El divorcio ha sido siempre un estigma en la sociedad egicpia. Hoy, los vientos de cambio parecen estar llevándose esto.
El blogger Shaymaa El Gammal blogueó acerca [1] de una radio en línea dedicada a mujeres divorciadas. Citando a Mahasen Saber, propietario del blog y radio Quiero el divorcio [2], escribió:
Después de mi experiencia de blogueo decidí difundirlo por la radio; la gente prefiere escuchar a leer y esto me permitirá llegar a un segmento mayor en términos de edad, cantidad y clase social. Empezaré con cuatro programas principales; el primero se llama “El incomprendido – tuyo sinceramente” que aborda los principales temas a los que se enfrentan las mujeres divorciadas en una sociedad patriarcal ya sean compañeros de trabajo, vecinos o parientes. He notado que, independientemente de sus antecedentes educativos o sociales, los hombres comparten la misma idea de una divorciada – fácil, disponible, vulnerable, moralmente frágil, y material para chismes. Esto convierte a la mujer divorciada en su propia carcelera porque es siempre culpable hasta que se prueba lo contrario.
Citando al periódico Youm7 [3] Hayat bloguea [4] sobre el segundo programa y dice:
“Desde debajo de mis sábanas” se ocupa de la carga emocional del divorcio e invitará a psicólogos especializados.
Y sobre el tercer programa escribe:
“Tu ex es tu propía hechura” es una guía segura sobre cómo lidiar con el “ex” en términos de lo que es apropiado para ella y sus hijos – si el ex es agresivo, justo o manipulador.
En tanto que el cuarto es:
“Tus hijos – los tienes a medida que los haces” se trata del ciudado de los hijos de un divorcio – su disciplina, guía, preparación y apoyo.
La blogger Eman Hashim publicó un artículo coincidente [5] titulado “Somos las culpables”:
La que teme a la “divorciada destruye hogares” es una mujer.
La que esconde su embarazo de su amiga “soltera” es una mujer.
La que teme el ojo malvado de otra mujer es también una mujer.
La que le planteó al hombre a creer que una divorciada haría cualquier cosa por tener un hombre por media hora es una mujer.
La que sucumbió por desesperación y accedió a casarse con un hombre casado y a convertirse en su “esclava” es una mujer.
La que crió a su hija para aceptar toda clase de insultos de su novio por miedo a terminar fuera de la institución del matrimonio es una mujer.
La que ha sido golpeada delante de sus hijos y lo ha aguantado por evitar el estigma del divorcio es una mujer.
Y finalmente Asser Yasser compartió algunas recientes estadísticas [6] (setiembre del 2008) acerca de mujeres egipcias y dónde reside el estado de pánico por encontrar a un hombre:
El porcentaje de hombres es 51.1% contra el 48,88% de mujeres
Previamente se había observado que la relación era de 1 hombre: 4 mujeres.