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Sri Lanka: Persisten las interrogantes que rodean el asesinato de un periodista

Categorías: Asia del Sur, Sri Lanka, Derechos humanos, Gobernabilidad, Guerra y conflicto, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Protesta

Lasantha Wickrematunge, periodista de investigación y editor del Sunday Leader, fue enterrado en el cementerio de Colombo el día lunes 12 en la tarde luego de ser victima de un disparo a plena luz del día cuando se dirigía a su trabajo la semana pasada.

Wickrematunge, y su publicación, eran abiertamente críticos de la guerra del gobierno contra la organización LTTE y escribieron historias sobre la corrupción dentro del gobierno. El Sunday Leader también se encuentra en medio de una denuncia por difamación que realizó el secretario de Defensa Gotabaya Rajapaksa. El asesinato del periodista ocurrió tan solo dos días después de un ataque en los estudios de Sirasa TV, la mayor red de transmisión de Sri Lanka.

indi.ca photo of the funeral procession for Lasantha Wickramatunga [1]

Funeral de Lasantha Wickramatunga. Fotografía por Indi.ca, utilizada bajo licencia Creative Commons.

Nalaka Gunawardene describe el animo del funeral [2] en Moving Images, Moving People!.

This afternoon, family, friends and many sorrowful admirers of Lasantha Wickramatunga, the courageous Sri Lankan newspaper editor who was brutally slain last week in broad daylight, took him there — and left him behind amidst the quiet company.

But not before making a solemn pledge. All thinking and freedom-loving people would continue to resist sinister attempts to turn the rest of Sri Lanka into a sterile zombieland where there is no discussion and debate.

Esta tarde, familia, amigos y muchos admiradores apenados de Lasantha Wickramatunga, llevaron al valiente editor del periódico de Sri Lanka, quién fue brutalmente asesinado la semana pasada a plena luz del día, y lo sepultaron en medio de la tranquilidad, pero no antes de realizar una solemne plegaría. Todas las personas pensantes y amantes de la libertad continuarán resistiendo los siniestros intentos para convertir el resto de Sri Lanka en una estéril tierra de zombis donde no exista discusión ni debates.

Indi en Indi.ca publicó fotografías y comentarios del funeral [3]. En Youtube, el Vikalpasl Channel ha visto un aumento en sus visitas desde la publicación videos del asesinato [4] y las protestas subsecuentes [5].

El brutal asesinato ha revivido los debates entre los blogueros de habla inglesa de Sri Lanka sobre el rol del gobierno al silenciar sus criticas, el estado del periodismo en la isla y el conflicto mismo.

Un artículo anónimo [6] que se publicó en el Sunday Leader este fin de semana, a nombre de Wickrematunge, está siendo reproducido y citado en la web. El excorresponsal del Sur de Asia, Peter Foster, ensalza el artículo [7] y el trabajo del periodista asesinado en su blog Daily Telegraph.

His death – conveniently obscured in the news agenda abroad by events in Gaza and at home by Sri Lankan army's gains against the Tamil Tigers (LTTE) in the Elephant Pass – sounds the death knell for civil society in Sri Lanka.

Just like all the other state-sanctioned killings in Sri Lanka, the promised investigation will be an unholy sham. His killers won't be caught and ‘we'll never know’, who did it.

However Mr Wickrematunge, writing from the grave (see below), is in no doubt who was behind his murder: the Rajapakse regime and its lawless proxies.

Su muerte, convenientemente empañada en la agenda noticiosa del extranjero por los acontecimientos de Gaza y en casa por las ganancias del ejército de Sri Lanka contra los Tigres del Tamil (LTTE) en el Paso del Elefante, parece la sentencia de muerte para la sociedad civil en Sri Lanka.

Al igual que todos los otros homicidios autorizados por el Estado en Sri Lanka, la investigación prometida será una impía farsa. Sus asesinos no serán capturados y ‘nunca sabremos’ quien lo hizo.

Sin embargo, señor Wickrematunge, como señala su lápida (ver más abajo), no está en duda quien estuvo detrás de su asesinato: el régimen Rajapakse y sus representantes sin ley.

Sin embargo, los blogueros están cuestionando si Wickrematunge efectivamente escribió la pieza antes de sucumbir a sus heridas o si otra persona lo escribió. In Mutiny [8] llama al artículo «una de las mejores piezas escritas que hemos visto en mucho tiempo en Sri Lanka».

I am of course, open to correction – will someone in the know clarify the position? If indeed he wrote it, it would be truly prophetic and a fitting tribute to the man, otherwise it looks like a piece creative writing, a piece of theatre, something that defined that newspaper.

Por supuesto que estoy abierto a la corrección ¿Alguien que tenga conocimiento aclarará la posición? Si de hecho él lo escribió, sería verdaderamente profético y un tributo apropiado para el hombre, de otra forma parece una pieza de escritura creativa, una pieza de teatro, algo que define ese periódico.

El bloguero Nalaka Gunawardene de Moving Images escribe en Himal South Asian [9]:

I have no idea which one – or several – of his team members actually penned this ‘Last Editorial’, but it reads authentic Lasantha all over: passionate and accommodating, liberal yet uncompromising on what he held dear. I can't discern the slightest difference in style.

