R.D. Congo: Situación de los Derechos Humanos y de la violencia de género en Kivu Norte

En el Día Internacional de los Derechos Humanos y, bajo el lema “Todos los humanos tienen derechos” [ing], se celebró este año el 60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. También fue el último día de la campaña anual 16 días de activismo contra la violencia de género [ing]. No obstante, en muchas partes del mundo la situación de los derechos humanos dista mucho de ser la ideal y la violencia de género es una amenaza diaria. Uno de esos lugares es la provincia de Kivu Norte, en la República Democrática del Congo, tal y como se puede observar en este resumen realizado a partir de blogs escritos por cooperantes que trabajan en la región.

A modo de introducción, el periodista Michael Kavanagh nos recuerda:

Llevo cinco años como corresponsal en la R.D.C. y no hay nada que me frustre más que los comentarios desdeñosos que a veces me encuentro sobre cuán endémico es el conflicto en África.

Rara vez la violencia es irracional; casi siempre tiene una causa fundamental que puede tratarse. Lo que ocurre es que con frecuencia estamos demasiado ocupados o somos demasiado vagos como para aprender lo suficiente sobre una situación y descubrir las causas.

Hace unos días Rebecca Wynn, portavoz de Oxfam, escribió sobre los desplazados en Kibati [ing], al norte de Goma:

Los niños que me encuentro aquí en Kibati en la República Democrática del Congo van al colegio, pero no reciben educación alguna. La escuela es el lugar donde duermen. Es su hogar. Desde que huyeron de la violencia que se desató en sus aldeas, es donde han dormido, acurrucados unos junto a otros y con hojas en lugar de colchones.

[…] Hay 21 aldeas en Kanyaruchinya que rodean los campos de Kibati. Cuatro de estas aldeas se hallan completamente vacías y el resto están llenas de miles de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares. Antes de los recientes enfrentamientos la población de aquí no sobrepasaba los 19.000 habitantes, pero se estima que en el último mes unas 50.000 personas han llegado a los campos y las aldeas de la zona. De las familias de aquí, el 65% está acogiendo a los desplazados. No obstante, hay mucha gente viviendo en espacios públicos como escuelas, iglesias u orfanatos.

Gina Bramucci del Comité Internacional de Rescate (IRC por sus siglas en inglés) también escribe sobre el campo de desplazados de Kibati [ing], en el que unas 5.000 personas viven “en refugios poco seguros: estructuras hechas con ramas, plásticos que sirven de techo, hojas de banana secas que cubren huecos y actúan como barrera contra el viento”:

La distribución de leña en Kibati es importante por diferentes motivos ahora mismo […] En las zonas de conflicto los civiles se exponen a un riesgo mayor de sufrir ataques violentos cuando salen fuera del centro o de los campos en búsqueda de leña y agua. En el Congo, los grupos armados pueden golpear, intimidar y forzar a trabajar a hombres y niños. Pero la tarea de recoger leña recae en las mujeres y las niñas, y para ellas el riesgo es mucho mayor.

El peligro del que habla es, por supuesto, las violaciones. Elizabeth Roesch, experta en cuestiones de género que trabaja para la organización CARE, cita a una joven en un campo de desplazados [ing]:

El otro día pregunté a una joven que había huido de los recientes enfrentamientos cuándo volvería a casa y respondió: “Mientras que haya guerra, no volveremos. ¿Cómo vamos a volver y arriesgarnos a que nos violen? Cuando salimos a buscar agua, cuando vamos por los campos, tenemos miedo.” Otras mujeres asienten con la cabeza y de repente comprendo la eficacia de las violaciones como arma para aterrorizar a comunidades enteras.

