Muchos observadores y actores de la escena política francesa sospechan de intenciones ocultas detrás del debate de “identidad nacional” lanzado por el presidente Nicolás Sarkozy y su Ministro de Inmigración, Integración, Identidad Nacional y Desarrollo Solidario [1] [fr], Eric Besson [2]. La firmemente definida iniciativa del gobierno fue confiada a los prefectos [3], los representantes locales del Estado.
Se suponía que sería un contraataque a los miembros de la oposición como Martine Aubry, líder del Partido Socialista, que dijo [4] en una reunión en Grenoble que el presidente Nicolás Sarkozy estaba avergonzando a Francia al oponer la identidad nacional contra la inmigración.
Y de cualquier manera, ¿qué sentido tiene llamar inmigrantes a los ciudadanos de segunda o tercera generación?
Recordando el Gran Boicot Estadounidense de EEUU, un boicot de un día de duración de colegios y negocios por parte de inmigrantes, legales e ilegales, en su mayoría de origen latinoamericano realizado el 1 de mayo de 2006, se creó un grupo o “colectivo” bajo el título: El día sin inmigrantes – 24 horas sin nosotros, programado para el 1 de marzo de 2010. El manifiesto [5] del grupo ha sido destacado en su sitio web [fr], y hasta el momento ya se han iniciado grupos de Facebook [6] en 10 regiones. También hay un blog [7] y un foro [8].
El manifiesto empieza con estas palabras:
Nosotros, mujeres y hombres, de todas las creencias, de todos los bandos políticos, y de todos los colores de piel, inmigrantes, descendientes de inmigrantes, ciudadanos conscientes del aporte esencial de la inmigración a nuestro país, hemos tenido suficiente de comentarios indignos por parte de ciertos funcionarios políticos con la intención de estigmatizar o criminalizar a los inmigrantes y sus descendientes. Recordemos que un inmigrante es el que es concebido como tal por los otros, incluso más allá de sus propios orígenes. Queremos reclamar y rehabilitar ese término que se ha convertido en peyorativo por la fuerza de la instrumentalización política.
Según explicó Peggy Derder, vicepresidenta del grupo “Un Día sin Migrantes”, en una entrevista de televisión, que después fue citada [9] en Le Blog de Rose Blanche [fr]:
Nuestro colectivo hace un llamado a los inmigrantes, a los descendientes de inmigrantes y ciudadanos conscientes del aporte esencial de la inmigración a no participar en la vida económica de la nación durante 24 horas. No trabajar puede tomarse de muchas formas: hacer huelga, hacer una jornada de reducción de horario de trabajo [10] o de vacaciones… Igualmente, hacemos un llamado a no consumir: no ir a McDonald's, no ir de compras, etc. Por medio de esta ausencia, queremos marcar la necesidad de nuestra presencia. Agitando la palanca económica, se quiere demostrar que los inmigrantes son una riqueza en sentido propio y figurado, elementos motores de la economía y la sociedad.
Rápidamente, la iniciativa ganó el apoyo de una gran parte del espectro político. MIP, activista de centro, no quiso ser menos [11], y fue enlazado por el blogger izquierdista Intox 007 [12]:
Pues sí, si esta jornada es la ocasión de demostrar a los hipócritas que numerosos trabajos (y no necesariamente los que están en la parte más baja de la escala) son ejercidos por inmigrantes, palabra que disminuye y objeto de innobles ataques. Y que estos ciudadanos son igual de dignos que los nacidos acá, pero que son objeto de desprecio, y que eso debe ser combatido.
Demain le nouveau Congo Brazzaville también transmitió alegremente el mensaje [13], así como [14] el foro argelino de noticiascity DZ.
Sin embargo, también hay voces discrepantes, y no solamente donde se espera que las haya.
Merle moqueur (”Ave burlona”) está harta de los Días de Esto y lo Otro, y sarcásticamente advierte en contra de cualquier malentendido [15] del lema “sin inmigrantes”:
Ah, lo que nos faltaba, el día sin inmigrantes. He ahí una idea de izquierda que es buena, federativa, portadora de vínculos sociales y para nada tonta. He ahí una formulación que agradará a algunos. Enciende tu computadora, agarra tu fusil, sube al bus y anda hasta el barrio de las Prímulas. ¿No hay bus? ¿Se quemó? Detén tus tonterías reaccionarias, camarada, y camina un poco, eso te hará bien. Anda donde los negros y dispara al montón, es el día sin inmigrantes, tienes el derecho.
¿Y por qué el 1 de marzo, tan lejano? De nuevo al manifiesto:
El 1 de marzo tendrá lugar la entrada en vigor del «código de entrada y permanencia de los extranjeros y del derecho de asilo» (CESEDA), más comúnmente llamado el código de los extranjeros. Esta ley simboliza una concepción utilitarista de la inmigración, en otros términos, una inmigración elegida sobre criterios económicos. No podríamos encontrar un día mejor para hacer un llamado a «un día sin inmigrantes».