Malasia: Personas como mercancías

A principios del 2009, Malasia tuvo el triste privilegio de ser investigada por el Senado de los EE.UU. por tráfico de personas. Los informes aseguraban que los inmigrantes implicados eran en su mayoría de Myanmar, pero presuntamente los funcionarios del gobierno también habrían llevado a otros extranjeros de distintas nacionalidades hasta la frontera de Malasia con Tailandia, en donde se les extorsionaba o se les vendía a las bandas de tráficantes de personas.

Según informaciones de AFP, un funcionario del Senado afirmaba:

Personal de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de los EE.UU. se encuentra analizando los informes de extorsión y tráfico de inmigrantes birmanos y de otras nacionalidades acontecidos en Malasia, presuntamente a manos de funcionarios del gobierno malayo… Las denuncias incluyen testimonios de que inmigrantes birmanos, entre otros, y con o sin documentación de ACNUR, son aprehendidos en las instalaciones de detención del gobierno malayo y transportados hasta la frontera de Malasia con Tailandia.

Según las denuncias, una vez que llegan a la frontera o bien se les exige dinero, o se les entrega a los traficantes de personas en el sur de Tailandia. Sin embargo, que Malasia pudiera ser un punto caliente en el tráfico de personas no es nada nuevo. El veterano líder de la oposicióm, el Sr. Lim Kit Siang, ha publicado en su blog que Malasia ya aparecía incluida en un Informe del Gobierno de los Estados Unidos sobre el Tráfico de personas (TIP), en el nivel 3 de la  lista de los peores infractores en el tráfico de seres humanos en junio del 2007.

Photo courtesy of Adli Ghazali

Foto cortesía de Adli Ghazali

El Sr. Carlos Santiago, político de oposición, asegura en su blog:

La reciente noticia de que el Senado de los EE.UU está investigando las denuncias que mantienen que la extorsión de inmigrantes extranjeros por parte de los funcionarios malayos pueda estar vinculada con la trata de seres humanos no es sorpresa alguna.

El año pasado planteé en el Parlamento, junto con organizaciones de derechos humanos como Tenaganita y el Grupo de Trabajo de Inmigración, el tema de los refugiados birmanos, pero el ministro Syed Hamid Albar sencillmente restó importancia al asunto… actuando según su costumbre, Syed Hamid, en respuesta a mi pregunta en el parlamento, aseguraba que el comité especial, formado por el Departamento de Inmigración para investigar las denuncias que figuran en el programa, había llegado a la conclusión que los funcionarios de inmigración no estaban involucrados en el tráfico de refugiados birmanos ni de otras nacionalidades.

O bien Syed Hamid es lo suficientemente ingenuo para tragarse la historia servida por el Departamento de Inmigración, que había creado un equipo especial para investigar a sus propios oficiales, o está desesperado por evitar que Malasia reciba una mala prensa por todo el mundo.

Photo of Rohingya Refugee in Malaysia by M.A.M09

Foto cortesía de M.A.M09

Santiago continúa diciendo:

Los refugiados viven con el miedo a ser capturados por las autoridades de inmigración y ser deportados a sus países de origen, de sufrir persecución política incluso en posesión del carnet de refugiado del ACNUR.

Son acosados constantemente por los oficiales Rela*, una fuerza de voluntarios conocida por estar merodeando constantemente  a la búsqueda de inmigrantes y refugiados. Incluso queman las casas improvisadas que se han fabricado los refugiados en la selva.

En caso de detención, los inmigrantes y solicitantes de asilo son agrupados en pequeñas celdas de detención en las que la flagelación es la manera habitual de castigo.

En resumen, los refugiados viven en una situación de limbo, no habiendo ratificado Malasia la Convención sobre el Estatuto del Refugiado de 1951. Esto significa que el gobierno no necesita reconocer oficialmente a los refugiados, ni tampoco los documentos del ACNUR que traen consigo.

Lamentablemente, esto también significa que el gobierno pueda hacer vista gorda a las denuncias de abuso de poder de los funcionarios de inmigración, que hacen dinero fácil extorsionando refugiados. Los que no pueden pagar el dinero demandado por los extorsionistas son vendidos a burdeles, barcos de pesca o como trabajadores esclavos.

