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Rusia: Un día de manifestaciones

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Activismo digital, Derecho, Derechos humanos, Economía y negocios, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Periodismo y medios, Política, Protesta

Fue un día soleado en Moscú el 31 de enero, con temperaturas alrededor de los -14 grados Celsius/7 grados Fahrenheit, pero a pesar del frío, la ciudad vio una cantidad de manifestaciones anti-gobierno – y algunas peleas. Debajo algunos relatos, algunas fotos, videos y enlaces.

El usuario de LiveJournal drugoi publicó nueve fotos de la manifestación opositora en Bolshaya Polyanka [1] y escribó esto (rus):

Jóvenes activistas de oposición han tenido éxito una vez más en marchar por una calle de Moscú hoy. Esta vez fue en Bolshaya Polyanka, y los participantes en la manifestación […] llegaban dando rodeos, cambiando de tren en el metro. Sin embargo, hoy resultó que el régimen tuvo algunos asistentes voluntarios (o, tal vez, contratados). […]

Al momento en que la columna de aproximadamente 50 a 80 “disidentes” con banderas y carteles empezaron a moverse a lo largo de Polyanka, unos cuantos autos manejaron desde atrás y – con las palabras, “¿Por qué no nos dejan relajarnos, imbéciles?” – unas 10 ó 12 personas salieron, vestidas iguales: en pantalones de trotar, jeans y casacas con capucha. Sin demora, la pandilla empezó a golpear a los protestantes, y empezó una pelea bastante seria.

Hubo cierta confusión inicial en las filas de los “disidentes”, pero estaban muy organizados cuando se defendieron de sus atacantes. Entre los protestantes, había personas con sangre en la cara, a uno de los reporteros le tiraron una piedra a su cámara, pero los atacantes fueron forzados a huir y los hubieran perseguido si los activistas de oposición no hubieran decidido seguir con su marcha.

Al final de la pelea, los que se cubrían la cara con bufandas rociaron gas lacrimógeno. Muchos de los que resultaron afectados tuvieron que lavarse los ojos.

La policía anti disturbios se apareció recién cuando la marcha había terminado, y el trabajo de los organismos de aplicación de la ley tuvo que ser hecho por los [oficiales de] policía de una estación cercana, bajo la atenta mirada de un helicóptero policial azul oscuro que volaba encima de Polyanka.

Varias veces saltaron valientemente dentro de la multitud de protestantes, tratando de llevarse los carteles. Estaban causando una seria resistencia, pero los protestantes tenían más gente y [los oficiales de policía] obviamente no tuvieron el valor de enfrentarlos.

Desesperado, uno de los policías corrió hacia un grupo de soldados que vio parados en la vereda, y les rogó que se unieran a la difícil tarea de proteger el orden público. Los cadetes cambiaron renuentemente de un pie al otro, pero no fueron en contra de la voluntad del pueblo.

Con todo, la Marcha de los Disidentes ha vuelto a ocurrir, y los golpes de hoy fueron más que suficientes. Las unidades de policía antimotín, que se aparecieron con retraso […], agarraron a todo el que estuviera al alcance – un camarógrafo, por ejemplo, con una enorme Betacam en el hombro – los pusieron dentro de [la camioneta de la policía] y se fueron. En algún lugar encima de la plaza un nuevo helicóptero de la policía seguía colgado – todo lo que quedaba por hacer era registrar el hecho que los “disidentes” se las arreglaron para conseguir lo que querían hoy.

El usuario de LiveJournal zyalt publicó cerca de 30 fotos de la misma manifestación [2] en la comunidad opositora de LiveJournal namarsh_ru.

El fotógrafo ruso Klimov publicó unas cuantas fotos del líder Nacional Bolchevique Eduard Limonov [3], quien intentó hacer otra manifestación el 31 de enero – un seguimiento a la protesta del Partido Comunista en la Plaza Triumphalnaya. Acá algunas de las observaciones de Klimov (rus):

[…] la Plaza Triumphalnaya, frente del monumento al [poeta Vladimir Mayakovsky], estaba acordonada por la policía antidisturbios – y vacía. Aunque había una multitud por la entrada del metro, no se le permitió ir a la lápida del “poeta revolucionario” – y un altavoz les decía: “¡La manifestación ha terminado! ¡Váyanse a casa!” La mayoría de estas personas eran periodistas y no querían dispersarse. Estaban esperando. Esperando a pesar del hecho que los [activistas Nacionales Bolcheviques] y otros jóvenes ya habían sido arrestados y empujados dentro [de vehículos de la policía].

