¿Pueden los medios sociales hacer sustentables las microfinanciaciones?

Las agencias de Microfinanciamiento brindan préstamos a pequeños emprendedores los cuales frecuentemente no pueden cumplir con las estrictas condiciones créditicias de los grandes bancos. Cualquiera de estos empresarios no tienen el capital o el efectivo para respaldar el préstamo. O como argumentan los grandes bancos, los créditos que necesitan son muy pequeños.

Con los bancos fuera de escena, las agencias de microcréditos toman el lugar usualmente sostenido por la imperfecta combinación de parientes y, en muchos casos, predadores prestamistas de dinero. Los Microcréditos están frecuentemente asociados con el mundo en desarrollo, pero las agencias han comenzado a trabajar en países industrializados.

The Grameen Bank, la primera institución de microfinanciamiento del mundo, nació en Bangladesh en 1983 con Mohammed Yunus, un profesor de economía que lo lanzó para ayudar a aliviar la pobreza rural brindando fondos muy necesitados por los emprendedores para hacer crecer sus negocios.

No solo los pobres devolvieron sus préstamos, argumenta Yunus, sino que el estilo de préstamos del Banco Grameen se convertió en una forma de inversión segura. En el 2006, Yunus ganó el Premio Nobel de la paz por sus esfuerzos. Hasta el 2008 el Banco Grameen ha prestado $7.600 millones.

Con la irrupción de la era de internet, los microprestamistas comenzaron a buscar formas de replicar el suceso del Banco Grameen online. Con la aparición de las redes sociales, especialmente medios peer to peer, estos prestamistas encontraron la respuesta. La pregunta, sin embargo, permanecía: ¿Pueden los medios sociales ayudar a crear un mercado sustentable para la microfinanciación?

Este es solo uno de los debates que se darán el 23 y 24 de Septiembre en una conferencia en la Universidad de Harvard, ¿puede la tecnología ayudar a reducir la pobreza en los países en desarrollo?

Uno de los primeros microprestamistas en tener impacto en internet es Kiva, con base en Estados Unidos, que comenzó un par de años después que una pareja viajara al Este de Africa en el 2004. Kiva afirma ser el primer “sitio web de microcrédito persona a persona” del mundo.

Aquí hay una buena descripción de cómo trabaja Kiva, de Tales From Beyond the Glimpse, un blog de Austria.

En el sitio web Kiva puede donar a alguien alrededor del mundo que necesita un préstamo para su negocio – como cría de cabras, venta de vegetales en el mercado o fabricar ladrillos. Cada préstamo tiene una foto del emprendedor, una descripción de su negocio y como piensa usar el préstamo de modo que uno sabe exactamente de que forma será gastado su dinero – y recibe actualizaciones para estar al tanto de como le va yendo al emprendedor.

La mejor parte es, cuando el emprendedor devuelve el préstamo, usted puede recuperar su dinero o utilizarlo para otro préstamo (Me gusta esta idea porque usted puede dar un pequeño préstamo una vez y usar el mismo monto una y otra vez) – y los préstamos de Kiva son gestionados por instituciones de microfinanciamiento que tienen mucha experiencia en el campo, de modo que supongo puede confiar que su dinero está siendo manejado responsablemente.

Yo realicé un préstamo a Adjo Solomé en Togo. Me agradó enseguida porque ella está trabajando con una máquina de coser!

Amo internet porque uno puede hacer cosas como ésta directamente ahora.

Kiva permite a un prestamista navegar por los perfiles de las personas que necesitan financiación. Si un emprendedor es seleccionado y se hace un préstamo, Kiva entonces asigna los fondos a uno de sus socios de microfinanciamiento, una agencia trabajando en el campo. El recepcionante pagará entonces el préstamo, usualmente con intereses. (El uso de intereses es controversial, pero común, dentro de las microfinanciaciones). El sitio de Kiva permite a los prestamistas hacer el seguimiento del dinero a lo largo del proceso del préstamo, manteniendo marcas sobre rembolsos y otras actualizaciones personales. Esto ha capturado a otros sitios de préstamos.

Lo que ayuda a manejar estos sitios no son únicamente los préstamos; es el método para hacer disponibles los fondos. «Las redes sociales son importantes», escribe Jon Camfield en su blog. “La confianza — mas comunmente llamada capital social en esta situación — es la fuerza y la cantidad de conexiones interpersonales. Facebook, Twitter, MySpace  y similares son formas convenientes de mapear estas conexiones (dentro de un grupo de personas conectadas), pero difícilmente las reemplazan.”

Esto no es nuevo de ningún modo en la teoría de desarrollo, y es frecuentemente retratado como la piedra fundamental para el éxito del desarrollo o un despiste (y para ser justos, es probablemente ambos).

Las Redes Sociales también cumplen un segundo rol importante. Mas allá de incrementar la confianza para habilitar todo tipo de transacciones, y dar un canal de retorno para allanar el camino, también mejora (si no son causa directa de) la difusión tecnológica. Distribuidos a lo largo de las redes habrá innovadores, experimentadores y early adopters (primeros usuarios) quienes crean, ponen a punto y prueban nuevas ideas, y luego comienzan a distribuirlas via boca a boca así como a través de exitosas implementaciones.

