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Paraguay: El virus H1N1 sigue expandiéndose

Categorías: Latinoamérica, Paraguay, Salud

Es abrumante tratar de no ser atrapado por la congestión vehicular en la Avenida España en un día de semana a las 2 p.m. Por ese motivo es impresionante para la mayoría de los paraguayos ver las calles casi desérticas en estos días. «Nunca antes había visto algo como esto, todos están paranoicos ahora», dice la blogger Nora Vega [1], quien se moviliza hacia el centro de la ciudad de Asunción todos los días. Lo que mantiene a los paraguayos dentro de sus casas es la rápida expansión del virus H1N1 [2], el cual ya ha cobrado tres vidas y ha infectado a cientos de ciudadanos.

La semana pasada, el Congreso Nacional declaró una emergencia de salud nacional por 90 días y otorgó 99 mil millones de guaraníes adicionales (alrededor de 20 millones de dólares) al ministerio de salud para hacer frente a la epidémica gripe porcina.

El gobierno ahora está analizando la posibilidad de extender las vacaciones de invierno de dos semanas en las escuelas para prevenir que más niños sean infectados por el virus. La municipalidad cerró varios edificios de asistencia pública y teatros durante diez días. Esta acción fue llevada a cabo a pesar de las declaraciones de la Ministra de Salud Esperanza Martinez, quien advirtió que este tipo de medidas no fueron efectivas para detener la expansión del virus en países tales como México y los Estados Unidos.

Aunque el ministerio de salud sólo ha confirmado oficialmente tres muertes, se sospecha que al menos otras 15 muertes estén relacionadas con el virus. Hasta el momento, se han registrado oficialmente 114 casos de infecciones, pero se sospecha de aproximadamente otros 700 casos [3]. Uno de los motivos por los que estos casos no pueden ser confirmados es debido a la escasez de materiales para realizar el análisis.

Otra preocupación mayor es la escasez de antibióticos, especialmente en el sector privado. La periodista y blogger Mabel Rehnfeldt en su blog El Dedo en la Llaga comparte la frustración de tener dos hijas infectadas con el virus [4]:

Cuando el sábado a la mañana el diario ABC trajo en tapa el titular “SALUD DICE QUE TODO ESTA CONTROLADO” la rabia y la impotencia me ganaron. Nadie nunca nos llamó ni siquiera para preguntar si la paciente seguía viva o si había encontrado el “tamiflu” que ellos habían comprado en grandes cantidades al punto de dejar desabastecido el mercado.

(…)

Esperanza y equipo: Den un volantazo. Demuestren que no se van a prestar a mentiras oficiales. Si las cosas están descontroladas (ya sea por falta de recursos o porque es difícil controlar una enfermedad como esta en un país pobre e ignorante), digan que no pueden, que no hay recursos, o gente bien entrenada si es que ya los controles les sobrepasan. Hagan que ayudemos desde el sector privado pero no nos digan que todo está bien cuando los monitoreos no están funcionando.

Los senadores reaccionaron hacia la rápida expansión del virus acusando al ministerio de salud de actuar de forma ineficiente. Incluso el representante José Lopez ha sugerido censurar a Martinez, ministra de salud. Pero no todos están de acuerdo con esta posición. La blogger y periodista Susana Oviedo, en su blog Sobre el Punto, declara que los representantes gubernamentales no están diciendo la verdad [5]:

Por supuesto, con afán de protagonismo, comenzaron a cuestionar por qué no se previeron tales o cuales medidas, las que, en realidad, están trazadas desde marzo.

(…)

Según demostró la ministra, hace tres meses también que están programadas las respuestas para cada fase de esta pandemia en el país, y se había anunciado que julio y agosto serían los meses críticos. …. Pero evidentemente los políticos, en general, y los que ocupan cargos en la administración del Estado, en particular, no prestaron oídos a estos temas. Estaban envueltos en sus pequeñeces, como siempre.

A medida que la epidemia se expande, los retos de Paraguay para enfrentar el virus AH1N1 se incrementan: los hospitales se encuentran abarrotados de gente y como consecuencia, tienen pacientes esperando en colas durante horas.