El tema de los derechos de los trabajadores es uno de los que más interesa y por el que más hacen campaña los blogueros israelíes. En los últimos años, varios nuevos sindicatos de trabajadores de los sectores menos esperados, como meseros de cafés, personal de seguridad y periodistas, han utilizado los blogs como parte de su lucha y con esto lograron crear una discusión dinámica y conseguir apoyo en la blogosfera.
En este momento hay dos temas candentes en la blogosfera hebrea: el apoyo al personal académico de la Open University [Universidad Abierta], que lleva en huelga cinco semanas y contando, y el boicot a las tiendas AMPM (el Seven Eleven de Tel Aviv) por sus violaciones a los derechos de los trabajadores.
La Open University es la universidad más grande de Israel con 42.000 estudiantes en todo el país y un personal académico que asciende a 1.300 empleados. Cuando los medios tradicionales abandonaron el tema después de dos semanas de huelga, más de 30 blogueros israelíes asumieron la responsabilidad de mantener el tema en la agenda y de continuar la discusión.
Karen Fite, Doctora en Literatura Inglesa, escribe en su blog (en hebreo [heb]):
«Durante 13 años me dejé llevar por la noción que no hay alternativa: que la Open University tiene sus propias limitaciones económicas y que solo pueden contratarme cuando se matriculan suficientes estudiantes en mi curso. Debido a estas limitaciones, muchas veces me notifican de la iniciación de mi curso faltando una semana para empezar el semestre y hasta ese momento me dejan con la incertidumbre de si tendré un sueldo durante los próximos meses. Debido a las mismas limitaciones, al final de cada semestre me despiden y me vuelven a contratar (o no).
Pero a la universidad no le importan mis limitaciones: no tengo derecho a una incapacidad por enfermedad ni a ningún otro derecho social básico en realidad, y cuando estaba embarazada la universidad se negó a renovar mi contrato para el semestre siguiente.
Ahora que estoy en huelga la universidad no respeta mi derecho a hacer huelga, a decir no a estas vergonzosas condiciones laborales. Desde el comienzo de la huelga he estado recibiendo correos electrónicos amenazantes, donde me preguntan si estoy en huelga de facto para luego notificarme que no me pagarán mi sueldo si estoy en huelga. En otras palabras, saben que son mi principal fuente de ingresos y esperan que el hambre me haga interrumpir la huelga.
Así pues, la Open University, que existe para hacer la educación superior accesible, me niega el acceso a un empleo digno y el derecho al bienestar económico».
Labyrinth, una estudiante de la Open University, escribe en su blog [heb]:
«Es posible que mi graduación se posponga, que mis notas bajen o que dentro de un mes no tenga un respiro por la presión para ponerme al día con las clases perdidas. Pero es posible que mis profesores tengan entonces tiempo para respirar entre una clase y un examen, porque su sueldo será un poco más justo. También es posible que pueda recomendar mis profesores a otros estudiantes, sabiendo que tendrán un empleo fijo y que con seguridad estarán allí el siguiente semestre. Y también es posible que el sindicato del personal académico abra la puerta a otros sindicatos sólidos y respetables en muchas universidades privadas que sufren las mismas consecuencias.
Entonces tal vez un día cuando yo esté en su lugar (sí, es algo que estoy considerando…) estaré feliz de haber pagado el precio por esta huelga, ya que recibiré una retribución decente por mi trabajo».
Y Tomer Reznik agrega en su blog [heb]:
«Mientras me preguntaba cómo escribir un post interesante sobre esta lucha por lo obvio (acuerdo colectivo, seguridad laboral, etc), de repente se me hizo evidente: el punto aquí es precisamente que el personal académico tenga que luchar por lo obvio. La Open University debe satisfacer sus demandas inmediatamente y dejar de tratarlos como si fueran trabajadores temporales».
Limor64, miembro del personal académico de la Open University desde hace 11 años, escribe [heb]:
«No queremos seguir siendo el amortiguador de la universidad. La Open University es una empresa exitosa, pero su éxito es a costa de sus recursos humanos.
Llevamos 5 semanas sin recibir nuestro sueldo, el futuro de este semestre no está claro, pero miramos hacia el futuro con la esperanza de un lugar de trabajo estable y gratificante. Hoy en día los sindicatos son muy importantes a escala global, ya que tanto los empleadores como los gobiernos hacen que los empleados paguen el precio de la crisis económica actual».
Además de estos esfuerzos blogueros, en Facebook se han creado varios grupos solidarios y el periodista bloguero Roy Chicky Arad, involucrado en actividades de contracultura, organizó una sesión de lectura de poesía titulada La universidad cerrada, que se llevó a cabo el 12 de mayo frente a la vivienda del rector de la Open University.
En los últimos días, ha surgido una nueva campaña de rápida difusión entre los blogueros en la que se promueve el boicot a la cadena de tiendas AMPM por las graves violaciones a los derechos de sus trabajadores, casi todos de origen judío-etiopiano.
La bloguera Sharon Gefen, quien inició el boicot, escribe [heb]:
«Hice caso omiso de sus altos precios y del hecho que el aumento de su presencia ocasiona el cierre de los minimercados familiares, pero la violación de los derechos de los trabajadores es algo con lo que simplemente no puedo vivir. Si, por ejemplo, la cajera llega unos minutos tarde a su turno debe pagar una multa de 150 shequels. Si no puede cumplir su turno, paga una multa de 450 shequels, que es más del doble de lo que gana en ese turno. ¡Ya basta! Prefiero ir a otra parte a comprar mis cigarrillos (y la leche y el pan y los tampones, etc) de modo que todos, incluso los trabajadores de AMPM, sintamos que «es bueno vivir en esta ciudad», como dice su eslogan».