El Coro de Acteal es un singular grupo de cantantes indígenas en el sur de México, de la región “tzotzil” de Chiapas [1]. Esta es una extraordinaria forma de comunicación, dado que las voces de los indígenas no son escuchadas muy a menudo en México, pues la mayoría vive en una realidad que tiene que ver con pobreza, hambre y discriminación, temas que se reflejan en las canciones que cantan.
“El mensaje era la búsqueda de paz, justicia y tranquilidad de nuestro pueblo y del mundo entero”. dijo Elena Gómez Santis, una de las mujeres indígenas que canta en el coro, en una entrevista personal. Ella viene de un pequeño pueblo llamado Naranjatic Bajo, un lugar en la región de “Los Altos”, que el blog One Lucky Life describe [2] como “un pueblo rodeado por montañas con diferentes tonos de verde, donde las nubes están tan cerca que las puedes tocar con las manos”.
Igleisa del pueblo tzotzil de Naranjatic Bajo tomada por Andrea Arzaba
Según Jorge Sifuentes [3], un periodista del diario nacional La Jornada, explica que el coro empezó como una manera religiosa de conmemorar la traducción de la Biblia del castellano al “tzotzil”, su dialecto, en 1996.
Sin embargo, el coro tomó otro propósito luego de la Masacre de Acteal [4]. En 1997 en Acteal, otro pueblo que era parte de la misma región de “Los Altos”, fuerzas paramilitares mexicanas mataron a 45 indígenas dentro de una iglesia. Después de esa masacre, el coro empezó a cantar y a pedir justicia al gobierno con sus propias canciones. Esta fue tambiuen una manera de hacer tomar conciencia acerca de lo que pasaba en su región. Hasta estos días, su caso no ha sido resuelto.
El blogger Leobardo Alvardo asistió a una conmemoración en San Cristobál de las Casas, a la que concurrieron sobrevivientes y parientes de personas que murieron en la masacre [5]. También estuvo presente el Coro de Acteal en una misa:
Al terminar la primera oración, el coro de Acteal conformado en su mayoría por mujeres y sólo cinco hombres, suben a la escalinata de la iglesia. Antonio anuncia su participación. Es un canto singular, atractivo. En el claman por los hombres y las mujeres masacrados. La estrofa es rica en ideales, sin metáforas.
Una parte de la canción:
Yo no puedo callar,
No puedo pasar indiferente,
Ante el dolor de tanta gente,
Yo no puedo callar,
No, no puedo callar,
Me van a perdonar amigos míos,
Pero ahora tengo un compromiso,
Y tengo que cantar la realidad
El coro continúa exigiendo honestidad y rectitud para obtener respeto de los derechos de los indígenas en México. Voces que están dispuestas a cruzar fronteras, con el deseo de ser escuchadas y apoyadas por la comunidad nacional y global.