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Pakistán: El camino a seguir

Categorías: Asia del Sur, Pakistán, Activismo digital, Gobernabilidad, Política, Protesta

Pakistán entera celebra la vuelta a su antiguo cargo del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Iftikhar Chaudhry [1], y se alegra del final feliz para el movimiento que pedía su reinstauración en el puesto, denominado «Larga Marcha de Abogados». Aunque aparentemente lo que se ha producido es una marcha atrás del presidente pakistaní Zardari dando el visto bueno a la vuelta de Chaudhry, lo que realmente se ha evitado es el caos y la anarquía que se hubieran producido si las demandas [2] de los que pedían su vuelta no se hubieran cumplido.

Pero… ¿Realmente se ha terminado todo? Adil Nazam desde All Things Pakistan afirma:

Por alguna razón uno tiene el presentimiento que la historia no acaba aquí. Ya hemos celebrado otras veces su vuelta. Y de lo que se desprende del discurso del presidente Zardari es que no están nada claras las condiciones para que esto sea una decisión en firme.

El mismo bloguero añade en una actualización posterior de su artículo [3] que:

La historia está muy lejos de terminar. Está en el buen camino pero sabemos que aún quedan cosas por venir. ¿Pero qué?.

Por supuesto que recordamos que ya le fue devuelto su cargo anteriormente [4] por sus colegas de la Corte Suprema. Y por supuesto que recordamos que las promesas y las declaraciones hechas por nuestros políticos tienden a romperse [5]

A partir de mañana debemos comenzar a preguntarnos «¿qué sigue?».

Luego el blogger termina con algunas predicciones sobre el futuro [3].

Por su parte el bloguero Shakir Lakhani pide en el sitio web Chowrangi [6] que no se espere gran cosa de los jueces:

El pueblo pakistaní, en el que los analfabetos son mayoría, tenderá a creer que la situación en el país dará un giro de la noche a la mañana. Esperan que se haga justicia con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Iftikhar Chaudhry, olvidando que la justicia inmediata no existe.

(…) Desafortunadamente, la situación seguirá igual por mucho tiempo. Nuestro sistema judicial dota de derechos a los acusados y es obligación de los acusadores probar la culpabilidad. Y ya que los corruptos y los que se dejan sobornar (como también los traficantes y los barones de la droga) poseen mucho dinero para contratar a los mejores abogados, pasará mucho tiempo hasta que se les logre condenar, si alguna vez sucede.

Así que por el momento es mejor no esperar mucho de la nueva situación. No se puede cambiar el sistema judicial en unos pocos días o meses.

Kamil Hamid escribe en Teeth Maestro [7]:

Al mismo tiempo que las celebraciones por la victoria se realizan de forma civilizada, este movimiento civil en particular y la sociedad pakistaní en general deben darse cuenta que es crucial que sea el punto de partida de una nueva era en defensa de la justicia. Volver a quedarse sentados después de este logro, dejando que los partidos políticos se hagan cargo sería un auténtico desastre.

Sugiere lo que a continuación debe hacerse:

Debemos continuar la lucha. Debemos seguir los movimientos de la judicatura de manera crítica y vigilante, ya que en el pasado han fallado a la hora de aplicar las leyes; han fallado a las instituciones y han fallado a nuestros políticos. Debemos asegurarnos que nuestros héroes continuan siendo héroes y no usan su popularidad o poder en su provecho.

Debemos continuar con nuestras demandas. Usando la recién restaurada judicatura y las reformas democráticas (o intentos de reformas democráticas) nada puede ser usado en contra de la Constitución.

Debemos continuar tomando las calles y protestar, pero esta vez contra el secuestro de nuestra identidad y voz por personas que dicen actuar en representación nuestra cuando se adhieren bombas en sus cuerpos y se explotan a sí mismos en sitios donde muere gente inocente. Necesitamos exigir que se tomen las medidas oportunas y necesarias en contra de los talibanes del valle de Swat [8], más allá de las propuestas de paz o de acciones militares.

(…) Esta lista podría continuar de manera indefinida, pero creo que me he expresado con claridad: Esto puede ser y debe ser el principio, y no el fin, de este extraordinario movimiento cívico que hemos construído.