- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Rusia: Medvedev y un misterioso asesinato

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Derecho, Derechos humanos, Gobernabilidad, Guerra y conflicto, Política

Cuando el miércoles se supo la noticia del asesinato de Natalya Estemirova, activista rusa de Derechos Humanos, no le tomó mucho tiempo al presidente Dmitry Medvedev ofrecer sus condolencias a la familia y designar una comisión para investigar [1] un crimen con amplia cobertura por los medios internacionales. ¿Pero fue esto meramente una reacción para evitar repetir el fracaso de Relaciones Públicas de Politkovskaya? En el área de los medios locales, no hubo comparación en la cobertura, lo que provocó rabia, resignación y acusaciones de hipocresía entre los bloggers liberales de Rusia. Sin embargo, mirando más ampliamente, otros ven el caso de Estemirova como otro anuncio de problemas futuros para la tandemocracia [2] Putin-Medvedev, y creen que Medvedev reaccionó al asesinato por honesto interés y precupación.

La primera, y obvia, pregunta para todos los relacionados con el asesinato de una de las más destacadas defensoras de los Derechos Humanos de Rusia es : ¿quién pudo comenter un acto tan atroz?

Los dedos han señalado a Putin y Kadyrov, como resultado de la amenaza del presidente checheno de denunciar [3] por difamación a la organización de Estemirova, Memorial [4]. Aun así queda la pregunta, ¿quiénes fueron los asesinos y quién está detrás de ellos?

El usuario de LiveJournal Andrei Naliotov se asombra ante [5] [rus] el carácter del asesino, como opuesto al de Estemirova:

No puedo entender ¿qué clase de persona hay que ser para dispararle a un médico, que se apura para salvar a los enfermos o heridos, a un sacerdote que reza para salvar almas, a una defensora de los derechos humanos, que saca a la gente de la miseria? Conocí a Natalya Estemirova. La primera vez que hablé con ella, me sorprendió su valor: para desafiar a la totalitaria Chechenia de hoy, y hacerlo viviendo en Grozny – se necesita el mayor de los corajes. Pero pararse del lado de la verdad y salvar personas fue superior a todo para ella. “Ninguna aldea sin un honrado”. Natalya era la honrada de Chechenia. Que su recuerdo viva eternamente.

En tanto que la declaración de Medvedev sobre el asesinato puede haber impedido repercusiones internacionales, las reacciones en los medios rusos fueron escasas, y el usuario de LiveJournal tupikin explica [6] [rus] sus propias sensaciones y el descuido de otros para tapar el tema:

Casi todo el día pasó en el reino del color negro. Al comienzo, la conferencia de prensa acerca del secuestro y asesinato de ayer de Natalya Estemirova, defensora de Derechos Humanos de Grozny (a juzgar por los comentarios en mi post [7] -uno solo- se podría pensar que es solamente de interés para los sitios web anti-Kremlin, en tanto que ninguno de mis buenos amigos mostró ningún interés). Díganme, honestamente, ¿creen que los defensores de Derechos Humanos son locos? ¿O, más bien, predestinados a morir? Está bien, la conferencia de prensa reunió a 60 periodistas, incluidas diez cámaras de televisión. Cuando Ludmila Alexeyeva, presidenta del grupo Moscú Helsinki, pidió a los periodistas nacionales [es decir, rusos] que levantaran la mano, resultó que no eran más de 15 personas. La noticia, que ha rodeado a los medios mundiales, se recibe, acá en nuestro país, con asombroso estoicismo, como si simplemente ese fuera el modo en que tiene que ser. En realidad no 60, sino 160 periodistas debieron haber venido… Bueno, este no es otro país, sino que es todo nuestro. [—] y después Ludmila Alexeyeva agregó que dos personas era culpables- Ramzan Kadyrov y Vladimir Putin. [—] No sé si los tácitos lectores de mi LiveJournal entiendan, que esta es una sensación de proporciones comunes a todos los rusos[—] que dos de los más altos funcionarios de estado en Rusia fueran nombrados como cómplices de un asesinato político delante de cámaras de televisión y decenas de periodistas. El piso no se sacudió, solamente siguió el silencio. Mientras escribía estas palabras en el teclado de mi vieja notebook, era como si las letras que se formaban con el toque de los dedos fueran como la Campana del Zar [8]