La unión de microcréditos y medios sociales trabaja de dos maneras. Primero permite a un dispar grupo de personas, quizás los emprendedores, comunicarse y volverse organizados. En segundo lugar, les permite alcanzar y retransmitir su mensaje a todo el mundo. Las organizaciones de microcrédito han captado esto, aprovechando la tecnología para asegurarse que los potenciales prestamistas puedan encontrarse con la historia de los beneficiarios. Quizás estos lazos personales se originaron del Grameen Bank, que comenzó prestando fondos con base en la confianza y utilizó la presión de los pares para asegurar que los préstamos fueran devueltos. O, quizás, los microprestamistas online usan conexiones interpersonales como un baluarte contra la fatiga de la compasión.

Aquí hay un ejemplo del toque personal de una entrevista el el blog China Philanthropy con Casey Wilson, el cofundador de  Wokai, un sitio de microfinanciamiento que ha sido llamado el Facebook de los Granjeros. Aquí Wilson relata una experiencia positiva de microfinanciación que ella presenció.

En un nivel micro—una de mis favoritas es esta mujer de Sichuan, de 24 años. Cuando ella tenía 18, ella y su marido se casaron y fueron basicamente puestos en servidumbre. Su familia los puso en deuda por vivir con ellos, de modo que trabajaron en la ciudad por 4 años para pagar la deuda y ella pudo ahorrar un poco de dinero cuando se mudaron nuevamente a Sichuan para comenzar una industria con patos.
Ella compró una cantidad de patos. Comenzó su negocio, y luego en 3 meses murieron todos sus patos. Resulta que, al mismo tiempo ella encontró a nuestro socio de campo. Se acercó a él y obtuvo apoyo y dinero para reiniciar su negocio de patos. Estoy tan impresionada con ella por A – Que es tan joven y perseverante aún en la adversidad y B- viendo donde está ella con microcréditos y donde estaría sin él. Si nuestro socio no hubiese estado allí para ayudarla ella hubiera quedado sin nada, su única opción hubiese sido volver a la ciudad, y nunca hubiera tendio las herramientas para salir ella misma de la pobreza.

El nuevo sitio francés Babyloan trabaja de manera similar que Kiva y Wokai, enlazando donantes con emprendedores, Pero es el primer sitio con su objetivo en donantes Europeos.

También tiene visiones de construir una comunidad social. The Traveling Spouse, un bloguero basado principalmente en Francia, reporta:

Babyloan espera desarrollar el sitio en una comunidad social, de modo que los prestamistas puedan encontrar a otros y compartir experiencias, inclusive eligiendo los representantes para la junta de directorio.

Por la reacción a este sitio, ha tocado la fibra sensible de mas de un puñado de blogueros.

De Emmanuel Brunet, quien vive y bloguea en Paris.

He seleccionado a Asfandiyor, Nishon, Gulchehra y Oygul, mis nuevos amigos de Tayikistán. Ellos buscan 810 euros durante 9 meses para comprar ganado y producir queso, carne y probablemente facilitar actividades de agricultura. En 9 meses, ellos devolverán la suma sin intereses. Es simple, no es vinculante porque el dinero nunca se pierde y da impulso real. El dinero pagado será inyectado en otros proyectos o enviado de vuelta a ti.
En cuestión de días, mis amigos de Tayikistán han conseguido los 810 euros necesarios para la compra de ganado, gracias a otros participantes de Francia y Suiza.
Quizás esto es (monetariamente) desarrollo sustentable..!

Del blog Les Enfants du Web.

El interés está obviamente en seguir el progreso del proyecto. Y ellos dicen que con tal servicio nuestro dinero realmente llega al receptor…
Así que decidí ayudar al proyecto de Chanthol Vorn, un camboyano que quiere expandir su pequeño almacén! Contribuí con 20 € de los 210 € necesarios.
Encuentro interesante el concepto pero el sitio merece una interfaz un poco mejor. En términos de gráficos y usabilidad, la versión 2 no es un lujo.

De Domi, quien bloguea en Mood-for:

La Sra Houessou y la Sra Gandaho quieren iniciar un pequeño negocio en Cotonou, Benin para alimentar a sus cuatro chicos apropiadamente. Ya tienen 340 Euros de los 460 que necesitan para abrir el negocio. Les he prestado 30 y me los devolverán en 10 meses -porque usted sabe, los usuarios de microcréditos cumplen mas que la mayoría de los prestatarios- mis 30 euros, y podré prestárselos a otros pronto. Es simple y efectivo, este microcrédito alcanza a cada uno de nosotros. Nos permiten ser útiles.

Los sitios de Kiva, Wokai y Babyloan están llenos de funcionalidad, grandes gráficos y cálidas fotos. Un participante en estos proyectos no puede dejar de sentirse parte de una comunidad. Las interfaces también aseguran que la operación del préstamo sea transparente. Con toda la tecnología apoyando estos sitios, sin embargo, un bloguero se pregunta si estos esquemas pasarán la prueba de sustentabilidad que frecuentemente separa los buenos proyectos de desarrollo de solo buenas ideas.

David Costa, quien bloguea en Microfinance.fm fuera de Zürich, Suiza:

Mi interés primario es buscar la microfinanciación como una oportunidad de inversión y no como una donación.
Aún en el caso de Kiva el prestatario debe pagar intereses pero, por lo menos, salvo que haya un incumplimiento de pago, el inversor puede reutilizar su capital o retirarlo.

Estoy seguro que las donaciones y concesiones para instituciones que no son de beneficiencia como Wokai son importantes pero desde un punto de vista de inversión no son tan escalables.

En el caso de kiva hay mas opciones: usted puede prestar 4000$ y recibir, si es necesario, parte o toda su inversión de vuelta. En el caso de wokai solo puedo donar a su organización -como utilizan el dinero no es realmente importante desde el punto de vista del inversor. No es en realidad una inversión.

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