En las últimas semanas, los medios argentinos publicaron gran cantidad de notas sobre la desaparición de la familia Pomar. El 14 de noviembre, Fernando Pomar, su esposa Gabriela Viagrán, y sus dos niñas Candelaria y Pilar se dirigían en auto hacia Pergamino, a 220 kilómetros de Buenos Aires; tras pasar por una cabina de peaje, no se supo más de ellos.
Tras la desaparición de la familia, la policía y los medios dieron a conocer todo tipo de hipótesis, muchas de las cuales apuntaban a que el esposo, Fernando Pomar, sería el responsable del hecho o habría asesinado al resto de la familia.
Finalmente, el 8 de diciembre el auto fue encontrado volcado al costado de una ruta, en la cercanía de Pergamino. Todos sus integrantes estaban muertos, tal como reportó el diario [1]El Clarín [1]. Ahora, según la policía, la causa sería un accidente de tránsito; el auto no pudo tomar una curva y volcó. Los altos pastos a los costados de la ruta habrían impedido verlo en las búsquedas previas.
A partir del descubrimiento, aparecieron dos grandes temas sobre el caso de la familia Pomar. El primero, la ineficiencia policial. En Twitter, y bajo el hashtag «#pomar [2]«, se pueden encontrar muchas afirmaciones sobre la poca capacidad de la policía de la provincia de Buenos Aires para resolver casos.
La usuaria @la_despistada [3] escribe:
La misma polícia que investigó el caso Pomar es la que lucha contra la inseguridad, protegiendonos???. #pomar
Y el usuario christian4oux [4] manifiesta:
la impotencia que me genera que la institución que nos brinda “seguridad” es tan corrupta e inepta #policía #pomar
El blogger eJSK-SDE [5] escribe sobre lo difícil que es creer que nadie viera el auto, y que pasaran 24 días hasta que alguien lo viera.
Se sabe que el lugar es transitado, hay numerosos establecimientos cerca, que ¿nadie vio o sintió nada?. Me es muy difícil creerlo, 24 días son muchos días para que nadie vea ni sienta nada.
Los blogs Soy Más de lo Mismo [6] y Visualmente [7] se unieron también sobre el tema de la inseguridad.
El segundo tema fue la actuación de los medios, tanto la tv como los diarios lanzaron todo tipo de teorías sobre la familia. En Magia Crítica [8], Alejandro Agostinelli se ocupa de los medios que dieron espacio a brujos y «psíquicos» para hablar sobre el caso.
Parapsicólogos y videntes dijeron que estaban vivos. Ufólogos hablaron de teleportaciones. Expertos en casos policiales se ensañaron con el padre. O con el padre del padre. Ahora sabemos que la familia Pomar murió en un accidente de tránsito.
En Twitter, el usuario Daniel Molina [9] dijo
El caso Pomar es el índice de seriedad del periodismo argentino: todo lo que dijeron era mentira, sin atenuantes
Más sobre el tema de la cobertura de los medios en los blogs La Puta Pituca [10] y Los Lanzallamas [11]. En su blog personal, José Rubén Sentis [12] hace un breve resumen de las autocríticas de los medios.
En Seguridad Vial [13], prefieren apuntar a otro tema: que el caso sirva para ayudar a mejorar la política de seguridad en las rutas.
Ojalá que estas muertes no hayan sido en vano y que ahora que el caso se esclareció -con un final trágico pero que “no vende”- no quede todo en el olvido. Que los colegas de la prensa que tanto escribieron y hablaron en vano, que ahora al menos llenen espacios exigiendo más seguridad vial, algo que nunca está de más.