Marruecos: Aicha Ech Chenna, ganadora del premio Opus

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Imagen de Hisham G., foto de Opus

El sexo extramatrimonial es un tabú en Marruecos  y puede incluso castigarse con el encarcelamiento, aunque esta ley solo se aplica en contadas ocasiones. Si esto es así, ser madre soltera es lógicamente el tabú supremo y las mujeres que quedan embarazadas fuera del matrimonio son a menudo rechazadas por sus comunidades. Ahí es donde entra en acción la activista y trabajadora social Aicha Ech Chenna. En 1980, después de ver a una madre soltera abandonar a su hijo, Ech Chenna creó una consultoría de trabajo social con el único propósito de ayudar a madres solteras.

Ahora, casi 25 años después de su inicio oficial, Solidarité Féminine emplea a mujeres en dos restaurantes, una panadería, cuatro pequeñas tiendas y un hamman (piscina), y les proporciona asistencia sanitaria, cuidado de niños y formación profesional. Asimismo, esta organización ofrece a las mujeres asistencia jurídica y las ayuda a formalizar los apellidos de sus hijos (en Marruecos las mujeres carecen de autoridad para dar a sus hijos un apellido y, sin apellidos, conseguir un DNI resulta prácticamente imposible).

Por todo ello, y al cumplir Solidarité Féminine 24 años, Aicha Ech Chenna ha recibido -a sus 68 años- el galardón empresarial y religioso más importante del mundo: el premio Opus. Este concederá a la organización 1 millón de dólares, es decir, aproximadamente 7.6 millones de dirhams (cerca de 670.000 euros). El comité marroquí-americano, ubicado en Washington DC, celebró una ceremonia en honor de Ech Chenna, que fue grabada en video para luego compartirla a través de Youtube:

El blogger marroquí Hisham de The Moroccan Mirror comenzó su carrera como médico en Marruecos y ha sido testigo de primera mano de la difícil situación que viven las madres solteras en su país. Hisham escribe desde la experiencia y alaba a Ech Chenna por su esfuerzo en la siguiente declaración:

Oímos historias terribles acerca de madres solteras embarazadas a las que médicos y enfermeras rechazan en las clínicas y sobre recién nacidos a quienes abandonan a las puertas de hospitales y clínicas. A esos mismos bebés y niños (llamados «ben X» o «hijo de X») nos los traen a la unidad de maternidad malnutridos y deshidratados.

A decir verdad, solía tratarse bien a esas mujeres, aunque uno podía sentir la frialdad con la que se hablaba de sus casos. Fue entonces cuando oí por primera vez acerca de organizaciones como “Solidarité féminine”, “Association enfance espoir Maroc” o “Bayti”, y de gente maravillosa como Aicha Ech Chenna, que echan sobre sus espaldas el peso de ayudar a esas jóvenes madres y niños abandonados, en una sociedad que sigue culpando principalmente a las mujeres de las responsabilidades de las relaciones extramatrimoniales. Este es un estigma atroz que solo personas como Ech Chenna podrían ayudar a eliminar.

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