Diez años después del referéndum, hay voces en todo el mundo corriendo la voz por Timor Oriental, pero esta vez celebrando la fuerte solidaridad internacional que en ese entonces culminó en el reconocimiento de la autodeterminación del país:
El 30 de agosto de 1999, cientos de miles de votantes timorenses desafiaron una campaña de terror dirigida por indonesios para decidir por votación la independencia en un referéndum organizado por la ONU. Este acontecimiento, que terminó con la brutal e ilegal ocupación militar de Indonesia de 24 años de duración, llevó a la creación de la República Democrática de Timor-Leste como la primera nueva nación del milenio. La elección fue la culminación de décadas de lucha por parte del pueblo timorense, con el apoyo de activistas solidarios de todo el mundo.
La difusión del video del periodista Max Stahl, que registraba la indignante Masacre de Santa Cruz de 1991 aumentó la atención global acerca de los crímenes que tenían lugar en Timor Oriental bajo la ocupación indonesia.
En 1996, Jose Ramos-Horta y el Obispo Ximenes Belo recibieron el Premio Nobel de la Paz y solamente tres años después el presidente indonesio Habibie permitió al pueblo de Timor Oriental que eligiera entre Indonesia y la independencia. Y el mundo se unió a Timor Oriental.
Aparecieron movimientos de solidaridad con capacidad de presionar a sus gobiernos y protestar por los abusos por parte de los indonesios en Australia, Nueva Zelanda, Japón, Portugal, Francia, Holanda, Irlanda, Alemania, el Reino Unido, Canadá y EEUU durante los años noventa. Incluso dentro de Indonesia, los timorenses orientales tenían amigos que trabajaban para detener los abusos y promover la autodeterminación.
En el verano de 1999, en el camino al referéndum, la Federación Internacional para Timor Oriental (IFET, por sus siglas en inglés) reunió al Proyecto Observador, un equipo internacional de miembros de al menos 22 países, para que fueran a Timor a observar la elección. Los arreglos de seguridad para los meses que precedieron al referéndum fueron poco firmes, pues el acuerdo de la ONU para el referéndum dejaba la seguridad a cargo de la policía indonesia.
Los encargados del IFET valientemente se desplegaron por todo el territorio. Un informe del proyecto del 22 de agosto de 1999 explica:
Hemos alquilado casas y desplegado equipos en cada área de Timor Oriental. Al llegar a un pueblo, un equipo de operaciones del IFET primero contacta con la policía y las autoridades locales, y después con diversos líderes de la comunidad y defiende a los dos lados de la campaña. Se instalan en una casa que un equipo del Proyecto Observador de IFET ha dispuesto, y empiezan a observar y a averiguar acerca de los acontecimientos y percepciones relacionadas con la campaña y otros aspectos de la consulta. Cada equipo informa de noche por teléfono y semanalmente presenta un informe por escrito. Aunque nadie de ninguno de nuestros equipos ha sufrido heridas de ningún tipo, varios han sido testigos de incidentes violentos o de intimidación, y han informado de tales hechos a las autoridades competentes, la Misión de las Naciones Unidas en Timor Oriental (UNAMET, por sus siglas en inglés) y la sede central del Proyecto Observador de IFET en Dili.
Los observadores de IFET informaron que la violencia tomó por asalto a Timor Oriental tras las elecciones, que resultó que estaban abrumadoramente a favor de la independencia de Indonesia. El Proyecto Observador del IFET informó el 3 de setiembre:
Los observadores, miembros del Proyecto Observador de la Federación Internacional para Timor Oriental (IFET-OP, por sus siglas en inglés), viajaron al barrio de Becora de Dili para investigar informes de ayer de quema de casas en la zona por parte de la milicia. Cuando llegaron, encontraron una casa que había estado recientemente en llamas, y con bomberos y periodistas en el lugar, el equipo de IFET-OP fue a investigar. Diez minutos después de la llegada de los observadores, la milicia respaldada por el ejército indonesio apareció en la casa.
La milicia Aitarak (espina) golpeó en la cara a uno de los miembros de IFET-OP de EEUU. A otra miembro del equipo, una mujer de Finlandia, la golpeó en la espalda un miliciano que sostenía una pistola. Otro miembro finlandés del equipo fue amenazado a punta de pistola. Los miembros de la milicia también le dieron un puñetazo a un chofer del IFET-OP y rompieron una ventana de su carro.
