Vika, quien vive en Jerusalén, enumera las razones de por qué se siente abatido estos días, incluyendo un reciente entendimiento: “Mi estado de ánimo toca fondo este mes cuando me di cuenta la razón por el ruidoso y constante martilleo y excavación que nos ha plagado todo el verano… es el comienzo de un muro que circundará una villa palestina y la separará de Jerusalén y de sus vecinos”.