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Kazajistán: los blogueros debaten sobre la Unión Aduanera y el bienestar público

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Kazajistán, Economía y negocios, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales

Los blogueros debaten sobre lo que aportaría a Kazajistán la Unión Aduanera de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán, la cual entró en vigor [1] el 1 de enero del 2010. Los gobiernos ven este bloque comercial de tres países como el primer paso hacia una mayor integración en la Unión Económica Euroasiática.

Algunos expertos creen que esta es la decisión correcta para las autoridades kazajas, especialmente en vista de la cada vez mayor influencia económica china. Los escépticos opinan que el proteccionismo a favor de los bienes y servicios rusos haría aumentar los precios de los bienes y servicios competitivos provenientes de terceros países. Muchos ven esta medida como una sentencia de muerte para los fabricantes locales, mientras que otros afirman que no hay negocios manufactureros importantes en el país a los que acabar.

Grunge Amir considera [2] que la Unión Aduanera es una conspiración contra Kazajistán:

Kazakhstan is sold out to Russia – it's a fact. 82 per cent of the customs tariffs will remain unchanged in Russia, 75 per cent of the tariffs stay the same in Belarus, and only 45 per cent will be kept unamended in Kazakhstan.

Kazajistán ha sido vendido a Rusia, es un hecho. El 82 por ciento de los aranceles aduaneros se mantendrá sin cambios en Rusia, el 75 por ciento de los aranceles permanecerá invariable en Bielorrusia y solo el 45 por ciento se mantendrá sin modificaciones en Kazajistán.

Megakhuimyak es más optimista [3]:

There is one detail in the Customs Union – Kazakhstan has got the lowest taxes among three countries. So, it is quite possible that part of the businesses will move here, especially from Belarus.

Hay un detalle en la Unión Aduanera: Kazajistán tiene los impuestos más bajos de los tres países. Por lo tanto, es bastante posible que parte de las empresas se trasladen aquí, especialmente desde Bielorrusia.

Thousand-Pa señala [4] los primeros signos de discordia dentro de la Unión:

How do you like that? The newborn Customs Union is already showing the symptoms of self-destruction. Russia to Belarus – «No money, no oil». Belarus to Russia – «No oil, no transit of natural gas». There was so much ado about this Union…

¿Cómo puede parecerles bien? La nueva Unión Aduanera ya está mostrando los síntomas de la autodestrucción. Rusia amenaza a Bielorrusia: «Si no hay dinero, no hay petróleo». Bielorrusia amenaza a Rusia: «Si no hay petróleo, no hay tránsito de gas natural». Ha habido demasiada expectativa por esta Unión…

Entretanto, Epolet hace referencia a las estadísticas oficiales y destaca [5]:

Propaganda says that average salary in Kazakhstan has grown 535,5 times since 1993. Well, if you re-calculate it according to the dollar's exchange rate, the growth will make up nearly 14,3 times. And still, even if we take into account depreciation of currencies, the growth curve is on hand.

La propaganda afirma que la media salarial en Kazajistán ha crecido 535,5 veces desde 1993. Bien, si se recalcula conforme al tipo de cambio del dolar, creció casi 14,3 veces. Y de todos modos, aún teniendo en cuenta la depreciación de la moneda, la curva de crecimiento persiste.

Sin embargo, torrnado apunta [6] que algunas personas sacan mucho más provecho de esta curva que otras:

The fortune of only one former Kazakhstani official makes up nearly 3 per cent of the country's GDP. Oligarchs with the «Soviet» roots occupy the leading positions in the top 300 most wealthy Swiss citizens. Victor Khrapunov, former mayor of Almaty currently living in Geneva, is also there with the fortune amounted to 300-400 million francs.

La fortuna de un solo exoficial kazajo constituye aproximadamente el 3 por ciento del PIB del país. Oligarcas de origen «soviético» ocupan posiciones destacadas entre los 300 ciudadanos suizos más adinerados. Victor Khrapunov, exalcalde de Almaty que vive actualmente en Ginebra, es uno de ellos con una fortuna que asciende a 300-400 millones de francos.

Sobra decir que esta persona nunca tuvo un negocio y que pasó toda su vida en la administración pública.