Con el estallido de la violencia por parte de la milicia, que empezó casi inmediatamente después de las elecciones, los grupos de solidaridad en todo el mundo empezaron a exigir a sus gobiernos que prestaran atención a la situación de Timor Oriental, que empeoraba. El siguiente video de Jose Budha, ilustra cómo Portugal se alzó e intervino en ese periodo:
[Subtítulos] Las imágenes de un país de pie durante tres minutos en solidaridad con un pueblo distante recorrieron el mundo, como fue con la vista aérea de una cadena humana de 10 kilómetros. Miles terminaron dirigiéndose a Madrid, para poder gritar con fuerza su condena en la Embajada de Indonesia. Al final, Indonesia aceptó la entrada de una fuerza internacional en Timor Oriental. La ONU se tomó otra semana en enviar esta fuerza. No sabemos cuántas personas murieron. De los 18 acusados en Indonesia de estar involucrados con los acontecimientos de 1999, solamente uno fue condenado y los otros fueron absueltos en diferentes instancias. Existe la certeza de que en el futuro, cuando sea necesario, hay millones de voces listas para gritar, que llegarán a una distancia de 14,000 kilómetros, hasta Timor Lorosa'e.
Después de conocerse los resultados el 4 de setiembre, ocurrieron numerosas atrocidades, matanzas y devastación, como lo informó TAPOL en 1999:
Después del anuncio de los resultados el 4 de setiembre, las milicias y sus jefes Kopassus desataron una política de gran crueldad de proporciones gigantescas. Fuerzas paramilitares se unieron a la lucha, junto con seis batallones TNI, incluidos dos infames batallones locales, 744 y 745. En conjunto, cerca de 15,000 hombres estuvieron involucrados. Sin un contingente de hombres tan grande, nunca se hubiera podido resolver todo tan rápidamente.
Aunque [la Operación] Sapu Jagad-II buscó crear la impresión de que esto fue un desborde espontáneo de rabia por parte de las fuerzas pro-Indonesia, hay abrumadora evidencia de que la destrucción fue una operación militar bien preparada. En muchas aldeas, los alderanos fueron obligados a destruir y quemar sus propios barrios, incluso sus propias casas. El objetivo era destruir tanto como fuera posible y castigar a los pilares del movimiento en pro de la independencia. La Iglesia Católica, que había dado refugio a timoreneses orientales que huyeron a lo largo de la ocupación, fue uno de los objetivos principales.
Todos los voluntarios de IFET OP fueron obligados a salir de Dili para el 7 de setiembre de 1999 bajo circunstancias extremadamente angustiosas:
Hoy, 7 de setiembre, el último de nuestros observadores fue obligado a dejar Timor Oriental. Durante los últimos dos días, la Real Fuerza Aérea Australiana evacuó a 60 de nuestros voluntarios a Darwin desde Dili y Baucau.
Salimos de Timor Oriental por seguridad, pero con tremenda tristeza. El pueblo timorense oriental no tiene una Australia a donde huir, ni lugar donde esconderse del terror de la milicia. Anoche, oficiales del ejército de Australia e Indonesia evitó que uno de los miembros timorenses orientales de nuestro personal se subiera al avión con nosotros — y enfrenta un horror innombrable compartido por cientos de miles de sus compatriotas timoreneses orientales.
Muchos observadores y medios internacionales salieron de Timor Oriental antes de la salida de IFET-OP, y fuimos la última ONG internacional en salir. UNAMET se ha retirado de todo el país, excepto de Dili, donde han cortado sus comunicaciones y electricidad, y están rodeados por milicia que disparan a su complejo habitacional virtualmente sin interrupción.