Volviendo a las ramificaciones políticas del asesinato, hay bloggers que destacan lo problemático e inoportuno que el caso Estemirova es para Medvedev, que posiblemente se agrega a una presunta campaña política interna para minar el poder y la legitimidad del presidente. Consecuentemente, el usuario de LiveJournal anaitiss escribe [9] [rus]:

Es el segundo asesinato político durante el mandato presidencial de Medvedev. Más aun, justo después de la visita de Obama. Además, justo cuando fracasó la provocación con “el ebrio Medvedev” en la [Cumbre de ] G8. Y después, si vamos a ser honestos, en una región donde no hay dónde encontrar al culpable, aunque todos supiéramos en quién están pensando todos. Y también, exactamente cuando Estados Unidos, encarnada en Obama, ha abandonado a los revolucionarios locales (incluso ellos mismos escriben sobre esto [10]). Y caramba, ¡cómo estaban abandonados! Y esto, habiendo formado la comisión conjunta McFaul-Surkov [grupo de trabajo EEUU-Rusia sobre derechos humanos]. Simplemente tienen que ilustrar a Medvedev como “un sangriento tirano, que pisotea a la justicia”, simplemente tienen que hacerlo. Para hacer los asuntos de tal manera que cualquier diálogo entre nosotros mismos y Occidente se torne imposible. “La segunda Politkovskaya” es un escenario ideal, debemos admitir eso. Y además en el Cáucaso.

Los Derechos Humanos y el menosprecio hacia la ley es un asunto de gran preocupación para el presidente ruso – abogado de profesión. Con poco más de un año en el cargo, hacer que la marea tienda hacia el estado de derecho parece ser una condición previa para que Medvedev ejerza eficientemente el poder en un momento en que Rusia atraviesa un descenso económico no visto desde la crisis financiera de 1998. Aunque verdadero, basta señalar que en el 2001 Putin -a un año y medio de su primer mandato presidencial- no era la indiscutible fuente de poder y autoritdad que marcó en los últimos años de su reinado. Entonces, eso apenas podria esperarse de Medvedev. En una reciente discusión sobre el estado de derecho y Derechos Humanos publicado en su blog [11] [rus], Medvedev caracterizó el problema de la anarquía rusa por consiguiente:

MEDVEDEV: Ustedes están hablando de anarquía masiva. De hecho, vivimos en un país con una muy complicada relación con la ley [—] y una [actitud] muy relajada y tolerante con la anarquía. Pero no es un secreto que uno debe ser capaz de pelear por la justicia. No tenemos cultura de pelear por la justicia, simplemente no la tenemos. [—] ¿Cómo manejamos esto? Al comienzo, recurrimos a algún burócrata – una, dos veces, sin ningún resultado todavía. Después recurrimos a los medios, como fuente alterna de poder, pero si no hay resultados, ¿a quién le escribimos cartas?
RESPUESTA: A usted.
MEDVEDEV: A mí. Eso es totalmente correcto. Así que esa es la jerarquía para defender los derechos humanos.
RESPUESTA: Luego uno recurre a Estrasburgo [la Corte Europea de Derechos Humanos].

El último comentario es ilustrativo del dilema de Medvedev, cuando se le confronta con el asesinato de Estemirova, y la anarquía general de la actual Rusia. En temas de derechos humanos y el estado de derecho, el Presidente de la Federación Rusa parece no ser la suprema autoridad y garante de la constitución. Es a Estrasburgo a quien recurren los ciudadanos rusos como último recurso cuando su propio sistema judicial fracasa en cumplir sus derechos constitucionales.

Consecuentemente, reimplantar el orden público es una tema crucial de credibilidad para Medvedev, y además como un hacer o morir para su propia capacidad de ejercer el poder que se le ha conferido. Juzgando por las opiniones de Medvedev, y las de algunos bloggers, la ley es también uno de los mayores problemas de la Rusia de hoy, pues toca la muy fina línea de la labor de estado -el equilibrio- el acto entre la continuidad y el cambio, la estabilidad y el progreso. En tanto el asesinato puede no ser un misterio para la mayoría, para Medvedev es un misterio cómo solucionarlo, como parte inherente al menosprecio general ruso por la ley.