Muchos camerunenses radicados en el extranjero recuerdan los momentos especiales que pasaron en casa durante las festiivdades de Navidad. Bamenda Babe que bloguea en My African Father es una de ellos. Esta escritora en ciernes hace un interesante artículo de sus recuerdos:
Estoy echando de menos un Camerún seco, cubierto de polvo y la época de Navidad allá. Siempre fue un momento mágico para mí. Mis hermanos y yo nos torturábamos a nosotros mismos con la emoción de los días previos a la Navidad. Nos despertábamos llenos de vida y temprano ese día solamente para asegurarnos que los regalos estaban ahí. Los contábamos en silencio, muchos antes que la casa se moviera. Construíamos profundos cimientos de resentimiento hacia los que recibían la mejor parte de los regalos. Gritábamos injusticia, después nos arrastrábamos de vuelta a la cama y esperábamos que las cosas se desarrollaran. “Tal vez Hermano tiene más regalos que yo, pero el mío será más dulce que el suyo”. Había iglesia la mañana de Navidad. Si podíamos evitarla, la evitábamos, pero si Padre decía que era necesario, entonces éramos (en el mejor de los casos) renuentes asistentes a la iglesia. Pero los brillantes vestidos y zapatos –la ropa de Navidad crujiente, nueva, que la gente usaba– siempre eran una delicia. Y nosotros usábamos la nuestra también, fresca de la envoltura china de burbujas o de la sastrería de Bamenda. Entonces besábamos y adorábamos los regalos y la deliciosa comida con nuestros ojos, dedos y bocas.
Ciertamente, Bamenda Babe se sintió conmovida por los cantos de una grupo de niños captados en video por un voluntario del Servicio de Ultramar en el pueblo de Bamenda en su nativo Camerún que bloguea en Our Man in Cameroon. Debajo pueden ver el video que publicó en su blog:
En la sección de comentarios de ese post, Our Man in Cameroon explica un poco más acerca de los niños en el video:
….para darles una pista sobre los dos niños a la derecha, se aparecieron ese día, y el niño a la izquierda no está mucho por acá – los demás son frecuentes en mi puerta – donde tocan y gritan hasta que el hombre blanco sale a jugar.
Como sea, es una tarjeta de Navidad.
BB – la niña en el medio es Mimi – toda una superestrella local – a pesar de haber cumplido tres el día que grabé esto, parece ser una de esas niñas que todo el mundo adora.
Me tropecé con esto, como normalmente pasa, mientras iba a trabajar esta mañana y ella me abrazó por las rodillas. Después espera que camine unos 10 metros y me hace adiós, después otro adiós tras otros 10 metros – hasta que lo grita a la distancia.
Compré un paquete de baratijas para la fiesta de Navidad de los voluntarios para que todos tengan un poquito – ese pedazo en particular en la película era el último – no podían decidir quién se lo quedaría – así que lo cortaron en 6 pedacitos.
Que todos tengan una buena Navidad…
Desde el blog de otro extranjero en Mbingo, una aldea en el cortazón de la región noroeste de Camerún, tenemos otro punto de vista acerca de la Navidad camerunense. Christine de Mbingo Was its Name escribe acerca de la celebración en el hospital local en el que trabaja:
¡Y ayer fue la fiesta de todas las fiestas! Fue una combinación de celebración de Navidad/ jubilación de nueve trabajadores del hospital, incluyendo nuestro administrador del hospital, los padres de dos de nuestros anestesistas, y del fisioterapeuta extranjero Pat (¡acá desde 1973!). Fui a la cocina a las 7am para ver cómo podían cocinar (en fuego abierto) para más de mil personas. La gente había estado trabajando desde las 5am, la mayoría de ellos como voluntarios. ¡Mis fotos están todas borrosas debido a la cantidad de humo en la cocina! Uno no puede más que sorprenderse ante lo que las personas acá pueden lograr.
