Todas las mujeres embarazadas merecen derechos humanos iguales, ¿o las mujeres embarazadas en prisión los pierden?
Hay algunas preguntas que vienen a la mente con relación al derecho de la mujer embarazada convicta por algún crimen de dar a luz y criar a su hijo:
- ¿Qué significa para ellas estar embarazadas y tener a sus hijos en prisión?
- ¿Deberían considerarse una prioridad cuando hay otras mujeres afuera de las instalaciones correccionales sin asistencia médica?
- ¿Debería la maternidad imponerse a cualquier otra condición legal para asegurar los derechos humanos de una mujer embarazada?
Estados Unidos: mujeres en trabajo de parto ya no serán inmovilizadas con grilletes.
¿Podría usted imaginarse a una mujer dando a luz con las manos esposadas y los pies sujetos a los postes de la cama? Malika Saada Saar, fundadora y directora ejecutiva del Proyecto Rebeca para los Derechos Humanos (Rebecca Project for Human Rights), nos cuenta acerca de esta práctica que todavía se lleva a cabo en los Estados Unidos de América, en donde las mujeres embarazadas cumpliendo con una condena son engrilletadas durante el trabajo de parto, lo cual es una práctica común en algunas instalaciones correccionales, aún cuando esto es peligroso para la salud tanto de la madre como del niño. A continuación el vídeo de una entrevista incluida en el mismo artículo escrito por RH Reality Check, una comunidad en línea sobre salud sexual y reproductiva y derechos, la cual ofrece información y análisis para la salud reproductiva:
¿Qué pasa con el bebé de una reclusa después de su nacimiento?
Diferentes países tienen diferentes regulaciones con respecto a los niños en las prisiones. Por ejemplo, en Argentina, de acuerdo a Ajintem, un portal para la migración de información, el año pasado se aprobó una ley que especifica que las mujeres embarazadas, mujeres con hijos menores de 5 años y aquellas con hijos discapacitados se beneficiarían de poder cumplir su tiempo de condena en casa bajo la modalidad de arresto domiciliario. Esta ley beneficiaría no sólo a la madre, quien estando en prision no podría recibir atención en salud adecuada durante su embarazo, sino también el niño, quien sería criado ya sea en un lugar inseguro, privado de libertad con controles de salud y alimentación deficientes, o bien lejos de la madre provocando con ello otros problemas serios. Sin embargo, el mensaje es para los magistrados, para que siguiendo el espiritu de la ley, concedan este permiso a aquellas mujeres que no estén involucradas en crímenes violentos, para asegurar así que el resto de la población civil no vea el embarazo como la tarjeta para salir libre de prisión.
En las Islas Canarias, de acuerdo con el blog Prisiones y Penas, el cual escribe acerca de temas relacionados con las cárceles y prisiones, a las mujeres se les permite quedarse con sus hijos hasta que estos alcanzan los tres años de edad y viven con ellas en sus celdas, pero en compañía de otras reclusas, lo cual no es el mejor ambiente. De esta manera, a las mujeres embarazadas o mujeres con niños menores de 3 anos, cuando ingresan a la prisión se les advierte que no es bueno que los ninos crezcan tras las rejas y les dan la opción de enviarlos afuera con otros miembros de sus familias. Este es también el caso en Perú y en Rusia. En los Estados Unidos sólo hay dos instalaciones correccionales que permiten esto, en New York y en Nebraska, como fue expuesto por la renombrada fotografa Jane Evelyn Atwood en su foto documental de 3 partes para Amnistía Internacional, llamado Demasiado Tiempo (Too Much Time), para el que visitó docenas de prisiones alrededor del mundo para registrar y documentar la vida de las prisioneras.
¿Por qué el sistema correccional de Estados unidos no permite a las mujeres con bebes que los conserven como regla general? Atwood explica que debido a que podrían ser utilizados como rehenes, no se permite. En el blog Fotografía en Prisión (Prison Photography) los autores manifiestan:
Los niños son excluidos de todas las prisiones en Estados Unidos, con excepción de dos. La amenaza a la seguridad es la razón que se da: un niño adentro de una prisión es una vida vulnerable y un objetivo constante de ser convertido en rehén. La razón parece falaz cuando se toma en cuenta los sistemas penales de otros países.
El documental de Atwood en el sitio de Amnistía Internacional muestra los dos lados, en una sección, el proceso de dar a luz estando la mujer engrilletada, como fue expuesto en El Bebe de Vanesa (Vanessa's Baby), y en otra, otros sistemas de prisión y maternidad, con fotografías de mujeres mientras la fotógrafa lee un ensayo sobre sus experiencias visitando las prisiones y tomando las fotografías.
¿El embarazo como una herramienta de negociación?
