Rusia, Ucrania: Historia y negación

Paul Goble publicaba el 24 de febrero en su blog Window on Eurasia que el ministro ruso de Situaciones de Emergencia había declarado que el Parlamento debería «criminalizar la negación de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, de manera que «los presidentes de ciertos países que niegan esta victoria no puedan visitar nuestro país sin ser sancionados»».

Según Goble:

[…]La idea de Choigu parece inspirada en las leyes de más de una docena de países que criminalizan la negación del Holocausto y constituye, al menos en parte, una respuesta de Rusia a la propuesta del presidente ucraniano Víktor Yúshenko de criminalizar la negación pública de la Gran Hambruna en su país. […]

Al día siguiente, según informa James, autor del Blog de Robert Amsterdam, era el fiscal general Yuri Chaika el que hablaba de «criminalizar la negación de los «logros» del pueblo soviético en la victoria de la Gran Guerra Patria»:

[…]Rusia quiere una ley de negación del holocausto, «igual que los demás niños», aunque en realidad no es eso lo que le hace falta, así que ha tenido que buscar un sustituto. Vamos a ver… el Holocausto se trata con gran solemnidad por ser una terrible tragedia humana que sucedió, como dicen los rusos, «en tiempos de la Segunda Guerra Mundial». ¿Y qué tienen los rusos que se parezca? ¡Pues claro! La Gran Guerra Patria (1941-1945). Muchos de nuestros lectores estarán al corriente que, mientras Europa estaba ocupada luchando en la Segunda Guerra Mundial «en tiempos de la Segunda Guerra Mundial», la Unión Soviética libraba su propia batalla contra los invasores germano-fascistas. Y la Gran Guerra Patria (1941-1945) es sagrada en toda la antigua Unión Soviética, así que cumple todos los requisitos: solemnidad, enorme tragedia humana, momento adecuado de la historia… pero, a diferencia del Holocausto, exclusivamente rusa.[…]

También el 25 de febrero se publicaba una noticia acerca de las declaraciones efectuadas por  el director del Servicio Federal de Archivos de Rusia sobre «la hambruna en la URSS». Según Window on Eurasia,

[…]Ayer, Vladimir Kozlov, director del Servicio Federal de Archivos de Rusia, comunicó en una conferencia de prensa en Moscú que la hambruna en Ucrania y otras partes de la URSS había sido «consecuencia de la política criminal [de Stalin]», pero que «naturalmente, la hambruna no había sido planificada» ni tenía como objetivo ningún grupo étnico en particular (rian.ru/society/20090225/163170651.html).

En realidad, declaró, «la hambruna se debió a fallos y errores de cálculo de la corriente política que operaba en el país durante la puesta en marcha de la colectivización agrícola. Insistió en que ni él ni sus investigadores habían obtenido «ninguna prueba documental» que demostrase que «la Gran Hambruna de Ucrania» había sido planeada por Stalin.

Al contrario, Kozlov declaró que «todos los documentos corroboran que el principal enemigo del régimen estalinista no estaba definido por la etnia, sino por la clase social», en este caso el campesinado, a quien Stalin trataba de obligar por todos los medios a unirse a las granjas colectivas.

Los comentarios de Kozlov se produjeron a raíz de la presentación de una nueva serie de documentos titulada «La hambruna en la URSS» y de un DVD que contiene una selección de éstos y otros documentos, que según Kozlov constará de unos 6000 artículos y que será publicada este año en tres volúmenes.

El archivista ruso y otros en Moscú declararon que estaban plenamente convencidos de dos cosas: una, que estos documentos desmontan las pretensiones de Ucrania de lo contrario y dos, que las pruebas que ofrecen acerca de crímenes de mayor magnitud del régimen soviético, más definidos por la clase social que por la etnia, no suponen ningún problema para el régimen contemporáneo. […]

Streetwise Professor publica el siguiente comentario en su blog:

«Seguro que los millones de personas que murieron de hambre, o de un disparo, o fueron atacadas de forma salvaje se sentirían muchísimo mejor al saber que no se les eligió por la etnia sino por la clase social, o que murieron por culpa de «fallos y errores de cálculo». ¡Huy! ¡El tío Pepe se equivocó! Bueno, se lo perdonamos. Supongo que podía ser peor: el director de Archivos podría haber dicho que la cúpula política estaba «mareada por el éxito», lo cual había dado lugar a errores que causaron la muerte de millones de personas; o también podría haber dicho «bueno, no se puede hacer una tortilla sin romper huevos».

Algunos comentarios:

En primer lugar, ¿por qué a los rusos contemporáneos, que no tienen ninguna culpa de la muerte de millones de personas a principios de los años 30, les cuesta tanto mostrarse respetuosos con  el dolor y sensibilidad de los ucranianos (y de los cosacos y kazajos)?. La racionalización, minimización y desprecio a ultranza de la desgracia están muy extendidos entre los rusos, lo cual da a entender que piensan que reconocer el excepcional sufrimiento provocado a Ucrania, Kazajistán y a las regiones de los cosacos y de los tártaros les supondría un gran coste psicológico. ¿A qué se debe? ¿Qué quiere decir esto? No lo sé con seguridad, pero no puede ser nada bueno.

[..]

El claro deseo oficial del actual gobierno ruso de exculpar  a la Union Soviética  (y a Stalin) de genocidio lo dice todo sobre este gobierno y sobre las actitudes populares que le apoyan completamente en sus esfuerzos. El camino que el gobierno y un gran número de ciudadanos rusos están dispuestos a recorrer para defender lo indefendible sugiere que en la Rusia actual están muy arraigados los sentimientos anti-ucranianos. Esto no augura un futuro muy prometedor para la reconciliación pacífica a corto plazo.

Por último, el 28 de febrero, según Window on Eurasia, el partido ruso Yabloko apelaba a «penalizar la negación de los crímenes soviéticos contra la humanidad como parte de un esfuerzo más grande para ayudar a los rusos a superar su pasado comunista y a construir un sistema político y económico viable en el s. XXI»:

[…] Sin ninguna duda, las declaraciones hechas ayer por YABLOKO son la respuesta liberal a la propuesta de Serguei Choigu del 24 de febrero de hacer que aquellos que niegan la victoria de los soviéticos sobre Hitler en la Segunda Guerra Mundial, algo que él aplicaría a aquellos, en particular en Europa del Este, que afirman que Stalin simplemente sustituyó una forma de totalitarismo por otra.

Sin embargo, sería un error no ver nada más en esta declaración. De hecho, representa un mayor esfuerzo, si bien con pocas oportunidades de éxito a corto plazo, de huir del pasado soviético a través de la denuncia de sus crímenes, en lugar de abrirle las puertas a una restauración —como algunos, entre ellos Vladimir Putin, han hecho— celebrando sus logros sin tener en cuenta cómo se obtuvieron.

1 comentario

  • estimada Begoña:te cuento que recien me estoy iniciandoen twitter,por tanto te ruego paciencia;en primer lugar felicito a una persona que se toma el tiempo pra traducir noticias o acontecimientos mundiales,para personas que no dominamos el idioma Ingles y que por ello nos perdemos muchas veces el sentido o la intencion que motivo que alguna persona publique un comentario,pueda que entienda el contenido pero no la intencion que si podria notar en mi idioma materno,por ello prometo visitar tu block

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