El 18 de setiembre, un hombre estaba escribiendo en las paredes de la estación de metro Balderas en la ciudad de México, cuando fue confrontado por un oficial de policía. El hombre reaccionó y empezó a disparar, y mató al oficial. Durante el caos, usuarios del metro buscaron refugio en los vagones del metro, mientras que otros huyeron escaleras arriba buscando una salida. Otro hombre, identificado como Esteban Robles Barrera, decidió tomar cartas en el asunto para evitar más muertes y arremetió contra el pistolero. Su intervención fue infructuosa y a él también le dispararon y murió.
Pronto el video de seguridad de todo el incidente apareció en la televisión mexicana y en Internet, mostrando la secuencia de acontecimientos con detalles gráficos. Algunos, como Bernardo Degaray piensan que no se debió mostrar el video debido a lo que contiene.
Las imágenes muestran claramente las acciones del oficial de policía y de Robles Barrera, así como sus trágicas muertes. En sitios como Twitter, ha habido un desborde de admiración por la valentía mostrada por los dos hombres. Roberto Marmolejo (@AdrianusImp) escribe:
Ver el video del Metro Balderas te demuestra que los héroes todavía habitan la miserablemente esplendorosa Ciudad de México.
Otros bloggers mexicanos describen dónde estaban durante el trágico incidente. Daniel Hernández de Intersections escribe acerca de las reciente tragedia:
Hay una cultura de violencia en México, definitivamente, pero una persona fuera de sí que dispara a gente al azar no es la clase de cosa que pasa por acá. Para ponerlo francamente, esa es cosa estadounidense. Pero algo está cambiando.
(…)
Ayer, cuando me enteré de la noticia — con una desesperada llamada de un amigo— yo estaba en una reunión cerca del metro Patriotismo. Salí corriendo para tratar de llegar a la escena. El metro estaba funcionando normal. Entonces mi tren se atascó en el túnel justo antes del punto de transferencia Centro Médico —durante media hora. Atiborrado hombro con hombro, en el caluroso túnel, humedad en nuestra piel por la lluvia, parados… parados… pacientes. Cuando nuestro tren finalmente llegó a la plataforma, un pared de personas intentó entrar empujando hacia el carro, mientras que unos cuantos de nosotros empujaban hacia afuera.
El blogger de Historias y Reflexions del Albuelo también aporta una recapitulación del día:
Iba yo camino al Asilo, en el camión que pasa por mí al cyber desde el que me conecto, cuando, por ocioso, le pedí su cel al chofer y me conecté a Twitter para despedirme de mis nietas y los malandros, cuando empezó a llegar la información del evento.
Al principio pensé que era una mamada más como la del pinche loco que “secuestró” el avión de Aeroméxico, sin embargo, al empezar a recibir más y más información, entendí que el asunto era delicado.
Entre lo que publicaban las fuentes noticiosas y los comentarios de reporteros y camaradas a quienes sigo, pude darme cuenta de lo serio del asunto y, especialmente, de la inquietud que embargaba al carnal Morf0 quien sabía que una amiga utiliza esa ruta para llegar a su destino y no se podía comunicar con ella.
La referencia al fallido secuestro del vuelo mexicano involucra a un sacerdote boliviano, que intentó desviar el avión diciendo que tenía una bomba. Nadie salió herido y el hombre quedó detenido.