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Japón: Reacciones a la estafa a turistas japoneses en Italia

Categorías: Asia Oriental, Europa Occidental, Italia, Japón, Protesta, Viajes

Se dice que, en el último periodo, han disminuido los turistas japoneses en Roma. No solamente la crisis económica ha hecho que los japoneses elijan destinos más seguros, sino también el mal servicio que los restaurantes y hoteles italianos brindan a los turistas, así como el miedo a que les arrebaten sus billeteras o el teléfono celular.

Hace unas pocas semanas, surgió la noticia [1] de la estafa a una pareja de japoneses en un famoso restaurante en el centro de Roma, donde les presentaron una cuenta de 700 euros por un alumerzo común y corriente. Los japoneses han empezado a hartarse de ser los adinerados turistas, fácilmente engañables, a los que hay que explotar.

Moshimoshi, el gerente japonés de la posada que alojó a la desafortunada pareja, explica lo ocurrido [2] y titula el post “No hay manera en que yo pueda tolerarlo” (絶対に許せない!!).

Hoy fui a la policía.
Recientemente, unos clientes míos fueron víctimas de una estafa  y yo fui allá para una verificación.
Para explicar en palabras simples en qué consistía el fraude, les cobraron exageradamente y les hicieron pagar 700 euros (100.000 yen) por un almuerzo.

¿Pueden creerlo? ¡¡¡700 euros!!
¡No puedo tolerarlo! Así que fui a la policía para hacer una denuncia. Es más, ¡ese restaurante está en la guía con las palabras ‘menú japonés incluido, precios justos!’ Es verdad que esos clientes no revisaron el menú y pidieron que les sirvieran lo que el restaurante sugirió, pero 700 euros…
Los italianos me dijeron “¿por qué pagaron?”
Pero traten de imaginarlo, ¿podrían salir de un restaurante sin pagar lo que comieron? Incluso si yo me hubiera quejado, al final no hubiera podido irme sin pagar.

Entonces lo que me dijeron “¡¡¡es por eso que a los japoneses los estafan!!”
Pero, ¿podrían ustedes tolerar eso? ¿Está bien que la gente en este país piense que “como no se quejan, puedo engañarlos”? Yo combatiré absolutamente contra esa mentalidad porque creo que es imposible tolerar cosas así. También el policía que me llamó hoy juró que el restaurante tendrá que pagar una multa muy alta. “Como italiano, ¡no puedo tolerar que esos turistas tengan un recuerdo tan terrible de Italia! ¡¡Esas personas son la vergüenza de Italia!!”

Sin embargo, un blogger japonés vuelca su mirada [3] hacia los turistas japoneses que piensan que en el extranjero van a encontrar servicio de la misma calidad que en el Japón dan por descontado.

No me sorprende tanto.
En este tiempo de recesión, no es raro que la cantidad de turistas japoneses haya disminuido, y lo que los japoneses atribuyen a “mal servicio italiano” no es nada nuevo ni reciente…
Sin embargo, el “mal servicio” no es solamente [un problema] en Italia.

[…]

Además… creo que hay algo fundamentalmente equivocado en creer que “cuando salimos al extranjero, tendremos el mismo servicio que en Japón”.
Con respecto a esto, es absolutamente obvio que hay diferencias entre Japón y los otros países.
En Japón, se considera que el servicio es “que hagan todo sin decir una palabra”. (Según el dicho “el cliente es Dios”…)
Pero en el extranjero, (algunos piensan que) servicio es “que te hagan algo después de haber pedido lo que quiero”.
Y aunque hay muchos puntos de diferencia, ir a esos países sin tenerlo en cuenta…
[…] ¡Y aquellos que salen con ese entendimiento [superficial] son una vergüenza para nostros los japoneses!

Estafar a los viajeros no es nada nuevo para los italianos, desafortunadamente. Sobre todo para los que vienen de ciudades que viven parcialmente del turismo, como Roma.
No por eso, los italianos están menos avergonzados por lo que se está considerando en todo el mundo como la enésima estafa en el hogar del Coliseo.

Un blogger italiano en L'isola dei riottosi [4] expresa su descontento sobre el asunto.

Nos estamos destruyendo con nuestras propias manos. Como suelo decir, la mezquindad se está convirtiendo en uno de los signos distintivos de nuestro pueblo. Tanto que el turismo corre el riesgo de afectarse. Es demasiado. En particular, la cantidad de turistas japoneses que vienen a Roma ha disminuido con respecto a 1997 [5]. ¿Motivos? Las calles de la ciudad están sucias, ¡y especialmente hay un riquísimo negocio de estafas! […] Y justamente estas cosas no pasan desapercibidas, dado que se le comenta públicamente en el extranjero, en este caso en Japón, donde ahora Roma es vista como una bellísima ciudad de arte pero también como una  “máquina que absorbe dinero”.

Otro blogger italiano, identificado como dragor, aclara [6] cómo ven el turismo algunos dueños de tiendas.

PARA LOS ITALIANOS los extranjeros son una masa de imbéciles esperando ser engañados. Se consideran muy astutos y creen que todos los demás somos ingenuos. Son increíbles las maneras que inventan de engañar a alguien. […] Pero el máximo de la fantasía se ejercita en la estafa personalizada, que en muchos casos concluye en un precio de acuerdo al cliente. En un bar de Roma, mi esposa pidió un café en francés. Le cobraron 5 euros. Cuando les hice notar en el idioma de Dante que era un robo, recibí esta respuesta: “Debió haber dicho de inmediato que era italiano. Ese es el precio para los extranjeros”.