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Colombia: Otro escándalo de interceptación telefónica ilegal

Categorías: Latinoamérica, Colombia, Derecho, Gobernabilidad, Política

El pasado fin de semana, la revista Semana reveló [1] que algunos agentes del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la “policía secreta” de Colombia, había estado realizando interceptaciones telefónicas a políticos, periodistas, magistrados, intelectuales e incluso funcionarios de gobierno cercanos al presidente Álvaro Uribe, incluidos sus secretarios privados y legales, y a un funcionario de su equipo de seguridad personal. Peor aun, se presume que algunos de estos agentes han estado “vendiendo al mejor postor” como las guerrillas, paramilitares o traficantes de droga, la información obtenida con la ilegal intervención telefónica. La mayor parte de las grabaciones, según dice la revista, fue  destruida [2] entre el 19 y el 21 de enero. La historia fue [3] rebotada [4] la mañana del sábado por otros medios mientras la revista se vendía en las tiendas.

El domingo, agentes del Cuerpo de Técnicos de Inteligencia (CTI) de la oficina del Fiscal General incursionaron [5] en la sede central del DAS, lo que causó un conflicto [6] entre ambas instituciones. Más adelante, el oficial con el rango más alto del DAS official fue destituido [7]. La Corte Suprema emitió un comunicado [8] exigiendo [9] resultados al Fiscal General. La oposición acusó [10] al gobierno de las interceptaciones. Se ha denunciado [11] un caso de piratería a un e-mail. El presidente Uribe lo ha negado [12], y ha alegado ser también una “víctima” y ha culpado [13] a un “grupo de la mafia dentro” del DAS. El Ministro de Defensa Juan Manuel Santos dijo [14] que quería desactivar la agencia de inteligencia, pero el propio gobierno no estuvo de acuerdo [15] con él.

Las interceptaciones (o ‘chuzadas’ como se les conoce coloquialmente en Colombia) no son nuevas en la administración del presidente Uribe. En mayo del 2007, la misma revista publicó grabaciones de jefes paramilitares en prisión hablando acerca de cometer crímenes. Después se  se supo [16] de más intervenciones ilegales, por parte de una unidad policial de inteligencia de élite. Como consecuencia, Uribe destituyó a 14 generales de policía, y designó al General Óscar Naranjo como nuevo (y actual) Director Nacional de Policía. A fines del 2008, el senador izquierdista (y ex combatiente de la guerrilla del M-19) Gustavo Petro denunció que a él y a su partido los estaban ‘siguiendo de cerca’ gente del DAS desde agosto y publicó [17] dos memos internos emitidos por el jefe de sección del DAS. Su director y el oficial de rango medio que ordenaron los ‘seguimientos’ renunciaron. En ambos caso, el gobierno negó estar involucrado.

Sentido Común y Charly escriben acerca de las palabras de Uribe sobre el escándalo. Sentido Común [18] se preocupa por nuestra seguridad nacional:

De corroborarse la reiterada tesis de Uribe sobre la existencia de una mafia al interior de su gobierno, se estaría evidenciando la impotencia gubernamental para controlar cabalmente los cuerpos secretos del Estado, situación que estaría exponiendo al país a un estado de indefensión en materia de seguridad en diferentes flancos y con la gravedad que implica la convivencia con organizaciones mafiosas, enquistadas dentro del propio Gobierno.

Mientras tanto, Charly [19] parece estar bastante receloso del gobierno y pregunta quién está detrás de todo esto:

No me como el cuento que funcionarios de mandos medios del DAS actúen solos y que el Gobierno sea víctima de un complot. Estamos ante escándalos de mayores proporciones que, sumado al caso de Noguera y al de la Dipol (que tumbó a varios generales) evidencian una crisis de la democracia, un atentado contra el pensamiento y la libre opinión en Colombia.

