A fines de noviembre la segunda ciudad más grande de Arabia Saudita, Jedda, fue golpeada por grandes inundaciones, se culpó a la infraestructura deficiente [ing] y a la mala administración de los trabajos de contrucción de la ciudad. Se perdieron muchas vidas, e incluso más personas habrían muerto si no hubiera sido por actos de heroismo como los del pakistaní Farman Ali Khan.
El blogger pakistaní MtRtMk escribe: [ing]
Hoy en día, todo lo que uno escucha en los boletines informativos es cómo un terrorista en Pakistán se cobra _ _ número de víctimas. Aquí tienen otro pakistaní. Él también es de Swat [ing], la región atormentada por la violencia. Tiene 14 vidas a su nombre. Sólo que no lastimó a ninguno, los salvó. Trabajando en Jedda, Saudi Arabia, durante las recientes inundaciones, salvó a 14 extraños y murió tratando de salvar al nº 15. Su nombre es Farman Ali Khan.
Eman Al Nafjan de Saudiwoman’s Weblog brinda la historia completa: [ing]
«Miércoles negro» es como muchas personas han estado llamando al 25 de noviembre cuando Jedda tuvo sus más fuertes lluvias que resultaron en una inundación y la muerte de más de 120 personas. Los videos, fotos y artículos sobre la inundación y el daño abundan en la web, pero una historia, creo yo, no ha tenido su debida atención. Farman Ali Khan era un trabajador migrante pakistaní de 32 años de edad en una tienda de comestibles en Jedda. En sus seis años en Arabia Saudita, sólo había podido ir de regreso a su casa a visitar a su familia dos veces. Su hija menor Jarira, de 4 años, nunca ha visto a su papá vivo. Este hombre tenía todas las razones para salvarse a sí mismo, ya que era el único proveedor de su familia y aún así se propuso ese día salvar a tantas personas como pudiese.
Farman Ali Khan salvó a 14 personas de ahogarse. Su vecino le contó a los reporteros que Farman le dió a él su billetera y su teléfono celular para que los resguarde. Luego él ató el extremo de una soga a un caño y el otro extremo alrededor de su cintura y se quedó en la orilla de la inundación buscando personas para sacar. A los que no podía alcanzar nadando o caminando por el agua, los alcanzaba con un palo de madera. Continuó regresando hasta que el agua lo venció y se hundió.
Farman dejó atrás a su mujer y tres hijas, Zubaida, 7, Madeeha, 6, y Jarira, 4.
El blogger saudita Almaha escribe: [ing]
Jedda estaba aquejada el mes pasado por las fuertes lluvias que causaron la muerte de cientos de personas. Lo que sucedió es la voluntad de Allahm pero lo que es sorprendente es que una ciudad como Jedda en el rico país de Arabia Saudita todavía no tenga sistema de desagüe y que tenga vecindarios construidos arbitrariamente. Entonces cuando la tormenta de lluvia azotó, la ciudad se inundó. Es la corrupción que tenemos en Arabia lo que causó esta catástrofe. Pero este post no es para expresar mi enojo o hablar sobre la corrupción que tenemos en Arabia. Es para compartir un artículo que yo traduje del árabe al inglés.
El artículo de Almaha traducido por la periodista y blogger Maram Meccawy, fue publicado completo en su blog [ar] y algo ligeramente editado en Al Watan newspaper [ar]. Almaha dice:
Aunque sepamos en nuestros corazones que nuestro país y el Golfo Arábico han sido construidos y todavía están en manos de trabajadores asiáticos que trabajan bajo un sol abrasador, viven en lugares superpoblados y pobremente ventilados, y esperan meses antes de que les paguen, algunos dicen que ellos han venido a nuestro país por la codicia y no hacen nada gratis. ¡Y que ellos son la fuente de todos los males en nuestras sociedades angelicales! Algunos incluso de manera desvergonzada demandaron sus deportaciones de las dos ciudades sagradas como si fueran terroristas o invasores… Puedo decir que los medios de comunicación han contribuido mucho a la difusión de esta imagen negativa. Se focalizan extensamente en sus crímenes y equivocaciones pero cuando se trata de cosas positivas y los grandes servicios que brindan a nuestro país, las noticias son casi inexistentes. Incluso cuando uno de esos trabajadores comunes es víctima de la codicia, la extorsión, o el maltrato por parte de un ciudadano saudita o una institución, no es difícil para nuestra conciencia justificar sus crímenes y presentarlos como excepciones en las que no vale la pena poner atención.
Luego llegó la inundación del miércoles y las personas mostraron sus verdaderos colores. Algunos grabaron sus heróicas acciones en oro, otros las marcaron con vergüenza y deshonra. Hoy voy a hablar sobre los del primer tipo, sobre el héroe de Jedda. […] Él tenía 32 años de edad. Salvó a 14 personas antes que la inundación lo arrastrara en su camino a rescatar a la persona nº15. El nombre de nuestro héroe es Farman Ali Khan, un héroe de Pakistán. Su mente estaba ocupada con un pensamiento cuando él vió a personas pidiendo ayuda desesperadamente… ¿que podía hacer para ayudarlos? Él no dijo «soy un extranjero» o «no me importa». Él no se quedó parado como hicieron algunos de nuestros hombres sólo tomando fotografías con sus costosos teléfonos celulares de las personas luchando cuando podían ayudar. Ni siquiera se justificó a sí mismo como muchos hicieron diciendo que tenía una casa llena de mujeres y que era el único que las mantenía. […] Por otro lado, unos pocos días después del desastre, un video nos mostró algo que avergüenza a cualquier saudita. Un clip de un hombre saudita gritándoles a voluntarios sauditas en Jedda que distribuían ayuda humanitaria a las personas en áreas afectadas y diciendo «Denles a los sauditas pero no a los extranjeros».
El post traducido continúa:
De regreso a nuestro héroe, Farman. Las personas en Jedda están de acuerdo en que la memoria de este hombre debe perdurar en la ciudad. Y están pidiendo que una calle o plaza sea nombrada en su honor. También piden que se ocupen económicamente de su familia de por vida. Otros pidieron que se le otorgue a su familia la nacionalidad saudita en agradecimiento por su sacrificio. ¿Hay algo más nacionalista que dar tu vida por tu país y por tu pueblo?[…] Permitan que esta triste ocasión sea una oportunidad para que repensemos nuestro trato a los expatriados tanto a nivel individual en nuestra interacción diaria con ellos como a nivel estatal con respecto a sus derechos y leyes que los respaldan, etc. Que nuestro agradecimiento del sacrificio de Farman sea “Permitan que Farman esté contra la discriminación”.
Se creó un grupo de Facebook llamado La campaña para honrar al mártir pakistaní Farman Ali Khan que salvó 14 vidas en las inundaciones de Jeddah [ar]. Al momento de escritura de esta publicación el grupo tenía casi 26.000 miembros, la mayoría de ellos son sauditas.