Elecciones India '09: Donde aprieta el zapato

Cuando Muntadhar al-Zaidi lanzó sus zapatos al entonces presidente de EEUU George Bush, poco sabía que este método de dejar en claro un argumento se comvertiría en un virus a lo largo de los continentes.

En la India también la tendencia parece haberse impuesto. Pues ciertamente, el humilde calzado se ha convertido en el arma preferida entre una parte de indios que quieren hacer sentir su resentimiento y ser escuchados por encima de la bulla de las perogrulladas políticas que salen de la boca de los líderes frente a las elecciones de la Asamblea.

Primero, Jarnail Singh (foto acá), un periodista, arrojó una de sus zapatillas al Ministro P. Chidambaram. Estaba molesto con la Oficina Central de Investigación (CBI por sus siglas en inglés) que le daba un talonario en blanco a Jagdish Tytler, uno de los principales acusados en el caso de los disturbios anti sikh de 1984. Para ese entonces, a Tytler ya lo habían nominado como el candidato de Congreso del noroeste de Delhi, un paso que ha enfurecido a la comunidad sikh, que ha estado esperando algún tipo de cierre durante más de 25 años.

Rajeev Chandrashekhar escribió en su blog:

Jarnail Singh y su zapato nos han despertado a todos de nuestro letargo y nos ha recordado los crímenes cometidos hace 25 años, en la capital de nuestro país en contra de la comunidad sikh – en una época en la que no había cobertura de televisión ni medios como los conocemos ahora- un crimen por el que, en palabras de Chidambaram, “no se ha castigado a suficientes personas”.

El zapato no dio en el blanco, pero la protesta quedó registrada. Desencadenó una expresión mayor de sentimientos anti Congreso entre la población sikh, un sentimiento que pronto ganó impulso. Finalmente, Congreso se doblegó ante la presión pública y retiró las candidaturas de Tytler y otro acusado de manera similar, Sajjan Kumar, en un intento de pacificar la furia de la comunidad.

Sharique escribió sobre esta discusión en su blog:

Gracias a Muntadar al-Zaidi, el ciudadano de este mundo tiene una nueva manera de descargar su rabia. Aun cuando llegó muy tarde para George Bush, llegó en un momento apropiado para Congreso. La acción de Jarnail Singh de arrojar sus zapatillas Reebok y la subsecuente protesta de la comunidad sikh ha obligado al Congreso a retirar la candidatura de Jagdish Tytler y Sajjan Kumar.

Sin embargo, el zapato no se detuvo ahí. Pronto, los incidentes de arrojar zapatos se convirtieron en moneda común. Los políticos y los candidatos electorales como Navin Jindal y el candidato del Partido Bharatiya Janata (BJP, por sus siglas en inglés), L. K. Advani, recibieron cada uno su parte de zapatazo.

Subhasis C, escribió en su blog:

Zaidi ha inspirado a una nueva generación de indios y les ha enseñado cómo unos simples y benignos zapatos pueden ser usados en contra del poder del Estado.

[…]

Tengan en mente que la cultura, la integridad y el compromiso de la clase política india están en declive y las peores víctimas son los millones de compatriotas. Apenas tienen derecho a hablar en contra de las discriminaciones, explotaciones, represiones, corrupciones y acosos existentes. ¿Qué pueden hacer, salvo arrojar zapatos? Recientemente el parlamentario de Congreso Jindal y el proyectado candidato a primer ministro del BJP LK Advani sintieron el mismo sabor en las reuniones electorales. Se dice que hay más por venir y los políticos se están poniendo nerviosos presenciando esta última expresión de furia. Puede ser que algunos de los que protestan sean eficientes en dar en el blanco. ¿Qué va a pasar entonces? ¿Es que la masa india se está volviendo más consciente?

Que el acto de arrojar zapatos se haya convertido en un símbolo de la expresión de la frustración del pueblo con sus líderes políticos también está reflejado en lo dicho por Youth ki Awaaz:

En las conferencias de prensa y las campañas, arrojar zapatos ha emergido como una señal de estar alertas pero de haber sido descuidado.

Sin embargo, las discusiones también viraron hacia los aciertos y defectos del sistema político y también hacia la acción misma.

Speak India Blog opinó:

De haber Jarnail Singh u otro individuo frustrado tomado el camino incorrecto, hubiera habido una bala en el lugar del zapato. ¿Acaso está el gobierno actual convertiendo a las personas como Jarnail en individuos frustrados que están listos para recurrir a la violencia? Creo que más que el gobierno, es la política contaminada.
Las respuestas a la justicia pueden no estar en arrojar zapatos sino en una acción coherente y Jarnail Singh ha tomado acción (o iniciativa). Correcto o incorrecto, queda en ustedes decidir.

Youth ki Awaaz dijo esto:

Lanzar zapatos a pólíticos conocidos y veteranos es ciertamente poco ético y debe ser abordado seriamente. Estar en contra de alguen o protestar no es malo, pero se debe tener en cuenta la manera en que se realiza la protesta. Nunca se debe cruzar los límites. Hay una cantidad de maneras por las cuales podemos dirigirnos a una persona, pero ciertamente no tirando un zapato.

Esta acción debe ser eliminada.

Los políticos ahora se han vuelto cautelosos de las muchas personas que se supone son representantes o líderes. Con temor a un ataque con zapatos, están tomando medidas preventivas en sus reuniones y mítines. Según Kamla Bhatt:

Desconcertados políticos están teniendo dificultades para encontrar soluciones o protegerse. Según varios informes , los políticos indios están buscando medidas de seguridad que los ayuden con estas armas voladoras de destrucción masiva, apodadas Shoegate por los medios indios.

Tal vez sea una llamada de alerta, que las masas ya no quieren estar pasivas e indiferentes sino que quieren que se les escuche alto y fuerte. Sin embargo, como este mensaje de tweeter resalta,

Sudeshp: ¿¿¿Qué hay (con) eso de arrogar zapatos en India??? Oigan, si no están satisfechos vayan y voten por el candidato correcto en las elecciones.

Este post es parte de la cobertura especial de Global Voices sobre las elecciones en India 2009

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