La mencionada “presión mundial” se hizo más y más real pues los ciudadanos no renunciaron. Se puede ver algunas fotos de lazos de solidaridad en Portugal en el sitio web Tane Timor. Maremargo publicó fotos desde España. Antonio José, del blog Uma Lulik, ilustró y describió emocionalmente en Lisboa lo que estaba pasando en una solidaridad nunca antes vista durante el 7 y el 8 [pt] de setiembre de 1999:
Las sirenas de los camiones de bomberos se escucharon durante tres minutos ininterrumpidos… paramos por Timor Oriental como nunca hemos parado por nada más… TODOS (…)
A lo largo de la tarde desde la parte de arriba de los edificios, papel, pequeños trozos de papel y rollos de papel higiénico fueron arrojados constantemente, todo lo que llegaba a las manos era material para protestar. Más tarde, descubrimos que se habían acabado las reservas solamente porque estaban tirando las páginas amarillas… el viento también nos estaba ayudando a enviar las protestas directamente a la Embajada de EEUU, en los árboles, en su jardín y en los alrededores. Encima del edificio vimos hombres con terno, la causa era [el papel] …
Aunque la Red de Acción de Timor Oriental (ETAN por sus siglas en inglés) puso gente en las calles en setiembre de 1999, también se pudo contar llamadas telefónicas y cartas de más de diez mil estadounidenses:
ETAN creció durante 1999, nuestros miembros aumentaron de 8,500 a 11,700. […] Usando nuestra experiencia y nuestra red activista nacional desarrollada a lo largo de ocho años de dedicación a una causa que para muchos no tenía esperanza, ETAN movilizó presión pública y oficial. […] En setiembre, el sitio web de ETAN fue visitado por más de 40,000 personas a la semana. […] Durante setiembre, nuestro personal y voluntarios más activos fueron presentados o citados en incontables artículos y programas de los medios convencionales, y llegaron a decenas de millones. Los activistas de ETAN escribieron editoriales en los principales periódicos de EEUU, escribieron cartas al editor y aparecieron en programas de radio y televisón, locales y nacionales.
En el otro lado del mundo, el momento decisivo para la intervención internacional ocurrió en la Cumbre de APEC en Nueva Zelanda, cuando Bill Clinton se reunió en privado con los líderes del Pacífico. Apenas días antes había anunciado la suspensión de entrenamiento militar estadounidense con Indonesia. Según el blogger Nigel Morley de “Writing for the Future“
Para algunos lectores esto puede sonar extravagante, pero cuando el ganador timorense del Premio Nobel de la Paz José Ramos-Horta se reunió con el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, en la Cumbre de APEC en Nueva Zelanda en 1999, Clinton comentó que Ramos-Horta tenía más influencia con el Congreso que él (Zubrycki: 2002).
Los neozelandeses salieron por montones a recibir a Clinton, Ramos Horta y el Primer Ministro australiano Howard. Los australianos también “toman las calles por Timor Oriental”:
Cartelones diciendo “Paren la matanza” y “Wiranto – asesinato.” Cánticos de “liberen a Timor Oriental” y “Viva Timor Leste” venían de la multitud después que escucharon al líder de la resistencia timorense oriental, el señor Jose “Xanana” Gusmão durante una conexión telefónica en vivo desde Yakarta.
“Los necesitamos, hermanos y hermanas de Australia, necesitamos de su voz”, dijo Xanana Gusmao en Yakarta por teléfono, “creo que es importante enviar un mensaje al gobierno indonesio, que la comunidad y los trabajadores australiana harán todo lo que puedan para parar las matanzas. Viva Timor Oriental”, dijo. “Viva”, respondió la multitud.
Durante los torturantes días de setiembre de 1999, los líderes mundiales se movieron lentamente para intervenir en Timor Oriental, mientras era claro que los militares indonesios y sus representantes estaban destruyendo completamente el territorio, y provocaron una crisis de proporciones masivas. Pero la protesta y defensa decisiva de grupos de ciudadanos preocupados en todo el mundo avergonzaron a EEUU, Australia e Indonesia para empezar una nueva página por Timor Oriental.
Una década más tarde, es momento de celebrar esa unión global. En Dili, se han programado varios actos, como una exhibición de fotos en Fundação Oriente (donde fue el lugar de una masacre ocurrida en 1999) que describe movimientos de solidaridad a lo largo de los años.
Este es el primero de una serie de posts para conmemorar el décimo aniversario del referéndum popular en Timor Oriental, una elección que condujo a la independencia de un territorio reconocido internacionalmente. Si quieres compartir recuerdos de los actos de solidaridad global por Timor Oriental en 1999, por favor, hazlo debajo.