- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Brasil: Escándalo por desalojo violento en São Paulo

Categorías: Latinoamérica, Brasil, Derechos humanos, Gobernabilidad

El lunes pasado, siguiendo una orden de la corte, 249 policías fueron a desalojar a 800 familias de la invasión Olga Benario en un área llamada Capão Redondo, que se extiende al sur de São Paulo. La propiedad ha estado ocupada durante dos años por cientos de familias, muchas pertenecientes al movimiento social Frente de Luta por Moradia (Frente de Lucha por la Vivienda). La dueña de la propiedad, una compañía de transporte, obtuvo una orden de desalojo a pesar de deber dinero por concepto de impuestos, e incluso, a pesar que la Oficina estatal del defensor público estuvo intentado defender a los residentes. El desalojo terminó en casas y carros quemados y cientos de familias en el barro de la calle.

Photo: Ferréz, used with permission [1]

Foto: Ferréz, usada con permiso

Imágenes del violento desalojo, en las que las que las «tropas de asalto» de la policía usaron balas de goma y gas lacrimógeno, fueron transmitidas en vivo por la mayoría de estaciones de televisión, además de ser ampliamente utilizadas por los medios de comunicación impresos, provocando reacciones en la blogósfera y en twitter. Ferrez, vecino de la localidad, blogueó este escándalo [1] [pt], tras presenciar algunos de los desalojos él «no pudo soportarlo más»:

Hoy volvió el helicóptero [de la policía] a la madrugada, docenas de familias pasaron la noche afuera cerca al río, donde apilaron sus pertenencias, una mujer me preguntó si más tarde los medios de comunicación o la policía los llevarían a algún lado, tragué saliva y no pude responder, ella comprendió, porque el silencio también es una respuesta.

Ellos no tenían a dónde ir, nadie vino a recogerlos. Entre charlas, hubo un bocón que dijo que habían muchos oportunistas en el barrio, mucha gente que había tomado casas sin necesitarlas porque ellos ya tenían sus ranchos. Él fue inmediatamente callado por la multitud que bordeaba el río, un anciano vino y le dijo que nadie allí estaba jugando a tener beneficios, que nadie fingía que necesitaba vivir ahí, él había perdido todo lo que tenía con lo sucedido.

Photo: Ferréz, used with permission [1]

Foto: Ferréz, usada con permiso

La mayoría de opiniones en twitter fueron de solidaridad con las personas desalojadas, como @fefoguimaraes, quien twiteó que el desalojo «fue una ofensa a la dignidad humana» [2], además twiteó al secretario del alcalde preguntándole a dónde irían las familias.

Raquel Rolnik, de São Paulo, Ponente especial de las Naciones Unidas para la Vivienda Adecuada, escribió en su blog [3] [pt]

Las imágenes del desalojo [4] muestran la urgencia de prestar atención de manera definitiva al asunto de la vivienda. Hay muchas madres con hijos en sus regazos, ancianos y trabajadores que no tienen dónde ir y que acabarán en la calle.

Photo: Ferréz, used with permission [1]

Foto: Ferréz, usada con permiso

Panóptico escribió criticando el estado de São Paulo [5] [pt] y su publicidad recientemente publicada en los medios de comunicación, un sólo día después de los hechos, sobre su proyecto de vivienda social, cuyo lema es «En el estado de São Paulo, lo hacemos. Y lo hacemos bien»:

Pero hasta un punto el anuncio es cierto. Como todos vimos ayer, la policía antidisturbios y los bulldozers siempre funcionan bien: «En el estado de São Paulo, lo hacemos. Y lo hacemos bien».
Si el gobierno continúa con su propia «política de vivienda social», como vimos en el desalojo del edificio de la Seguridad Social [afectando 400 familias en junio], tras el desalojo de varias familias de sus hogares, la policía impondrá un toque de queda. Es el gobierno de  São Paulo que siempre está innovando: desplazando a la gente sin hogar.

Algunos no estuvieron de acuerdo, diciendo que la propiedad privada debe ser respetada a toda costa, como Xico [5] quien comentando a Panóptico [5] [pt] dijo:

Para empezar, ellos no debieron haber ocupado una propiedad privada, abandonada o no. Además, el concejo de la ciudad ofreció refugio a estas familias, quienes no quisieron aceptar. Finalmente, ofrecer una política de vivienda NO quiere decir apoyar la invasión a la propiedad privada.

No estoy diciendo que estas familias merezcan vivir en las calles. Lo que digo es que están yendo en la dirección equivocada. Parte de la responsabilidad es, de hecho, del gobierno, pero la responsabilidad personal pesa mucho en situaciones como esta. Ustedes no pueden esperar que el gobierno apoye este tipo de actitud proporcionando infraestructura a personas que para empezar no tienen el derecho de estar ahí.

Photo by Ferréz, used with permission [1]

Foto de Ferréz, usada con permiso

Little Star Shining no concuerda con el anterior punto de vista, diciendo que no tiene palabras para describir la noticia [6] [pt] de este «brutal, absurdo desalojo de estas familias»

Entonces reflexionemos: ¿¿después de todo qué es una ocupación ilegal (o» invasión» como peyorativamente lo han llamado nuestros brillantes medios de comunicación)??

Veamos…

Para que un área sea ocupada ilegalmente debe estar primero inactiva, sin uso… eso quiere decir, un área donde nadie viva, sin propiedades, plantaciones, ¡nada! La premisa es que no ha sido usada de ninguna manera, después de todo, no puedes ocupar ilegalmente una casa con alguien viviendo en ella, sólo casas abandonadas, ¿correcto? Con un área sucede lo mismo…  Está ahí, inmensa, abandonada y sin  uso. Hasta que un grupo de personas, usualmente movimientos organizados de gente sin un hogar o una tierra, decide tomar esa área y usarla. […]

Ahora, ¡¡es vergonzoso que usted todavía crea que el gobierno, la justicia, la policía o cualquiera que sea el poder regulador establecido por el Estado, tenga como objetivo servir a la gente!! Ahhh… ¡no caiga en eso!

Hay disponibles más escalofriantes fotos del desalojo [7] en la cuenta de Flickr del periodista gráfico freelance Anderson Barbosa.

Photo by Ferrez, used with permission. [1]

Foto de Ferrez, usada con permiso.

Escrito en colaboración con Paula Góes [8].