En Camerún es costumbre tener una post fiesta en la casa de las personas que celebran un acontecimiento y Christine resume cómo tuvo ánimo de bailar:
Había otra gran fiesta – enormes cantidades de comida (las mujeres habian estado levantadas hasta las 3am cocinando), y los miembros locales del coro de la iglesia cantaban a todo pulmón, con tambores surtidos e instrumentos audibles desde casi un kilómetro de distancia. De nuevo me arrastraron para saludar a Pa, y tomar mi coca cola – y cuando salí, el baile ya había empezado. Los cantantes ahora bailaban en un círculo mientras los tamborileros estaban en el medio, y todos los niños (algunos cargando hermanos bebés en la espalda) bailaban en su propio círculo más pequeño al medio. Más y más personas se unieron, y finalmente una de las mujeres extranjeras mayores se unió y me jaló también. Fue tan divertido – no más que mover los pies y entrar en el círculo, pero la atmósfera es lo que es encantadora, solamente la pura alegría de estar vivos y reconocer la bondad de Dios. Estas personas de verdad saben cómo celebrar, ¡y nosotros los occidentales podemos aprender tanto de ellos!
En noviembre del 2008, Meenosha de Pink Post ya estaba pensando acerca de la Navidad. Ella reveló cómo dejó de creer en Padre Navidad:
Tenía unos cinco años, y acababa de oir la novedad de que el señor JoJo venía a nuestro colegio. ¿Se imaginan cómo me sentí? Yo sonreía, como si me hubieran dicho que Dios venía o algo así. Recuerdo que el día anterior no dormí. Todos nos vestimos como quisimos, sin uniforme (yo era una princesa hawaiiana, con mi ropa de dos piezas y mi rosa rosada puesta en mi rebelde pelo dífícil de peinar). Cantamos villancicos en el camino al colegio, y ansiosamente esperamos a que nuestro héroe llegara….
Entonces Papá Noel se aparece en el salón…
¡ES NEGRO!
¡ES LARGIRUCHO!
¡NADA EN SU TRAJE!
Y para colmo: ¡no dice “Jo-Jo-Jo”! Perezosamente dice: “Bonjour les enfants” (buenos días niños), y entrega una delgada bolsa llena de … ¡caramelos! ¿Quién le dijo que yo quería caramelos? ¡Recibo bastantes de mi mamá! ¿acaso no recibió mi lista con pedidos? Yo quería una muñeca Barbie en una mansión, un vestido de princesa, ¡y una casa para jugar! Mi mundo se derrumbó en pocos segundos…
Hablando de shocks relacionados con Papá Noel (Padre Navidad en África) Jess en Buea, la región sudoeste de Camerún dijo esto en su blog Jess does da ‘Roon:
Disculpen el juego de palabras, pero todas las Navidades en África son blancas para mí… solamente que sin nieve. Entré al sitio de Internet del costado y estaban tocando éxitos fantásticos como “Sueño con una blanca Navidad” y “Vi a mamá besando a Papá Noel”. Estoy impresionada. Últimamente mi vecina ha estado tocando a este famoso cantante nigeriano de música gospel y de nuevo tocando este CD que ha escuchado un gazillón de veces. La cantante habla en la canción, despotricando acerca de cómo la gente es “enemiga del progreso” y celosa, y hay un largo rollo de que se hará un test de embarazo… No sé. Pero como sea, mi vecina está sentada ahí cosiendo en su máquina de pedal, sermoneando al CD, “Hmm-mmm así es. Tontos celosos. ¡Esos celos los inmovilizarán! ¡Amén!” Estoy contenta de que la pacífica música navideña la reemplazará pronto…
En tanto Jess es un voluntario estadounidense que está viviendo la Navidad en Camerún, Eric Tambe es un camerunés que está volviendo a visitar cómo se celebra el Día en EEUU en su blog Infotambeblog:
Para comenzar, al día mismo se le trata de manera diferente que digamos en Camerún. En EEUU es un día celebrado silenciosamente con unos cuantos amigos y miembros de la familia. La gente gasta dinero en árboles de Navidad, incluida la decoración del árbol. Es también un periodo frío en la mayor parte de EEUU, por lo que no verás personas bailando en la calle ni niños yendo de una casa a la otra a visitar a sus vecinos como en el caso de los países africanos. La gente gasta mucho dinero en comprar regalos aun para los amigos y los miembros de la familia. Este es un periodo en el que no quieres estar sin dinero. Las personas te recordarán por no darles un regalo de Navidad…
¡Pues feliz Navidad para todos!