El pasado jueves [26 de Noviembre], en una conferencia de prensa el Primer Ministro chino Wen prometió que las emisiones de carbono se reducirían un 40% para 2020, como una medida para lidiar con el cambio climático. Frente a la sospecha y la duda, reiteró al día siguiente en una reunión con los países en desarrollo que se trataba de una ‘promesa seria y solemne’. Pero nadie podía dejar de ver hasta qué punto aún tiene que ir China para frenar su contaminación y el consumo creciente de energía.

En Octubre, Lu Guang, un fotógrafo chino, fue galardonado con el premio Eugene Smith, un premio internacional de Fotografía Humanística por sus imágenes que documentan la contaminación en China. Para los extranjeros, estas imágenes pueden ser sólo otra advertencia del mundo de la degradación del medio ambiente padecida en China. Pero para la mayoría de los chinos, fue impactante al extremo el ver esos lugares conocidos, a menudo vistos en libros y mapas o escuchados de familiares y amigos, ahora como zonas muertas no aptas para la ocupación humana. Entonces, ¿cuáles serán los factores determinantes en la lucha contra el deterioro del medio ambiente de China?

No necesariamente el Gobierno. En comparación con la mejora del medio ambiente, tiene un mayor incentivo en el desarrollo económico y el logro político. Como ejemplo, la semana pasada fue difícil para la gente que vive en Guangzhou, capital de la provincia de Guangdong y una de las zonas más ricas en China. La gente estaba consternada al descubrir que casi quedaban ciegos por la bruma y la niebla, generadas por los escapes de automóviles, la actividad de sitios en construcción y las emisiones de centrales eléctricas. Las carreteras fueron cerradas porque los conductores no podían ver los autos a más de 5 metros de distancia. Fue el día más grave de contaminación atmosférica en los últimos 10 años. El blogger de GV John Kennedy, quien vive en Guangzhou, describe la ciudad como estar ‘en un enorme sitio en construcción lleno de embotellamientos’.

Hay una razón para esta gran explosión de actividad. Para prepararse para los Juegos Asiáticos de 2010, Guangzhou está siendo totalmente movilizada para construir simultáneamente 8 rutas de metro y una ciudad satélite de estadios y residencias para los atletas. Este imperativo político prevalece sobre todas las cosas. El pasado lunes, de nuevo en Guangzhou, cientos de residentes esperaron ansiosamente fuera de una recién creada oficina que procesa los reclamos y recursos sobre los planes para construir varios incineradores de basura que podrían estar a 1000 metros de sus hogares. Temen que la contaminación resultante se traducirá inevitablemente en cáncer y otras enfermedades.

Inicialmente la protesta fue pacífica y la gente siguió el procedimiento para rellenar los formularios y formarse en cola, pero finalmente perdieron la paciencia cuando sólo 10 de los cientos de denuncias se recibieron en un período de 2 horas. A continuación, los bloggers twitearon sobre lo que ocurrió allí:

@wenyunchao: Un auto de la policía llegó, pero se fue luego de un minuto. Vi a unos pocos reporteros locales. Llegó más gente, la mayoría de ellos desde Lijiang, una zona residencial cerca del lugar previsto para un incinerador. Un hombre levantó un cartel de protesta y atrajo a los transeúntes.

@LEMONed: Aproximadamente conté y encontré 200 personas haciendo fila fuera con algunas más uniéndose, ¡pero no se distribuyen más formatos! Hay residentes de Jardín Nanguoao, una zona residencial, gritando «¡Secretaría de Lv abajo!»

Guangzhou definitivamente dará prioridad a la incineración de basura, por lo que la planta incineradora debe ser construida. Acerca de cuántas vamos a construir, el Gobierno sigue estudiando esto.

Los comentarios fueron vistos como ignorancia ciega de la oposición pública, cuando de hecho los residentes han expresado sus objeciones a través de internet durante meses. El plan ya había sido revelado desde 2006, pero sólo en 2009 fueron confirmados los sitios y expedidos los permiso del uso del terreno. La gente se sorprendió al saber que la vista desde sus ventanas en el futuro se verá dominada por las incineradoras. Los valores de propiedad pronto se desplomaron. De vuelta a la escena:

@wenyunchao: La gente levantó sus carteles y avanzó hacia el edificio municipal. La recepción de los recursos se convirtió en una manifestación. Seguiremos actualizando.

wenyunchao La multitud, algunos hasta de 81 años, se reunió en la puerta del edificio municipal, mientras que una onda de carteles blancos se elevaba sobre sus cabezas. El lema vociferado era «¡Que salga el Alcalde!»

@wenyunchao: Muchos estaban furiosos. Un residente de Huijiang dijo: «Si tengo que vivir 20 años menos, que así sea, pero ¿qué pasa con nuestros hijos e hijas?» Seis autos policías estaban al lado, pero la situación general se mantuvo ordenada.

@LEMONed: El vocero del gobierno pide a la gente elegir 5 representantes para ver al alcalde. ¡Intenta dividirnos! ¿Somos tan vulnerables a este truco? De inmediato gritamos: «¡Usted seleccione 5 funcionarios y pídales que salgan!» La policía se sorprendió por esto.

Weng YunChao, muy conocido en Twitter y también como blogger, comenta sobre la escena:

@wenyunchao: Este será un problema típico de los movimientos de masas en el futuro. Si el Gobierno quiere un diálogo, entonces debe haber representantes del público. Pero los representantes son a menudo el blanco de una campaña de represión, por lo que el Gobierno no encuentra con quien hablar y luego cae en un punto muerto.

La indiferencia del Gobierno y la renuencia a hablar con la gente es aún un problema más grave que la propia contaminación. Un artículo del Diario Xinkuan establece:

Según una encuesta, más del 98% de las personas están descontentas con el hecho que la administración monopoliza la toma de decisiones y no consulta a la opinión pública. Los incineradores de basura son un proyecto muy polémico. Pero nadie fue informado y no hubo audiencia cuando los lugares fueron confirmados en 2004, o cuando el proyecto recibió el permiso en 2006, ni cuando la expropiación se inició en 2009. Incluso los habitantes de Huijiang, donde se construiría el incinerador, no sabían nada de él, hasta que el asunto de repente se hizo público.

Ha habido mucha controversia sobre el tema. ¿Es la incineración el mejor método para disponer de las montañas de basura? ¿Si los incineradores no se construyen en estos lugares, dónde deberían ser construidos? Una vez más, John Kennedy tiene una cobertura sobre el debate (ing). El Gobierno ha dejado (9) dos puntos en claro. En primer lugar, si el proyecto se queda atascado en una evaluación ambiental, no se llevará a cabo. En segundo lugar, si la mayoría se opone a ello, también se detendrá. Pero queda la duda de si será así.

Sin embargo, la desconfianza de la «evaluación de expertos» se impone, ya que los expertos están perdiendo su credibilidad debido a que la gente piensa que son títeres del poder y el dinero. Segundo, la gente ve poca sinceridad por parte del Gobierno al considerar la opinión pública, porque en los últimos cuatro años no hizo ningún intento de diálogo. Por otra parte, los residentes no tienen idea de si pueden mantener la lucha contra las autoridades cuando la atención en el tema desaparece. Por suerte, la manifestación del lunes terminó pacíficamente, aunque nadie sabe si habrá alguna acción represiva o si sus quejas tendrán algún efecto.