La tasa de natalidad ha aumentado cerca de 20 por ciento en la Georgia ex soviética y la Iglesia Ortodoxa del país está tomando mucho del crédito. El milagro responsable de la muy necesitada explosión demográfica en este antiguo país cristiano ha sido la sola promesa del jefe de la iglesia georgiana de bautizar personalmente a los recién nacidos. Los bloggers parecen sorprendidos.
My Blogian comenta la noticia [1].
La Georgia ex soviética no necesita vírgenes para la inmaculada concepción. En cambio, con la finalidad de estimular el crecimiento de la población, el santo padre de Georgia ha prometido bautizar personalmente a cada niño nacido en una familia que ya tenga dos hijos.
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Wu Wei agrega su opinión [2].
La BBC está ocupada parloteando acerca que el Patriarca ha aumentado la tasa de natalidad en Georgia, por sus propios esfuerzos personales. No por los métodos acostumbrados (ni sobrinos ni nepotismo) sino ofreciéndose como padrino de todo niño nacido este año. Los georgianos, que son gente religiosa, se han tomado esto seriamente y aumentaron la tasa de natalidad este año.
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American Papist está más que animado [3].
Me gusta cerrar las noticias de la semana con broche de oro. No termina siendo mucho mejor que esto:
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¿Imaginen si los obispos estadounidenses hicieran la misma promesa a las familias en su diócesis?