And there lies our hope: while Lasantha at 51 lies fallen by bullets, his spirit and passion are out there, continuing his life's mission. That seems a good measure of the institutional legacy he leaves behind. If investigative journalism were a bug, the man has already infected at least a few of his team members…

No tengo idea cual, o si varios, de los miembros del equipo realmente escribió ese «último artículo» pero se lee en todo al autentico Lasantha: apasionado y complaciente, liberal, aunque inquebrantable en lo que quería. No puedo discernir la más mínima diferencia en estilo.

Y ahí está nuestra esperanza: mientras que Lasantha fue abatido por las balas a los 51 años, su espíritu y pasión están ahí afuera, continuando con la misión de su vida. Lo que al parecer es una buena medida de la herencia institucional que deja atrás. Si el periodismo de investigación fuera un insecto, el hombre ya ha habría infectado al menos a algunos de los miembros de su equipo…

Reporteros sin Fronteras indicó en un comunicado de prensa que «el presidente Mahinda Rajapaksa, sus asociados y los medios gubernamentales son los directos culpables de incitar al odio contra él y permitir un nivel exorbitante de impunidad para desarrollar la violencia contra la prensa». Las áreas de comentarios rápidamente se han llenado de debates sobre los méritos de tales acusaciones; en el sitio de periodismo ciudadano Groundviews, el expresidente Chandrika Kumaratunga y el embajador de Sri Lanka ante las Naciones Unidas, Dayan Jayatilleka, entraron en la pelea.

El editor de Groundviews, Sanjana Hattotuwa, comentó sobre la inactividad del gobierno y el olvidado comité [10] que fue formado para escuchar las quejas de los periodistas.

On both counts [the murder of Wickramatunge and attack on the MBC/MTV station], the Rajapakse administration points to some mysterious armed force hell bent on discrediting the government. It has done what it does best – expressed outrage, ordered a full investigation and appointed a committee to investigate the attacks.

Yet it conveniently forgets that the Cabinet subcommittee to look into the grievances of journalists set up in June 2008 is largely forgotten today. No one knows whether it exists, how to reach it, what it does, or came up with as recommendations to protect journalists.

En ambos delitos (el asesinato de Wickramatunge y el ataque a la estación MBC/MTV), la administración de Rajapakse apunta a una misteriosa fuerza armada empeñada en desacreditar al gobierno. Se ha hecho lo que mejor se sabe hacer: se expresó ultraje, se ordenó una investigación completa y se nombró un comité para investigar los ataques.

Sin embargo, el subcomité del gabinetes se olvida, convenientemente, de revisar las quejas de los periodistas establecidas en junio del 2008 que actualmente casi ni se recuerdan. Nadie sabe si existe, cómo contactarlo, lo que hace o si se creó por recomendaciones para proteger a los periodistas.

Indi.ca llama a los periodistas a seguir el ejemplo de los ministros [11] y a protegerse mediante el aprendizaje de defensa personal con el fin de proteger a la comunidad en general.

Wickrematunge no fue aceptado universalmente como periodista oficial. Muchos blogueros destacados discrepaban con mucho de lo que escribía y llamaban a sus artículos como salaces. Sin embargo, varios lloran su muerte y piden justicia por el bien de la libertad de expresión. En Groundviews, el autor Lionel Bopage [12], escribe:

My obvious political differences with Lasantha do not prevent me from appreciating his personal, political and journalistic qualities as a leader in the island’s media industry. He was fearless and was willing to boldly uncover and critically expose in no uncertain terms what he believed to be the truth. His assassination is a tragic loss to the people of Sri Lanka as a whole.

Mis obvias diferencias políticas con Lasantha no me impiden apreciar sus cualidades personales, políticas y periodísticas como líder en la industria de los medios de la isla. Él no tenía miedo y estaba dispuesto a revelar valientemente y exponer críticamente en términos claros lo que él consideraba que era verdad. Su asesinato es una pérdida trágica para las personas de Sri Lanka.

En las ultimas semanas, los significativos avances militares han sido una gran historia en Colombo; el bloguero Cerno indica que esto debería formar parte de las noticias más importantes sobre los ataques en los medios de comunicación. [13]

The recent murder of the Sunday Leader editor and attack on Sirasa TV is taking up too much attention from the brave achievements of driving back the LTTE. That war isn’t over yet. There is a hard fight ahead. Then comes the harder part of making the peace happen, one second at a time so that our grand kids (should we have any) won’t have to deal with this shit. Aren’t we a lucky lot ?

El reciente asesinato del editor del Sunday Leader y el ataque a Sirasa TV están empañando los valientes logros alcanzados al reprimir a la LTTE. Esa guerra no ha terminado todavía. Hay una dura batalla por delante. Luego viene la parte más difícil de hacer que es que la paz ocurra, un segundo a la vez para que nuestros nietos (si tenemos alguno) no tengan que lidiar con esta mierda ¿No somos muy afortunados?