¿Por qué los derechos de las mujeres embarazadas en prisión son tan controversiales? En Russia Today, un canal ruso de radiodifusión, se menciona el tema cuando se discute acerca del nacimiento y crianza de niños en el sistema correccional ruso:
Los escépticos piensan que algunas madres se embarazan deliberadamente simplemente para hacerse más fácil la vida en prisión. Salidas al hospital y después, mucho tiempo programado para compartir con el hijo – todo es mejor a pasarla sentadas en una celda de piedra, es lo que dicen.
Y hay mujeres para las que parece que el embarazo es la única forma de escapar a una sentencia, como ocurrió en un caso el pasado mes de junio, cuando una mujer británica encarcelada y sentenciada a muerte en Laos debido a tráfico de drogas, resultó embarazada estando en prisión y se libró de ser ejecutada porque el gobierno de Laos no ejecutaría a una mujer embarazada. De acuerdo al Daily Express, un periódico británico, se ha dicho que esta mujer se hizo inseminar artificialmente para «asegurarse un trato más indulgente».
En sus palabras: Mujeres cuentan sobre sus hijos y la vida en prisión
Geraldin Rodríguez, una argentina detenida en una cárcel ecuatoriana debido a tráfico de drogas le cuenta a Marcos Brugiati, un escritor que contribuye con la publicación en línea relacionada con el arte Plástica-Argentina, la historia acerca de actuar y realizar presentaciones en la cárcel, quedar embarazada estando en prisión y tener a su hijo. A ella se le permitió quedarse con el bebé; sin embargo, decidió que el niño necesitaba crecer en libertad:
«Decidí que salga para vivir, tenía miedo de que sufra de grande los traumas que hoy tengo. Al año se lo llevó mi hermano quien con su esposa, se hacen cargo».
Juvinete está en una prisión española, y resultó embarazada cuando fue encarcelada por tráfico de drogas. Ella le cuenta su historia al periódico regional español NorteCastilla. Tres años después de haber dado a luz en prisión, su hija fue llevada de su lado y enviada a una familia adoptiva. Juvinete ve a su hija cada 15 días y una vez cada dos meses sale para pasar algún tiempo con ella. Sin embargo, las cosas no parecen estar mejorando: existe la posibilidad de que Juvinete sea deportada a su natal Brasil por lo que ella teme las consecuencias que este cambio podría tener sobre su hija. Ella aconseja a toda mujer que decide embarazarse mientras está en prisión:
-Intento convencerlas para que no se queden en estado dentro porque ver a un niño privado de libertad es muy duro, es irresponsable. Ellos no tienen que pagar nuestros errores.
En Mujer y Prisión (Woman and Prison), un Website dedicado a exponer las experiencias de mujeres en el sistema correccional, la reclusa Kebby Warner habla sobre su propio embarazo mientras cumplía una condena en una prisión en Estados Unidos, y cómo fue tratada durante el embarazo, el trabajo de parto y después, cuando le quitaron a su hijo. Aquí un breve resumen de lo que ella escribe acerca del proceso de dar a luz:
Durante el trabajo de parto, no se permite a nadie más en la sala. Mi familia ni siquiera se enteró del parto o de que había tenido a una niña sino hasta después de que salí del hospital. Durante los tres días, alguno de los guardias permaneció en la habitación, y la mayoría de las veces, cuando las enfermeras les pedían que se sentaran afuera de la puerta, ellos protestaron. He escuchado historias de horror sobre mujeres que han sido encadenadas a las camas de parto. Yo estoy muy agradecida de no haber experimentado esto. La mayoría de las enfermeras me trataron como a un ser humano y no como a una prisionera.
Más testimonios acerca de cómo es crecer con una madre en prisión y los efectos que las mujeres encarceladas pueden tener sobre sus hijos pueden leerse en Mujeres y Prisión (Women and Prison).
¿Y usted qué piensa? Con mujeres embarazadas alrededor del mundo que no reciben ningún tipo de atención en salud, ¿deberían hacerse esfuerzos adicionales para beneficiar a las mujeres que están en prisión? ¿Hay alguna diferencia entre las madres cumpliendo condenas en instalaciones correccionales y las que gozan de libertad? ¿Deberían ser tratadas en forma diferente?
2 comentarios
Las Mujeres como seres pensantes tenemos errores y tenemos que asumir esos errores como mujeres pero un nuevo ser no tiene la culpa de los errores que cometemos las mujeres, y ese ser merece tener un buen trato y alegrarnos por que es una nueva vida y eso es lo mas sagrado, no se olviden que todos los hombres vienen de una mujer y por eso tenemos que tener mucho respeto a la mujer cuando esta este dando a luz a un nuevo ser y ese ser es una vendición y es inocente.
Decirles a todas las mujeres que pensemos las cosas antes de hacerlas por que nosotras tenemos una gran responsabilidad con nuestros hijos y ellos tienen que ser nuestra prioridad y ese nuevo ser que merece tner el amor de su madre seamos concientes y no cometer acciones que despues nos perjudique y por ende a nuestros hijos.