La mera mención de la palabra “Cuba” despierta los debates más apasionados, sobre todo entre los latinoamericanos y las personas del Caribe. El cantante colombiano Juanes propuso una tregua, un momento para la solidaridad, la paz, para transcender fronteras geográficas y emocionales. ¿Y qué mejor manera de lograr esto que con música? Esta fue la visión que motivó a Juanes a organizar el concierto Paz sin Fronteras, realizado el domingo 20 de setiembre de 2009, en la icónica Plaza de la Revolución en La Habana, Cuba. Actuaron quince artistas de Cuba, Colombia, Ecuador, Puerto Rico, Venezuela, España e Italia (para ver la lista completa de artistas ir el sitio oficial del concierto). Según los organizadores, 1,150,000 colmaron la Plaza de la Revolución para escuchar música durante seis horas bajo el ardiente sol caribeño. La enorme multitud parecía una mar de espuma: todos estaban vestidos de blanco, artistas y espectadores por igual. En YouTube se publicó material de la llegada de los artistas al concierto.

Pero el concierto también se vio rodeado de controversia. Los exiliados cubanos que viven en Miami se opusieron tajantemente, y Juanes —que vive en Miami, como muchos otros artistas latinoamericanos— incluso ha recibido amenazas de muerte. Una vez en La Habana, algunos artistas también se quejaron de que estaban bajo vigilancia del gobierno. Una vez más se puede ver que lo que pasa en Cuba no deja a nadie indiferente. Hasta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tuvo algo que decir acerca del concierto cuando le preguntaron en una entrevista con Univisión: “Ciertamente no creo que perjudique las relaciones EEUU-Cuba… No exageraría el grado en que ayuda”. El presidente venezolano, Hugo Chávez, comentó que era “maravilloso” que tantos artistas internacionales pudieran participar en el concierto. Aun cuando los artistas hablaron principalmente de paz, amor y solidaridad entre cubanos, hubo unos cuantos comentarios políticos durante el concierto, como cuando Juanes gritó “¡Cuba libre!”, y cuando el legendario grupo cubano Los Van Van —que fueron los últimos en salir al escenario— dijo “¡A pesar de todo, el concierto por la paz se llevó a cabo!”

La blogósfera cubana estuvo muy activa. Los posts de bloggers cubanos que viven en Cuba y en otros países, muestran la diversidad de opiniones sobre la situación política de Cuba.

En Generación Y, la blogger cubana Yoani Sánchez escribió acerca del concierto ese mismo domingo:

Mañana amanecerá como cada lunes. El peso convertible seguirá por las nubes, Adolfo y sus colegas tendrán otro día tras las rejas en la prisión de Canaleta, mi hijo escuchará en la escuela que el socialismo es la única opción para el país y en los aeropuertos nos seguirán pidiendo un permiso para salir de la Isla. El concierto de Juanes no habrá cambiado significativamente nuestra vida, pero  tampoco fui a la Plaza con esa ilusión. Sería injusto exigirle al joven cantante colombiano  que impulse aquellos cambios que nosotros mismos no hemos logrado hacer, a pesar de desearlos tanto.

Estuve en aquella explanada para comprobar cuán diferente puede ser un mismo espacio cuando alberga concentraciones organizadas desde arriba o cuando cobija a un grupo de personas necesitada de bailar, cantar e interactuar, sin la política de por medio. Fue una experiencia rara estar allí, sin gritar una consigna y sin tener que aplaudir mecánicamente  cuando el tono del discurso apuntaba que era el momento de ovacionar. Claro que algunos elementos sí se parecían a los de cualquier marcha por el primero de mayo, especialmente la  proporción de policías vestidos de civil dentro del público.

Si vemos la presentación de este 20 de septiembre como el ensayo general del concierto que algún día tendremos, entonces hay que felicitar a los que participaron. Incluso si no hubiera otra y la Plaza retomara sus solemnidad y su grisura, al menos esta tarde de domingo vivimos algo diferente. En un sitio donde se ha sembrado sistemáticamente la división entre nosotros, Juanes –al caer el sol- ha gritado  “¡Por una sola familia cubana!”

Marc Mas Ferrer ofreció su opinión sobre el concierto en su blog Uncommon Sense:

No voy a criticar a Juanes ni a insultarlo, ni arengar a las multitudes para que quemen sus discos. Eso es un montón de energía desperdiciada, de la que se alimentarán los hermanos Castro.

Más bien, tomaré la oportunidad que nos ha presentado a los que estamos comprometidos con una Cuba libre, la atención que ha generado para él y para Cuba, para educar, defender en nombre de aquellos cubanos que reconocen que la única “frontera” que bloquea la paz en la isla es la colocada por un régimen asesino en contra del pueblo cubano.

Mientras Juanes y otros cantantes actúen, yo estaré recordando a los prisioneros políticos y otros cubanos que han dedicado sus vidas a traer verdadera paz a Cuba — una paz con respeto por los derechos humanos, una paz con justicia, una paz con libertad.

Eso es mucho más de lo que probablemente Juanes haga por ellos.

Reinaldo Escobar comentó en Desde aquí:

La plaza estaba llena, no sólo de personas, sino de modos de pensar, de tendencias y credos. Nadie puede dividir en dos bandos a toda una nación. A ver, usted que me está leyendo, ¿en cuál saco quiere que lo echen?, ¿donde van los que hicieron explotar un avión en pleno vuelo en el que viajaba nuestro equipo de esgrima, o en el que están los que hundieron el remolcador 13 de marzo, cargado de inocentes? ¿En el saco de los que ahorcaron al alfabetizador Manuel Ascunce o en el de los que ordenaron derribar dos avionetas desarmadas? La gente que vi en la plaza el pasado domingo no cabía en ninguno. Los jóvenes que acompañaban las canciones tenían sus ojos puestos en el futuro, no digo que fuera un coro de ángeles, pero no seré yo quien los satanice como “cómplices de la dictadura”. Que los cubanos seamos una sola familia es un hermoso y necesario propósito, gústele a quien le guste y pésele a quien le pese.

Acá se puede ver todo el concierto. Para fotos, visita el blog de Roberto Suárez, Cuba en fotos.