Mientras tanto, los refugiados e inmigrantes que se encuentran todavía en el país, viven en pésimas condiciones, sin instalaciones sanitarias adecuadas, ni vivienda, alimentos o medicinas. Tanto ellos como sus hijos dependen de limosnas y de la buena voluntad de los demás.

«Miniaturz», en el servicio de blogs de los periódicos The Star, comenta:

Mantengo la esperanza personal que los EE.UU. sean capaces de probar que el personal de Inmigración de Malasia se encuentra involucrado en el tráfico de personas. Aunque no me parece bien que haya inmigrantes ilegales en Malasia, el presunto modus operandi del departamento de Inmigración de Malasia es de naturaleza deliberada, por permitir con posterioridad el abuso de los inmigrantes ilegales detenidos…

Así que, una vez más, la hipocresía del gobierno malayo ha quedado expuesta a la luz. Se habla de ayudar a personas de determinados países, pero en nuestro propio país se está tratando a seres humanos como esclavos con tal de hacer dinero.

Que los refugiados de Myanmar y los trabajadores inmigrantes indocumentados se enfrentan a dificultades es conocido de sobra entre los malayos. La mayoría de los habitantes de la ciudad, o al menos los que participan en la sociedad civil, son también conscientes de las denuncias de malos tratos y torturas en los campos de detención en Malasia. Que Malasia sea un «punto caliente» para el tráfico de seres humanos parece ser el siguiente paso lógico en esta desafortunada secuencia.

Photo courtesy of Adli Ghazali

Foto cortesía de Adli Ghazali

En respuesta a la investigación, el Ministerio del Interior emitió la típica respuesta que Malasia no era responsable de ningún acto ilícito en este respecto. Santiago dice en su blog:

El Ministro del Interior, Syed Hamid Albar, ha dado cuentas sobre el tema en el parlamento de la «manera habitual», esto es, anunciando la creación de un comité especial para investigar las reclamaciones, que ya salieron a la luz el año pasado gracias a la cadena de televisión privada NTV7.

Como se podría haber predicho, se «llegó a la conclusión» que los funcionarios de inmigración no estaban involucrados en el tráfico de birmanos ni de ningún otro refugiado alguno.

Esto a pesar de los testimonios en contra que habian emitido las distintas ONGs trabajando en el ámbito de los derechos de los inmigrantes, e incluso los testimonios de las propias víctimas.

«O bien Syed Hamid es lo suficientemente ingenuo para tragarse la historia servida por el Departamento de Inmigración, que había creado un equipo especial para investigar a sus propios funcionarios, o está desesperado por asegurarse que Malasia no reciba una mala prensa por todo el mundo», djo Santiago a Malaysiakini.**

Ahora, el 24 de abril del 2009, se ha informado que altos cargos republicanos en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos, entregaron al gobierno de Malasia el informe «Tráfico y Extorsión de Inmigrantes Birmanos en Malasia y Tailandia del Sur». El informe afirma que «los inmigrantes ilegales de Myanmar expulsados de Malasia, a menudo eran entregados a los traficantes de personas y obligados a trabajar en prostíbulos, restaurantes y barcos de pesca en Tailandia de no contar con el dinero con que comprar su libertad.»

El informe del Senado de los EE.UU, ahora comunmente llamado «la Memoria Lugar», está basado en un examen realizado por el personal de la comisión en base a un año de entrevistas con inmigrantes y activistas de los derechos humanos. Según este informe:

En los últimos años, los inmigrantes de Myanmar se podrían haber convertido en víctimas de la extorsión y el tráfico de personas, despues de ser deportados a la frontera norte entre Malasia y Tailandia. Parece ser que a su llegada a la frontera entre Malasia y Tailandia, los traficantes de seres humanos se apoderan de los inmigrantes. Estos aseguran que aquellos que no pueden pagar son entregados a los traficantes de personas en Tailandia, que representan una variedad de intereses empresariales que se extienden desde los barcos de pesca a los burdeles.

Mediante el informe, el Comité del Senado de los EE.UU pidió a Malasia que investigara y persiguiera «el tráfico, venta y esclavitud de los inmigrantes birmanos y de otras nacionalidades.»

