[1]La Biblioteca Pública Piloto de Medellín, Colombia, en el barrio de La Loma, fue robada el mes pasado [2], lo que asombró a los residentes. La comunidad expresó su rechazo a este acto criminal. Aunque hubo el alivio de que el premio Golden Nicca [3] fuera recuperado, los miembros del proyecto de Rising Voices Hiperbarrio [4] se preguntaban por qué pasó esto.
La miembro de Hiperbarrio Camela está consternada por el robo y ella lo llama una “profanación” [5]. Argos señala [6] lo que significa la biblioteca para la comunidad:
Este es Nuestro lugar de trabajo, nuestro lugar de encuentro y el único sitio de carácter público abierto de manera permanente a la comunidad, en un territorio que no tiene parques, espacios públicos ni andenes.
[7]
Los ladrones entraron por el techo y utilizaron las repisas como escaleras.
Catalina Restrepo escribe [8]:
“Hace ocho días se nos partió el alma [9]“, dice Gabriel Jaime Vanegas cada que le preguntan por lo sucedido en la Biblioteca de La Loma. Hoy son muchas las voces que solicitan la difusión del presente comunicado a través de sus sitios y de las redes sociales:
“Si se considera la biblioteca como un sitio público de encuentro, de conocimiento y de servicios a la comunidad durante mas de 50 años, es inadmisible que los amigos de lo ajeno tomen para sí bienes materiales, inmateriales y patrimoniales que le pertenecen a la comunidad. […]
“De esta forma hoy la comunidad requiere y exige la presencia de las autoridades competentes para que estos actos delictivos no se vuelvan a repetir”.
Alvaro Ramirez se pregunta quién está detrás del robo [10]:
El hurto está consumado y muchas preguntas quedan en el aire. La principal tal vez sea ¿qué motiva a estos cacos a entrarse a una biblioteca? […]
A raíz de que la estatuilla fue abandonada, se me ocurre pensar que puede tratarse de adictos a la droga. Es muy triste aceptarlo, pero en Colombia hoy en día, éstos proliferan y en su desespero por conseguir dinero para seguirse drogando, roban hasta sus propios familiares y amigos.
Y él infiere que el dolor de este trágico evento debería convertirse en acción:
Se me ocurre que si yo estuviera ahora en Medellín, iría a todas las escuelas de La Loma. Para hablar con los profesores y proponerles dedicar una hora de clase con cada grupo a contarles del robo y preguntarles a los chicos qué piensan del suceso. No se trata de ir a predicarles la importancia de ser honrados y de respetar a la comunidad en que viven. Eso lo hacemos con frecuencia. Se trata de algo más socrático y radical. De formular preguntas hondas y reflexionar con ellos, d permitirles que se expresen y que con cabeza propia piensen sobre el futuro que nos espera.
Reprimir es importante y la delincuencia debe ser detenida. Pero al mismo tiempo es importante conversar sobre estos actos vandálicos, con los niños, los jóvenes y los mayores para buscar fórmulas que detengan esta oleada de hurtos, amenazas e intimidaciones dentro de las localidades donde vivimos. Creo importante movilizarnos pronto, y desde abajo, al mismo tiempo que presionamos a las autoridades gubernamentales para que actúen.
Argos explica [11] cómo la sociedad ha estado ignorando los crímenes y el dolor de los jóvenes:
Cada que vemos sufrir a quienes amamos. A los jóvenes que hemos visto crecer. Ésos que se sienten acorralados, sin avisorar mayor sentido en sus vidas, sin futuro ni oportunidades en una sociedad que tanto les niega. Una sociedad a la que le interesa más el seguir enajenada y manoseada por el fútbol, los reinados, la farándula y los medios de comunicación.
Ahora veamos otros temas acerca de los que los bloggers de Hiperbarrio están blogueando:
[12]
El Museo de la Flores en San Cristóbal. Imagen cortesía de Ángela Álvarez.
Xady resalta el Museo de la Flores “Doña Ofelia Correa” en San Cristóbal [13], un poblado en Medellín.
Camela escribe [14] acerca de las celebraciones de Halloween y la necesidad de ser cuidadoso con la seguridad de los niños:
Ya que los jóvenes se creen invulnerables y no entienden razones, por lo menos tengamos cuidado con los niños, porque en esta noche de brujas, ellos solo quieren recolectar sus dulces y exhibir sus mejores disfraces. Por favor, lo más prudente es sacarlos temprano a recolectar sus dulces y en compañía de sus padre o mayores.
[15]
Homohabitus
Henry Elsucio escribe [16] acerca de un reciente taller sobre animación, redes y temas socio-culturales realizado en Medellín. HiperBarrio participó en él:
HiperBarrio fue invitado a sociabilizar su experiencia en el salón 4 : Las tecnologías digitales de la información y la comunicación aplicadas a procesos de animación socio-cultural. Además se sociabilizaron dos experiencias más que son de mucho interés por lo que viene generando utilizando herramientas de la Websocial. [..]
Lo interesante de esta sociabilización fue que los asistentes que van entre organizaciones de trabajo comunitario, profesionales en el trabajo social, lideres y personas pertenecientes a juntas de acción comunal desmostraron interes en el proyecto HiperBarrio de cómo este utiliza las herramientas de nuevas tecnologias para generar construcción de ciudadanía , por otro lado La mesa de trabajo fue muy productiva donde se pudo hacer un contacto importante con el proyecto HiperTrópico que demostró interés en el trabajo que viene haciendo HiperBarrio, se intercambiaron correos electrónicos y teléfonos para un posible intercambio de saberes.
Colonel Murión critica a los medios locales [17] por la veneración de la cultura de los narcóticos y las mafias, que está afectando la psique social de la juventud.
[18]
Paisaje de Ituango
Mientras, hemos tenido noticias desde Ituango. El pueblo está situado al norte de las montañas de Antioquia con hermosos paisajes y gente amable, como lo describe este post [19]. Varios miembros de HiperBarrio visitaron Ituango [20] para un taller y una semana de actividades culturales, pero un corte de energía pospuso los eventos. “Ituango es un pueblo asombroso, una localidad que enamora por el calor humano de la gente, que tiene todo el poder de recuperación del mundo”, escribe [20] Catalina Restrepo.