Stop the war in North Kivu, un blog escrito por un cooperante anónimo que trabaja en Goma, ofrece un breve vídeo sobre los campos de desplazados:

Stop the war in North Kivu también escribe sobre los “impuestos” no oficiales [ing] que el CNDP (el grupo rebelde liderado por Nkunda) ha impuesto a los civiles en la zona que tiene bajo su control:

-Camión largo: 2.000 dólares por pasar.
-Camión pequeño: 500 dólares por pasar.
-Peaje por vehículo: 50 dólares.
-Si sólo llevas una bolsa con algunas cosas que podrían venderse en el mercado: 5 U$
Por aquí se dice que el CNDP es una fuerza disciplinada en el sentido que no saquean a la población. Ahora comprendo que simplemente no necesitan hacerlo. Con este tipo de impuestos, el pillaje resulta completamente innecesario. Mientras tanto, en Goma el precio de los productos de primera necesidad como las judías se ha triplicado en los dos últimos meses.

Emily Meehan, responsable de comunicaciones para el IRC en Goma, escribe sobre su reciente llegada a Kivu Norte:

[A principios de año] leía sobre la República Democrática del Congo y, en concreto, sobre Kivu Norte, y me preguntaba por qué no teníamos más noticias de la crisis humanitaria existente en la zona. Pensé en las mujeres y niñas que han sido violadas y torturadas por grupos armados. Imaginé que Goma, la capital de Kivu Norte, era una ciudad asediada, con morteros explosionando, ventanas hechas añicos y metralletas abriendo siempre fuego en la distancia. Me imaginé a hordas de civiles huyendo de los disturbios que se producían en las calles, gritando, gimiendo y cayendo al suelo. Mi imaginación distaba mucho de la realidad.

Llegué a Goma el mes pasado […] y pronto vi que esta tragedia no era tan obvia. En el Congo la gente lleva mucho tiempo viviendo en guerra. No es algo excepcional. Siguen adelante, con el “botón cotidiano” en posición de emergencia.

Iker Zirion, que trabaja para Veterinarios sin Fronteras (VSF) en Butembo, escribe una parábola para ilustrar la complejidad del conflicto armado en Kivu Norte en lo que él llama “Tres causas. Un mismo efecto”:

Un soldado de las Fuerzas Armadas de la RDC que huye del frente entra en casa de Vital Kagheni buscando algo de comida. Le golpea. Aprovecha para robarle el dinero y el móvil. Más tarde, vuelve con otros dos soldados. Quieren algo más que dinero. Quieren a su mujer.

Al otro lado de ese frente del que huyen, el CNDP toma varias localidades. En la escuela de una de ellas, encuentran a Bertrand Kitambala. Tiene 13 años. En algunos países, hay personas que creen que esa edad es suficiente para empuñar un arma. Desgraciadamente, la RDC es uno de esos países.

Un miembro de las FDLR está escondido en el bosque. Lleva ahí mucho tiempo. Está cansado y tiene hambre. Hacia él se acerca, sin saberlo, Kakule Lukumbuka. Lleva una cabra atada con una cuerda. Cuando llega a su altura, el FDLR sale de su escondite y le dispara. Pero no antes de arrebatarle la cuerda de las manos. No tiene ganas de correr y no quiere que el disparo haga huir a la cabra.

En otro post, Iker Zirion cuenta que hay que empezar de cero:

“¡Buenas tardes! El día ha pasado sin incidencias, pero en un ambiente de tristeza para casi todo el mundo. Nada se ha salvado. Hay que empezar nuevamente de cero”, nos dice vía sms APRONUT, oenegé de desarrollo congoleña y una de nuestras contrapartes en Kirumba.

No es la primera vez. La población de la zona ha tenido que comenzar de cero varias veces desde la década de los noventa hasta hoy. ¿Qué se puede responder a un sms como ese? Yo, desde luego, no lo sé. Afortunadamente, otra persona del equipo tuvo más capacidad de reacción: “¡Animo! Empezaremos de nuevo todos juntos”.

Ambas fotos son de Iker Zirion

1 comentario

  • Carlosfan

    Viví en el 2005 en Goma, dirante un año, pude ver la dificil situación de la población en medio de armas que defiendes intereses poco conocidos y que se escudan en conflictos tribales. ¿hasta cuando debemos soportar, cuántos muertos más para que los poderosos paises ayuden? o ¿quienes son los interesados en continuar el regimén de terrorismo e inestabilidad?

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