Valentina Díaz hace algunas preguntas [20] en Realidades Colombianas:

La presidencia de la república niega, el Director del Das hace lo mismo. Ninguno de los mandos ni jefes del servicio secreto a disposición del Presidente de la República ha ordenado escuchar a un grupo selecto de personas no adeptas a su gobierno. Pregunta: ¿Acaso, al interior del Das cada cual hace lo que se le viene en gana? ¿Se trata de gente desbocada y sin control superior? “Según información que me han dado, hay conversaciones que están ahí y eso es muy grave”, dice el jefe del Das. En otras palabras, muchos saben de la intercepciones telefónicas, son dominio público, solo lo ignoran el presidente y el Jefe.

Y Carmen Posada se burla de la «paranoia» del presidente Uribe [21]:

De acuerdo con Orwell, el Gran Hermano nos vigila todo el tiempo. Ya no podemos ni siquiera tirarnos un pedito sin que Uribe esté enterado, los que usamos la web ya no podremos siquiera mandarle un mensajito calentón al novio porque este degenerado va a pensar que estamos haciendo terrorismo virtual en mensajes cifrados.

No le creo ni media palabra a Uribe en el tema de las chuzadas de los teléfonos, no lecreo que no haya dado la orden aunque no exista una sola prueba de ello y no le creo porque el único interesado en seguir los pasos de la oposición es él que como buen estratega delirante es, además, paranoico.

Pero el periodista Jaime Restrepo, en Atrabilioso, justifica las intervenciones telefónicas debido al conflicto armado en curso, y ataca [22] a algunos medios de comunicación que también han publicado historias basadas en las intervenciones telefónicas:

En medio de un conflicto interno como el que vive Colombia, la investidura de político opositor, periodista o jurista es accesoria, pues en muchos casos son fachadas para ocultar acciones criminales en contra del Estado y por supuesto, contra la administración que lidera un bando en el conflicto.

En ese orden de ideas, mal haría el gobierno en renunciar a la potestad de investigar a aquellos ciudadanos que pueden desestabilizar al país mediante apoyos y manejo de información que beneficie al bando que intenta subvertir el orden y llegar al poder por una vía diferente a la democrática.

Pero aquí hay más de fondo: en Colombia, los grandes beneficiados de las interceptaciones telefónicas han sido los medios de comunicación: Noticias Uno y Semana, entre otros, han liderado la publicación de escándalos basados en grabaciones obtenidas mediante interceptaciones ilegales.

El señor Restrepo también cuestiona la manera en que Semana obtuvo la información de algunos agentes del DAS, cómo la revista confía en ellos con aparentamente poca o ninguna evidencia, y hasta algunas de las alegaciones hechas en el artículo. Él cree que no hay dudas y que podría haber una situación “cuidadosamente preparada” en contra del gobierno.

El periodista francés Jacques Thomet, ex editor en jefe de AFP, compara [fr] [23] el escándalo en Colombia con la Francia de François Mitterrand en los años noventa:

Como lo pueden constatar en Francia los que califican de fascista al régimen de Bogotá, […] los medios en Colombia disponen de una libertad de expresión superior a la que rige…en Francia.

Bajo el régimen socialista de François Mitterrand, se realizaron más de 3.000 escuchas ilegales en mi país contra periodistas y otras personalidades de 1983 a 1986 por la celula anti-terrorista creada por el presidente francés ¡en los mismos locales del Elíseo! ¿El resultado? La prensa recién habló en 1993, Mitterrand destituyó a tres periodistas belgas que le habían hecho la pregunta, y a los culpables no los condenaron más que al pago de multas. (…) La república bananera, ¿está en París o en Bogotá?

Pero al final, @ElReticente lo resume, con escepticismo, decepción y rabia en este tweet [24]:

Y a pesar de algunas destituciones y el frenesí de los medios, como en los otros escándalos nada va a ocurrir después de unos cuantos días o semanas, a pesar del hecho que algunas personas están [25]comparando [26] este asunto con el régimen de Alberto Fujimori en el Perú en los años noventa. Otro escándalo, otro ataque, otro homicidio y otra controversia que involucre a Uribe, las FARC, la oposición u otra persona llegará a los titulares y se convertirá en la charla del día en Colombia.