Photo courtesy of Adli Ghazali

Foto cortesía de Adli Ghazali

El veterano de la oposición, Lim, señala en su blog:

Los investigadores del Senado también recibieron múltiples informes de mujeres birmanas víctimas de los abusos sexuales de los traficantes, en ocasiones, delante de sus maridos, porque como asegura un empleado de una organización no gubernamental citado en el informe, «nadie se atreve a intervenir por miedo a que le metan un disparo o le asesinen a puñaladas en la selva.»

«(A las mujeres birmanas) se les vende a un burdel si tienen buena pinta», contó un refugiado. «Si no son guapas, quizá (los traficantes) las vendan a un restaurante, o como asistentas del hogar.»

La comisión inició la investigación en el 2007, tras oír denuncias de tráfico de inmigrantes birmanos que ocurrían  «con el conocimiento, si no con la participación» de los funcionarios malasios.

«El provenir de los inmigrantes birmanos, que tras haber huido de la mano dura de la junta birmana, se encuentran corriendo aún peor suerte en Malasia, parece dificil de creer», dice el informe.

Lim hizo un llamamiento al recientemente nombrado primer ministro, Najib Razak, a que «responda con la acción inmediata del gobierno en consonancia con su «Acción Ahora», el lema que aparece en el Infome Lugar en el que se acusaba a los funcionarios malasios de la complicidad en el tráfico de refugiados birmanos, obligados a la prostitución y otro tipo de trabajos forzosos en estos últimos años.»

Photo of Rohingya Refugee in Malaysia by M.A.M09

Foto cortesía de M.A.M09

Santiago, en respuesta al informe, dice en su blog:

Vamos a dejar esto claro. Los refugiados no vienen a Malasia en busca de mejores oportunidades económicas. Simplemente no tienen otra opción. Corren a Malasia, dejando atrás familia y críos, para poder seguir con vida.

Sus problemas no terminan una vez que llegan a Malasia. Aquí son persegidos como animales por la RELA, un grupo de matones formado por ciudadanos erigidos en policía para la ocasión.

Los carnets de refugiado, emitidos por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, o ACNUR, no tienen utilidad alguna porque Malasia no reconoce su situación de refugiados. Es por ello que los refugiados se encuentran atrapados en una situación en la que no pueden trabajar y bajo la amenaza constante de ser detenidos por los oficiales de inmigración y la RELA.

Pero el gobierno sólo está interesado en los intercambios comerciales con la junta militar. La compañía petrolera estatal de Malasia, Petronas, hace negocios con Birmania por valor de millones de dólares.

ASEAN, por otro lado, pretende que son liberales de limosina mientras que, en realidad, hacen la vista gorda ante la gravedad de las violaciones de los derechos humanos cometidas por los militares. En cambio, los dirigentes se dan la mano e intercambian sutilezas diplomáticas con los oficiales del ejército birmano durante las reuniones de la ASEAN.

La política de no injerencia de los 10 miembros del bloque protege aún más a los militares birmanos de la necesidad de hacerse responsable por las muertes y desapariciones de cientos de rohingyas, karen, chins y otros clanes minoritarios.

Hago un llamamiento al recién nombrado Ministro Datuk Seri Hishamuddin Tun Hussein para que abra una nueva investigación sobre el asunto y tenga en cuenta las 10 propuestas del Informe Lugar, incluyendo la Ley Contra el Tráfico y la Trata de Personas del país, la Declaración de la ASEAN sobre la Protección y Fomento de los Derechos de los Trabajadores Inmigrantes, y la inmediata ratificación del Protocolo de 1967 de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados, con la finalidad de proteger y fomentar los derechos de los inmigrantes y refugiados en el país y la región.

Photo courtesy of Adli Ghazali

Foto cortesía de Adli Ghazali

Además de la llamada a la acción por parte de la oposición, el comisario de Suhakam, el Sr. N. Siva Subramanian fue citado diciendo que Suhakam (la Comisión de Derechos Humanos de Malasia) había recibido varias denuncias sobre el tráfico de seres humanos en estos dos últimos años. El mismo fue citado diciendo, «El tema ha sido planteado en los foros internacionales, pero es dificil obtener pruebas.» El Señor Siva también pidió a las autoridades pertinentes que » investiguen y tomen medidas contra los responsables.»

