
-también aprendimos que este profesor había recibido un recorte en su salario, pero que otro profesor todavía no lo había recibido

De hecho, aprendimos muchas cosas, a pesar que todavía no tenemos la respuesta a la pregunta que nos da vuelta en nuestras mentes, la única cosa que estamos interesados en tratar de entender en esta tempestad que ruge alrededor de nosotros como estudiantes:

¡¿Dónde estamos en todo esto?!

Al momento de escribir algunos profesores seguían en huelga.