Salimos [del lado opuesto de la plaza] y parecia que nadie se percataba de nosotros. Limonov empezó su discurso cerca del monumento a Mayakovsky. La multitud cerca del metro se emocionó un poco, pero la policía antidisturbios los contenía duramente. Pero algunos de los periodistas lograron entrar, y corrieron hacia Limonov. La policía corrió tras ellos. Las cosas también estaban pasando alrededor del escritor revolucionario [Limonov]. Siguió hablando, muy probablemente acerca de “libertad, fraternidad e igualdad,” rodeado de sus guardias personales, pero en algún momento dos tipos enormes con ropa de paisano empujaron simultáneamente contra los guardaespaldas de Limonov y golpearon a uno de ellos justo en la nariz. Era simplemente una pelea ordinaria. A Limonov lo arrojaron en el asfalto, pero, como un experimentado revolucionario, logró sacarse los lentes, para evitar que se rompieran, obviamente. Los guardias hicieron su mejor esfuerzo para protegerlo, pero la policía antidisturbios llegó pronto, y todo terminó de la forma en que siempre termina – las puertas del [vehículo de la policía] […] estaban cerradas.

La multitud sólo observaba lo que estaba pasando – con obvio placer, parecía. Nadie dijo nada. Nadie gritó nada. Nadie insultó a nadie… la multitud observaba, junto con los periodistas. Mirando el desorden e impunidad de los “gatos” a los que no les gustaba el “ratoncito” que no era gris.

Había una sensación de tristeza debido a esto, y una terrible vergüenza, porque, como dijo Johann Goethe, creo – “Nadie está más desesperanzadamente esclavizado que el que cree falsamente que es libre.”

Debajo un video de los acontecimientos en la Plaza Triumphalnaya, publicado [4] por el usuario de LiveJournal zlaya-uchilka:

Según el usuario de LiveJournal alaverin [5] (rus), Eduard Limonov iba a pasar la noche y parte del 1º de febrero en el departamento de policía.

Una manifestación pro-Kremlin tuvo lugar justo fuera de la Plaza Roja el 31 de enero también. El usuario de LiveJournal drugoi publicó una foto [6] de uno de los carteles de ese acontecimiento: “¡Creemos!” – debajo de los retratos de Dmitry Medvedev y Vladimir Putin. Algunos de los lectores de drugoi pensaron que el cartel se veía familiar, en dos maneras diferentes:

cab9:
Al comienzo pensé que era un poster de Obama.
***

filaretus:

Marx-Engels-Lenin-Stalin.
Larga vida al Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).

Qué tan arraigada debe estar todavía la URSS en la gente que incluso casi 20 años después aparece el mismo estilo de cartel.

dont_ban_me_mo:

Nunca se fue a ningún sitio, solamente es un pequeño reajuste a la marca, Putin en vez de Lenin, [Medvedev] en vez de Stalin, y el PCSU se ha rebautizado como [el partido Rusia Unida].

El usuario de LiveJournal mutin2007 publicó un caricatura de una oveja [7], en donde los animales sostienen carteles agradeciendo al régimen por el alza de precios y los despidos, entre otras cosas.

También, el usuario de LiveJournalmutin2007 publicó una foto [8] de una manifestación que ocurrió ese mismo día al otro lado de Rusia, en Vladivostok: un grupo de protestantes ahí llevaban un cartel que decía: “Putler kaput!!!” (mezcla de Putin con butler=mayordomo).

El usuario de LiveJournal bwm publicó 16 fotos más de la manifestación de Vladivostok [9], organizada por el Partido Comunista y la Comunidad de Ciudadanos Activistas de Rusia (TIGR, por sus siglas en inglés), y escribió esto (rus):

[…] La marcha resultó ser muy extraña porque [los activistas del TIGR] en realidad no tenían nada en común con los comunistas – ni en apariencia ni en sus [posiciones políticas].

Pero la mayoría de los protestantes eran personas que no pertenecían a ningún movimiento político, sino que simplemente no son indiferentes a las realidades que les rodean. […]