El informe y los llamamientos a la acción ha levantado emociones entre los blogeros. Bob escribe:

Hoy en día, en el siglo 21, en la era de la globalización, el desarrollo y la tecnología, uno podría pensar que la raza humana está avanzando en los campos de la libertad, la paz y la dignidad humana. Lamentablemente esto no es así…Hay más esclavos AHORA de los que se llevaron de África en 4 siglos de trata trasantlántica de esclavos. El horror ha vuelto. Comprar un esclavo es más barato que nunca.

LA TRATA DE PERSONAS SE HA CONVERTIDO EN LA ACTIVIDAD ECONÓMICA CON MAYOR CRECIMIENTO EN EL MUNDO. APROXIMADAMENTE 2,4 MILLONES DE PERSONAS SON TRAFICADAS ANUALMENTE. DE ENTRE ELLAS 1,2 MILLÓNES SON NIÑOS.

Cada minuto, cada día, hombres, mujeres y niños, son transportados, usados o vendidos contra su voluntad. Estas son las víctimas del tráfico de personas. Son conducidos a través de fronteras, cruzando continentes, a veces en grupo, pero a menudo los trafican mientras están solos. Viven con miedo. Otros personas vigilan sus movimientos. Se les trata como ganado. Pero la verdad, no son sólo una estadística. Estas personas, la madre de alguien, el hijo de alguien, sueñan con su libertad.

Min Li asegura:

La mayoría de la gente de aquí no se da cuenta qué es lo que define exactamente el tráfico humano, y eso está ocurriendo directamente aquí en Malasia. De lo que sí nos damos cuenta normalmente es de la cantidad de trabajadores extranjeros. Sean chinos, indonesios o de Bangladesh, traídos hasta aquí para trabajar… pero de lo que no nos percatamos es que algunos de ellos han sido atraídos bajo falsas promesas y forzados después a una servidumbre bajo deudas y amenazas. Simplemente, no tienen otra opción.

El tema del tráfico de personas y el maltrato de inmigrantes es un asunto sobre el que muchos malasios tienen bastante que decir.  El activista y que fuera tiempo atrás detenido sin juicio, Nat Tan, escribe en su blog:

El ciclo de arresto, detención y deportación que los refugiados birmanos han experimentado en Malasia es perverso. Las experiencias a las que se tienen que enfrentar por el camino, a menudo repletas de violencia y abuso, son una violación total de los derechos humanos más básicos.

Al percatarse de la necesidad de solidaridad y de un espacio donde los refugiados mismos puedan compartir sus historias, Tenaganita ha recopilado historias de refugiados que han tenido que pasar por este ciclo de arresto-detención-deportación y vuelta a Malasia. Este libro, la Puerta Giratoria (The Revolving Door), pone de relieve el status y situación de los refugiados en Malasia, y la necesidad que todas las partes juegen un papel más importante al ofrecer su apoyo a los refugiados viviendo entre nosotros.

The Fifty Refugees Website

La Web de los Cincuenta Refugiados

Para Aris, un malayo de 37 años, este tema era tan importante, que el antiguo doctor puso en marcha una página Web relatando la historia de cincuenta refugiados, titulada simplemente «Cincuenta Refugiados«. La Web dice:

La suya es una historia muy triste de detención, abuso, temor, negligencia y humillación. Pero estas son también historias de resistencia, coraje, esperanza y amor… gente de tu edad, o de la edad de tus hijos, o de la de tus padres. Seres humanos normales, de carne y hueso, esperanzas y sueños, como tú y yo.

Irónicamente, el Informe Lugar aparece casi un año despues que se aprobara en Malasia la Ley Contra el Tráfico y Trata de Personas. Según informes, treinta y tres personas sospechosas de haber sido víctimas del tráfico de personas fueron rescatadas en los primeros cuatro meses tras la entrada en vigor de la ley.

Respondiendo al Informe Lugar, el primer ministro malayo, el Sr. Najib, ha sido citado diciendo, «Tomaremos las acciones pertinentes..no queremos que se use Malasia como un punto del tráfico de personas..pero necesitamos más datos.»

*El cuerpo popular de Voluntarios (Rela)

**un portal alternativo de noticias

Fotos cortesía de Adli Ghazali y M.A.M09

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